lunes, 31 de octubre de 2011

MÉRIDA-VENEZUELA: LA HERENCIA DE CARMEN / por Fortunato González Cruz


LA HERENCIA DE CARMEN 

"...En fin, la herencia que deja Carmen es rica y variada en activos y pasivos, un patrimonio de experiencias que debe ser evaluado en talleres y reuniones, con alumnos y profesores, artistas y público. Un proyecto que le debe servir al mundo artístico de Mérida para aprovechar sus grandes potencialidades y resolver sus carencias. .."

Fortunato González Cruz 
Por la calle real 

Mérida-Venezuela
¡Carmen cumplió! El público apreció emocionado la ejecución impecable de una obra que requiere gran coordinación entre libreto, orquesta, coros, solistas y actores, con una escenografía que intentó superar las deficiencias de un teatro que no hay derecho lo dejen llegar a estado tan deplorable. La ópera Carmen ratificó la histórica vocación merideña por la cultura y el arte, actividades que permiten superar las diferencias políticas y los celos institucionales más evidentes en otros sectores. La contribución de personas, empresa privada e instituciones públicas fue fundamental, como los años de formación artística que permiten contar hoy con valores de la calidad que quedó evidente en la realización de la exigente obra. Ya se sabe de la capacidad organizativa y artística con que se cuenta, de la calidad extraordinaria de nuestros coros, del magnífico patrimonio orquestal disponible, del valor de nuestros actores, de la diversidad y riqueza de los grupos artísticos. También de las debilidades, deficiencias e ignorancias que pueden ser superadas y las que tienen que ser integradas de alguna manera para salir adelante. 

El público que acudió al Centro de Cultura “Don Tulio Febres Cordero” quedó impactado positivamente con la obra. El lenguaje gráfico del afiche y los pendones, su diseño e impresión; el impecable programa de mano; la atención de los anfitriones; la dirección de la orquesta; la armonía de los coros; el montaje modernista sin desnaturalizar el sabor andaluz de la obra; el respetuoso y sobrio sabor taurino. 
Impactaron la voz y el hechizo erótico de Mairin Rodríguez en el papel de Carmen, auténtica gitana; la recia encarnación de don José; la voz y la gracia de Micaela; el porte torero de Escamillo; la gracia y calidad artística del conjunto de actores principales. En fin, el espacio no permite mayor descripción de aquel milagro artístico obra de la buena voluntad y del profesionalismo de un equipo liderado por Nory Pereira, Decana de la Facultad de Arte de la Universidad de Los Andes; e integrado por Marie Rose Pérez de Alianza Francesa; Daniel Narváez y el equipo de FUNDECEM y muchos más. En primera fila destacó el señor embajador de Francia, flanqueado por las notorias ausencias del Rector de la ULA, el Gobernador del Estado y el Alcalde de la ciudad. 

En fin, la herencia que deja Carmen es rica y variada en activos y pasivos, un patrimonio de experiencias que debe ser evaluado en talleres y reuniones, con alumnos y profesores, artistas y público. Un proyecto que le debe servir al mundo artístico de Mérida para aprovechar sus grandes potencialidades y resolver sus carencias. 

Para la realización de la Ópera Carmen hubo un compromiso colectivo de la Facultad de Arte que fue honrado, con “la cuota de Judas”, como es normal. La envidia es la madre del resentimiento y el éxito del proyecto puso en evidencia ambos males, buena oportunidad para retomar el concepto de Comunidad Académica y separa la paja del trigo en una Facultad que recién nace y demanda precisiones éticas, científicas y estéticas. 
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Fortunato González, es Catedratico de la U.L.A. de Mérida-Venezuela / Miembro de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales / Fundador y Director de la Cátedra de Tauromaquia "G. Briceño Ferrigni" de la U.L.A.

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