martes, 23 de agosto de 2011

Pena de San Sebastián / Ricardo Díaz-Manresa


Paseillo en la plaza de toros del Chofre (1948)

"...La feria taurina de San Sebastián, rescatada por Manolo Chopera, tras un cuarto de siglo en blanco, parece que se va a pique. Las cosas se han hecho mal y este año daba pena el poco ambiente que ha tenido. Hace falta un milagro..."

Pena de San Sebastián

Ricardo Díaz-Manresa
22- agosto- 2011
Pena de San Sebastián. Con Illumbe moribundo y un futuro de más ruina. Viví la grandeza de El Chofre, gran feria, entre las escogidas de España, con gran ambiente, belleza y disfrute. Inolvidables corridas con la elegancia donostiarra por bandera, que podía presumir además de ciudad preciosa. Sufrimiento después, tras su derribo por el vil metal y sin sustitución.

Veinticinco años de pasarlas canutas cada vez que llegaba la Semana Grande. Cuando Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA, era concejal de Festejos dejaba vacío el programa en la hora de los toros para que todo el mundo pensara en la corrida y en su falta. Y menos mal que estaba también allí, porque era de allí y soñaba allí, el inolvidable, cada día más inolvidable y más necesario Manuel Martínez Flamarique, Manolo Chopera, para lograr el objetivo en un momento que pudo colarse entre los votos políticos.

Pues bien, Manolo Chopera, construyó la plaza, la hizo de su propiedad, volvió la ilusión, y lo que parecía perdido después de tantos años, resucitó y la plaza de Illumbe, fría y tristona, tocaba con los dedos aquella Semana Grande lejana, volvió el personal, casi todo nuevo como es lógico. Menuda alegría ver ese coso cubierto, también cubierto de personal.

Sin Chopera, aquello fue a peor, cada año menos gente, ni una solución ni una ilusión nueva, el espirítu Chopera desapareció, sus hijos vendieron la plaza al Ayuntamiento (y no parece que la operación haya valido para el espectáculo), los carteles eran peores cada año, la gente seguía desertando y este 2011, para levantar los ánimos, la feria planteada era sencillamente malísima. Así no hay quien vaya ni a Illumbe ni a San Martín de los Pobres.

Menuda programación : deja de ser Semana Grande (ya no recuerdo por pena si fue así en años anteriores), qué digo Grande (se ha quedado en muy pequeña) y no escribo Semana porque fue sólo de Domingo a Viernes, lejano ya el tiempo cuando coincidía con Bilbao en su último fin de Semana, primero de Vista Alegre. Entonces, los críticos se tenían que desdoblar , elegir y buscar a un suplente.

En fin, las cosas se hicieron para estrellarse y se siguen haciendo rematadamente mal y ya han visto las entradas, en general para llorar, y con perspectivas todavía más deprimentes. Cuando hay crisis en general, en el toreo y en todo, y muy específica en particular, hay que hacer una feria rematada para intentar que el pueblo vuelva, para que estén los que antes podía presumir de semana de toros. Hay muchos carteles que recomendaban directamente irse a la playa si hacía buen tiempo y, si no, a pasear. Un flojito domingo de apertura, un lunes con el Tato que debió desatar un entusiasmo colectivo para irse al cine cuando este torero está fuera de esto, un martes con Antonio Barrera, muy digno pero que no desata clamores, un miércoles normalito, un jueves con el gran refuerzo de Leandro de cara a las taquillas (que al final no pudo ir) y un viernes de remate que decía muy poquito a la gente. Se ve que la quieren cerrar o, mejor dicho, adelantar su cierre. Que me perdonen los Choperas hijos pero esto no es de recibo. No sé qué estará diciendo su padre donde esté ni qué habría hecho si estuviera aquí, pero seguro que algo muy diferente.

La empresa sigue el camino de los Balañá, que han asesinado el espectáculo en Barcelona y ya nos preparamos para el gran funeral de La Merced. Después le echarán la culpa a los políticos. Balañá les dejó el toro ya estoqueado a CIU, PSOE y al argentino vil cuando sólo le faltaba un descabello. Y ahora los Chopera hijos se lo van a dejar a Bildu, que viene a por todas. Pero ¿dónde estaba Bildu los años anteriores cuando ni soñaba presentarse a las elecciones?. Nos hemos ido cargando Illumbe poco a poco y sólo les queda entregarles la cruceta.

Gregorio Ordóñez dejando la hora de los toros vacía de cualquier otra actividad y Bildu sin colocar los toros en el programa oficial, según me han contado. Qué pena de San Sebastián. Cargarse así una feria de postín, una fuente de riqueza y un patrimonio de prestigio.

Puede que haya habido menos gente todavía porque algunos no habrán vuelto para no gastarse un euro en esa ciudad con su actual ambiente y en consecuencia en la feria. De esto no tienen la culpa los empresarios sino el gran y sabio pueblo votante. Pues con su pan se lo coman.

El pobre San Sebastián, martirizado a dardos y flechas, con muerte horrible, verá con tristeza todas las flechas que está recibiendo la ciudad de su nombre dirigidas al corazón y cuya feria taurina se va a pique a menos que el santo haga un milagro.
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