jueves, 13 de enero de 2011

LOS AGENTES DOBLES DEL TOREO / Por Aquilino Sánchez Nodal


                     
  LOS AGENTES DOBLES DEL TOREO


 Por Aquilino Sánchez Nodal

     Con una historia de poco más de un Siglo, el deporte ha logrado, especialmente el fútbol, la complicidad de los espectadores. Los espectáculos taurinos, con más de tres Siglos, mucho más emocionante, artístico y verdadero, ha logrado la indiferencia del gran público. Indudablemente esta simple observación sería causa de estudio profundo por los implicados en su conservación. Los consumidores de festejos taurinos hemos otorgado un poder demasiado considerable a los dirigentes de las asociaciones profesionales sin examinar sus expedientes para conocer si son o no los más cualificados para proyectar, promocionar y defender esta tradición cultural inmersa en el ADN de la españolidad. Mientras el fútbol ha elegido la unidad ampliando su círculo; local, provincial, regional, nacional, continental y mundial, los toros están logrando escribir su historia al revés. 
Las normativas están creadas por autores mediocres que dominan las asociaciones con miedo a perder la poltrona económica. En esta tesitura anda su interés en aislar al toreo para no quedarse fuera del pastel. 

Asimismo, en el fútbol, un único reglamento es utilizado en todas las categorías, todos los partidos y en todos los países del Mundo en que se practica. Un órgano superior dicta, juzga, castiga o premia toda la actividad futbolera, la FIFA. Luego, para que otras sabandijas puedan chupar algo, se subdivide en UEFA, FEF y algún pececillo menor. Ofrecen pésimos espectáculos que potencian la competencia con base publicitaria y militar que ha pasado de ser un deporte a una guerrilla entre dos conjuntos sociales, el local y el visitante. En un deseo destructivo del contrario, más que de victoria propia, se han afiliado millones de individuos convertidos en productos pagantes y consumidores voraces del asunto de la pelota. Naturalmente a esta masa no se la puede abandonar, el aglutinante perfecto, la televisión, millones de millones de espectadores aceptan en su cerebro las consignas emitidas; el mejor coche, la ropa más blanca, el extractor de gases corporales y el perfume que más huele. Todo un chollo, se llega a la población mundial sin tener que obligarles a permanecer ante el aparato. Nosotros solos nos colocamos a esperar a que nos laven el cerebelo. 

     Bueno, los “mindunguis” dirigentes del toro han cambiado un único Reglamento Nacional Taurino por diecisiete, pero insisten en mantener la práctica virtuosa e ilegal del llamado Seguimiento del Convenio Nacional Taurino que no puede pasar del umbral sindical que quieren mantener unos  incapaces sin responsabilidad moral independiente, ni preparación intelectual para dirigir el complejo negocio taurino. 

     Sin tardar un día más se debe redactar la normativa que regule los espectáculos taurinos en todas su formas y para todo el Estado español. Podemos tomar la base del redactado en 1.962, corregirlo y aumentarlo para adaptarlo al Siglo XXI. En aquel libro no solo está bien documentado el asunto taurino, sino que se relaciona con todos los demás en derechos y obligaciones; Espectáculos Públicos: Teatros, Circos, Cines, Toros, Carreras de Caballos, galgos, bicicletas, Motos, Autos, Aviación, Paracaidismo, Pelota, Cámping, Piscinas y Aparatos Deportivos de Salón. El mejor redactado, más completo, mejor definido es el dedicado a los toros. Comienza con la Orden: 15 de Marzo de 1.962. Boletín Oficial del 20, rectificado en el del 23:

“ A partir de la fecha de su publicación, en 12 de Julio de 1.930, el Reglamento de Espectáculos Taurinos ha sido objeto de sucesivas modificaciones con el fin de actualizar sus normas e incorporar al mismo las mejoras que la práctica aconsejaba en cada momento, especialmente las dictadas en estos últimos años, inspiradas en el propósito de evitar los vicios y corruptelas que desnaturalizaban la Fiesta Nacional.
     La revisión del Reglamento se ha realizado después de escuchar los informes y asesoramientos de cuantos Organismos intervienen en dicho espectáculo.
     Y en virtud, este Ministerio ha tenido a bien aprobar el siguiente texto refundido del nuevo Reglamento de Espectáculos Taurinos.
     Madrid, 15 de Marzo de 1.962 – Firmado: Alonso Vega”.

     Todos los supuestos se reflejan con claridad en130 páginas, 138 artículos, 8 Modelos de Formularios y un índice Alfabético del Reglamento. Un perfecto tratado para unir opiniones y comenzar la casa por los cimientos.

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