viernes, 9 de diciembre de 2011

El apoderado-entrenador / Por Paco Mora

Santiago López en su época de torero

El apoderado-entrenador

Estaba ahí, pero ninguno antes dimos con la definición. Se trata de esa suerte de apoderado que dentro de la ortodoxia taurina, posee también ribetes de mentor deportivo...

Paco Mora
Estaba ahí, pero ninguno antes dimos con la definición. Se trata de esa suerte de apoderado que dentro de la ortodoxia taurina, posee también ribetes de mentor deportivo capaces de influir en la preparación del torero y en el afianzamiento de su personalidad. El primero que ha empleado el término apoderado-entrenador ha sido Manolo Molés. El popular crítico taurino, ha estrenado la novedosa terminología taurino-deportiva aplicándosela a Santiago López, al que le viene como un guante el hallazgo idiomático.

Y como el que da primero da dos veces, en el Cossio deberá figurar cuanto antes esa expresión definitoria de claro matiz deportivo
“Apoderado-entrenado: Mentor de torero, profundo conocedor de la profesión de matador de toros y del negocio taurino, que con sus consejos y opiniones ayuda a formar y pulir el estilo, la técnica y la actitud del torero cuya carrera dirige”. 

Así es que el bueno de Santiago, un taurino de reconocido talento, que antes que monaguillo fue fraile, es desde ahora el apoderado-entrenador de Diego Urdiales. Antes lo fue de José Tomas, El Fandi, Rubén Pinar y algunos más.

A todos los dejó (o lo dejaron, peor para ellos) funcionando, y cuando volaron a su aire, se han parecido al torero que Santiago comenzó a entrenar como un huevo a una castaña. Algo similar a lo que ha ocurrido con el Barça de Guardiola. Lo importante es que cuando el gorrioncillo cuaje en gorrión, e incluso si se convierte en águila, no olvide quién le enseñó a volar y cómo. 

Santiago López Márquez. APODERADO
Natural de Alhama de Granada 
Nació el 5 de febrero de 1946

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