El mejicano Antonio García "El Chihuahua"
EN TÁRIBA
Festejo largo y accidentado el domingo
Rubén Darío Villafraz
TÁRIBA-VENEZUELA (Táchira, Enviado Especial).- En el lio del toro, no es imperceptible que el atractivo que tenga un cartel de toros lleve implícito los nombres de toreros y en grado importante la ganadería a lidiar. Si uno de estos esta “a la baja” es cuando ocurren hechos como el que tuvo lugar ayer, en el marco de la corrida de la Feria de la Virgen de La Consolación, en la tachirense localidad de Táriba, a pocos minutos de la ciudad capital.
Seis orejas se cercenaron, dos de ellas simbólicas, y si vamos al rasero de la objetividad dejamos en claro que en el ruedo hubo más toros que toreros. Destacado y justo de presencia encierro del hierro de Campolargo el que se lidió, astados nobles en distintos grados y pelajes, que dejaron ver en las puntas de sus pitones el exceso al momento de pasar “el serrucho” mutilador de la pureza que embarga el toreo.
Poco más de 1500 personas se acercaron el remozado Coliseo “Perla del Torbes”, escenario aún sin del todo concluir, a pesar que lleva levantado poco más de tres lustros. Festejo que se desarrolló a la lidia de los últimos tres astados con luz artificial, escasa, que limitaría en parte el lucimiento de estas actuaciones, contando una duración de aproximadamente tres horas y media.
“El Torero de Seboruco”, César Vanegas al final sería izado en hombros, tras cumplir en la lidia de tres toros. En su primero fue silenciado; en el que hizo tercero, cortaría dos orejas, tras una labor bullanguera y pueblerina, del gusto del tendido, para en el quinto, nuevamente pasear el doble premio auricular, esta vez simbólicos, luego de lidiar y pasar por ambas manos la noble embestida de “Torbes” de 442 kilos el cual se había enlotado por la mañana para recaer en manos del debutante en este ruedo “El Chihuahua”, animal colaborador, el cual le supo lucir con lo característico de su repertorio.
Precisamente Antonio García, que apodan en los ruedos “El Chihuahua” sería protagonista de la tarde, al recibir en el único que estoqueó extensa cornada en la cara posterior del muslo derecho hecho que sucedió cuando le perdería la cara al toro tras dejar estocada. En la enfermería cuantificarían en 14 cms la extensión de dicho percance, que sobrevino luego de granjearse una faena variada y alegre que remató de estocada fulminante. Las dos orejas que paseó su cuadrillas fueron el premio a su debut en su suelo taribeño.
El torero hispano del cartel llevaba por nombre Mamerto López Díaz, el cual tendrán como referencia en su debut en suelo venezolano el buen corte y parsimonia que demostró. En el segundo de la tarde fue ovacionado, mientras en su segundo se fue sin “tocar pelo” a pesar de haber hecho meritos a ello.
Con luz artificial presente actuaría el jinete emeritense Rafa Rodríguez, quien se encontró limitado ante lo escasa de la iluminación e igualmente dificultades de un toro aquerenciado en tablas. Le pasaportó con celeridad el “eterno espada sobresaliente” de los Rodríguez, matador Rafael Martínez.
Con la salida en hombros de Vanegas, culminaba así una edición más de una cita como la de Táriba, quien aún esperamos su recuperación, para esto haría falta mayor sensibilidad y olfato al momento de armar sus carteles.
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FICHA DEL FESTEJO
Con poco más de un cuarto de plaza, se lidiaron siete toros venezolanos, seis de CAMPOLARGO (Juan Campolargo), bravos, justos de presentación dos, que cumplieron en todos los tercios, y el séptimo para rejones, "desrazado", de la divisa LA ESPADA.
CÉSAR VANEGAS, silencio, dos orejas y dos orejas simbólicas en el que mató por “El Chihuahua”.
ANTONIO GARCIA “EL CHIHUAHUA”, dos orejas tras recibir cornada en el único que estoqueó
MAMERTO LOPÉZ DIAZ, ovación y silencio.
RAFA RODRIGUEZ, silencio.
Plaza de Toros Coliseo Perla del Torbes. Corrida en el marco de la Feria de la Virgen de la Consolación. Poco más de 1500 personas, con tiempo agradable, y ligeras ráfagas de viento.
EN TÁRIBA
CORNADA AL DEBUTANTE “EL CHIHUAHUA”
Festejo largo y accidentado el domingo
Rubén Darío Villafraz
TÁRIBA-VENEZUELA (Táchira, Enviado Especial).- En el lio del toro, no es imperceptible que el atractivo que tenga un cartel de toros lleve implícito los nombres de toreros y en grado importante la ganadería a lidiar. Si uno de estos esta “a la baja” es cuando ocurren hechos como el que tuvo lugar ayer, en el marco de la corrida de la Feria de la Virgen de La Consolación, en la tachirense localidad de Táriba, a pocos minutos de la ciudad capital.
Seis orejas se cercenaron, dos de ellas simbólicas, y si vamos al rasero de la objetividad dejamos en claro que en el ruedo hubo más toros que toreros. Destacado y justo de presencia encierro del hierro de Campolargo el que se lidió, astados nobles en distintos grados y pelajes, que dejaron ver en las puntas de sus pitones el exceso al momento de pasar “el serrucho” mutilador de la pureza que embarga el toreo.
Poco más de 1500 personas se acercaron el remozado Coliseo “Perla del Torbes”, escenario aún sin del todo concluir, a pesar que lleva levantado poco más de tres lustros. Festejo que se desarrolló a la lidia de los últimos tres astados con luz artificial, escasa, que limitaría en parte el lucimiento de estas actuaciones, contando una duración de aproximadamente tres horas y media.
“El Torero de Seboruco”, César Vanegas al final sería izado en hombros, tras cumplir en la lidia de tres toros. En su primero fue silenciado; en el que hizo tercero, cortaría dos orejas, tras una labor bullanguera y pueblerina, del gusto del tendido, para en el quinto, nuevamente pasear el doble premio auricular, esta vez simbólicos, luego de lidiar y pasar por ambas manos la noble embestida de “Torbes” de 442 kilos el cual se había enlotado por la mañana para recaer en manos del debutante en este ruedo “El Chihuahua”, animal colaborador, el cual le supo lucir con lo característico de su repertorio.
Precisamente Antonio García, que apodan en los ruedos “El Chihuahua” sería protagonista de la tarde, al recibir en el único que estoqueó extensa cornada en la cara posterior del muslo derecho hecho que sucedió cuando le perdería la cara al toro tras dejar estocada. En la enfermería cuantificarían en 14 cms la extensión de dicho percance, que sobrevino luego de granjearse una faena variada y alegre que remató de estocada fulminante. Las dos orejas que paseó su cuadrillas fueron el premio a su debut en su suelo taribeño.
El torero hispano del cartel llevaba por nombre Mamerto López Díaz, el cual tendrán como referencia en su debut en suelo venezolano el buen corte y parsimonia que demostró. En el segundo de la tarde fue ovacionado, mientras en su segundo se fue sin “tocar pelo” a pesar de haber hecho meritos a ello.
Con luz artificial presente actuaría el jinete emeritense Rafa Rodríguez, quien se encontró limitado ante lo escasa de la iluminación e igualmente dificultades de un toro aquerenciado en tablas. Le pasaportó con celeridad el “eterno espada sobresaliente” de los Rodríguez, matador Rafael Martínez.
Con la salida en hombros de Vanegas, culminaba así una edición más de una cita como la de Táriba, quien aún esperamos su recuperación, para esto haría falta mayor sensibilidad y olfato al momento de armar sus carteles.
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FICHA DEL FESTEJO
Con poco más de un cuarto de plaza, se lidiaron siete toros venezolanos, seis de CAMPOLARGO (Juan Campolargo), bravos, justos de presentación dos, que cumplieron en todos los tercios, y el séptimo para rejones, "desrazado", de la divisa LA ESPADA.
CÉSAR VANEGAS, silencio, dos orejas y dos orejas simbólicas en el que mató por “El Chihuahua”.
ANTONIO GARCIA “EL CHIHUAHUA”, dos orejas tras recibir cornada en el único que estoqueó
MAMERTO LOPÉZ DIAZ, ovación y silencio.
RAFA RODRIGUEZ, silencio.
Plaza de Toros Coliseo Perla del Torbes. Corrida en el marco de la Feria de la Virgen de la Consolación. Poco más de 1500 personas, con tiempo agradable, y ligeras ráfagas de viento.
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