viernes, 21 de octubre de 2011

Padilla, ahí hay un tío / José Ramón Márquez

Úbeda, 4 de octubre

Padilla, ahí hay un tío 

José Ramón Márquez

Ahí hay un tío. Padilla saliendo del hospital, para quien quiera verlo. Un torero que sale a la calle después de haber estado a milímetros de la muerte y que explica que está deseando volver a torear, que ama su oficio, que quiere sobreponerse a la tremenda cornada. Un tío.

No hace tanto tuvimos a la vista un deplorable espectáculo con otro torero, cogida de gorilón en Aguascalientes, y toda la acorazada dando informaciones nefastas de que si los litros de sangre transfundidos, que si la inexperiencia del equipo médico, que si el torero trágico hecho para morir en el ruedo, que si la lentísima, milimétrica recuperación hasta llegar al día en que convenía volver a ponerse en los carteles para principiar la particular feria de Abril.

Y Padilla, un tío con los Miura, con los Palha, con los Cebada Gago, los Victorinos, con los Ana Romero a cuestas, al borde de la muerte clamando por sus hijos -pura humanidad- en un momento que supera en intensidad y en dramatismo al de la cornada, y después, al salir del hospital con el rostro desfigurado, declarando su hombría en un acto de amor a la Fiesta, a su oficio, al toro, declarando sus ganas de volver.

Cuando le amputaron la pierna a El Tato, se mandó hacer una de palo y trató de torear en Sevilla. Era tal la dificultad de aquello que el público no le permitió seguir y le obligó a retirarse de la cara del toro. Tato, desolado, se fue a sentarse al estribo a llorar la rabia y la impotencia de no poder volver a torear. Padilla, en esa misma tradición de cuando los toreros eran hombres y no maniquíes de alta o baja costura, jugadores de billar marcando posturas, declara que volverá a vestirse de torero el año próximo y dice que no guarda rencor al toro que le hirió. Para quien sepa y quiera verlo, aquí van de nuevo sus títulos: Miura, Palha, Victorino,Dolores Aguirre, Cebada Gago, Charro de Llen,Hernández Pla, La Quinta, José Escolar, Cura de Valverde…
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