/Fotográfía: Taurología.com/
Cuñas de la misma madera
Pedro Javier Cáceres
Madrid, 09/01/2012.-
Simón Casas tiene la Feria de Fallas paralizada. No por su voluntad.
Le restan, apenas, dos o tres semanas para cerrarla y cumplir con el pliego de condiciones.
El empresario tiene claro el abono que pretende confeccionar; que está en vigor el acuerdo de retransmisión de la feria íntegra por Canal Plus y la obligación de hacerlo por contrato de arrendamiento (era una de las condiciones de mejora que auspiciaba la Diputación de Valencia).
Es por ello que la contratación de José Tomás desea posponerla para julio.
Casas ha intentado la contratación de las figuras base del ciclo durante los últimos días de forma infructuosa.
Más, ni siquiera ha podido hacer un primer boceto en base a la aceptación de honorarios, fechas, ganadería y compañeros.
Estos conceptos, que los apoderados deberían tener claro, tampoco: no saben, exactamente, que es lo que quieren sus poderdantes.
Ni siquiera socios como Matilla o Martínez Erice le han podido despejar dudas sobre Manzanares, Fandi , o Talavante.
Suponemos que Simón sabrá lo que quiere Luque, pero tampoco es de total certidumbre ya que por el cabo podría desenredarse la madeja y ganar tiempo.
Los toreros han antepuesto, a todo, la negociación de sus derechos de imagen.
Y la pregunta es ¿saben los toreros, todos, lo que quieren?
Esta negociación afectaría a 30 matadores de toros, puesto que, al parecer, esa era la exigencia de la intermediaria para hacerse cargo de la gestión.
A partir de aquí, y dando por bueno, que resulta difícil aseverar, surgen muchas preguntas.
Sobremanera en los propios toreros, sobre todo en los de “atrezzo” del G-10, entre otras cosas, y siempre según “radio macuto”, porque aquel que hubiere firmado y se contratara por libre con el empresario taurino deberá satisfacer una indemnización que cuentan es “leonina”.
Tal penalización ¿iría a las arcas del colectivo de los 30 para ir haciendo fondo y potencia? o ¿a la intermediaria?.
Todo apunta a una negociación global por el paquete de derechos de las ferias. Se habla de un 60% del monto.
Pero la globalidad que quieren para ellos no la admiten con la patronal.
Negociarán uno por uno, porque, dicen, cada feria tiene sus circunstancias.
De acuerdo ¿y cada torero no?
A todo esto
¿qué papel, y con quien, tiene que contratar la operadora interesada en una feria o en un festejo de forma puntual?
¿Tendrán que hacer el gasto la operadora y el empresario para que los toreros solo tiren de calculadora?
Si fuere así el procedimiento
¿han establecido los toreros el baremo de reparto entre ellos?
Si así fuera ¿Según a que criterios? ¿Cuál sería el porcentaje a devengar por la intermediaria?
Por la selectividad que se le exige al empresario para el equilibrio presupuestario, y que tirará por arriba, sin duda, y luego con aquellos fuera de los 30 que no den problemas….
de estos (de los 30) que no actúen en las ferias televisadas ¿se les asegura un fijo compensatorio y solidario? o ¿a verlas venir?
Todo ello ¿lo han firmado los toreros “de reparto” y lo saben?
Incluso entre las figuras es obvio que cada uno es un mundo y una cotización distinta, tanto objetiva como, más, subjetivamente.
O ¿es el gran problema para que , llegada la hora de la verdad, se retrasen las reuniones entre la empresa de Valencia y el bróker con los trastornos que ello conlleva?
Por cierto que sería clarificador que la Diputación de Valencia diera alguna señal indiciaria sobre su parecer, incluso una toma de postura.
Los derechos son compañeros de viaje de obligaciones.
Cambiando las reglas del juego en mitad de algunos partidos como son las ferias con contrato en vigor
¿cambiarán los empresarios y la operadora el sistema?
Me explico. Entre otras cosas
¿pasarán a ser los jefes de cuadrilla, los tenedores globales de su derecho de imagen principal, quienes tengan que negociar con sus subalternos según sus distintas circunstancias, y no colectivamente de forma directa de la operadora, como ahora?
Sin duda que a Canal Plus y a los empresarios, este asunto les está dando más de un quebradero de cabeza y muchas noches de insomnio.
A los aficionados la impresión de desbarajuste y ocurrencias que merman la ya delicada credibilidad de la Fiesta.
El verdadero problema se lo han creado los toreros a ellos mismos, y por la variante este “ruedo”, más que barbecho, es melonar sin amo.
Porque muchos no saben lo que han firmado.
Porque los que no lo han hecho, amén de la marginación potencial, puedan sentirse represaliados en compartir carteles y demás.
Porque todo apunta a una improvisación total, poco trabajada, y menos explicada.
Pero no a nosotros, Sr Juli, sino a Vds. mismos.
Y porque no hay peor cuña que la de la misma madera.
¡Al tiempo!
***Le restan, apenas, dos o tres semanas para cerrarla y cumplir con el pliego de condiciones.
El empresario tiene claro el abono que pretende confeccionar; que está en vigor el acuerdo de retransmisión de la feria íntegra por Canal Plus y la obligación de hacerlo por contrato de arrendamiento (era una de las condiciones de mejora que auspiciaba la Diputación de Valencia).
Es por ello que la contratación de José Tomás desea posponerla para julio.
Casas ha intentado la contratación de las figuras base del ciclo durante los últimos días de forma infructuosa.
Más, ni siquiera ha podido hacer un primer boceto en base a la aceptación de honorarios, fechas, ganadería y compañeros.
Estos conceptos, que los apoderados deberían tener claro, tampoco: no saben, exactamente, que es lo que quieren sus poderdantes.
Ni siquiera socios como Matilla o Martínez Erice le han podido despejar dudas sobre Manzanares, Fandi , o Talavante.
Suponemos que Simón sabrá lo que quiere Luque, pero tampoco es de total certidumbre ya que por el cabo podría desenredarse la madeja y ganar tiempo.
Los toreros han antepuesto, a todo, la negociación de sus derechos de imagen.
Y la pregunta es ¿saben los toreros, todos, lo que quieren?
Esta negociación afectaría a 30 matadores de toros, puesto que, al parecer, esa era la exigencia de la intermediaria para hacerse cargo de la gestión.
A partir de aquí, y dando por bueno, que resulta difícil aseverar, surgen muchas preguntas.
Sobremanera en los propios toreros, sobre todo en los de “atrezzo” del G-10, entre otras cosas, y siempre según “radio macuto”, porque aquel que hubiere firmado y se contratara por libre con el empresario taurino deberá satisfacer una indemnización que cuentan es “leonina”.
Tal penalización ¿iría a las arcas del colectivo de los 30 para ir haciendo fondo y potencia? o ¿a la intermediaria?.
Todo apunta a una negociación global por el paquete de derechos de las ferias. Se habla de un 60% del monto.
Pero la globalidad que quieren para ellos no la admiten con la patronal.
Negociarán uno por uno, porque, dicen, cada feria tiene sus circunstancias.
De acuerdo ¿y cada torero no?
A todo esto
¿qué papel, y con quien, tiene que contratar la operadora interesada en una feria o en un festejo de forma puntual?
¿Tendrán que hacer el gasto la operadora y el empresario para que los toreros solo tiren de calculadora?
Si fuere así el procedimiento
¿han establecido los toreros el baremo de reparto entre ellos?
Si así fuera ¿Según a que criterios? ¿Cuál sería el porcentaje a devengar por la intermediaria?
Por la selectividad que se le exige al empresario para el equilibrio presupuestario, y que tirará por arriba, sin duda, y luego con aquellos fuera de los 30 que no den problemas….
de estos (de los 30) que no actúen en las ferias televisadas ¿se les asegura un fijo compensatorio y solidario? o ¿a verlas venir?
Todo ello ¿lo han firmado los toreros “de reparto” y lo saben?
Incluso entre las figuras es obvio que cada uno es un mundo y una cotización distinta, tanto objetiva como, más, subjetivamente.
O ¿es el gran problema para que , llegada la hora de la verdad, se retrasen las reuniones entre la empresa de Valencia y el bróker con los trastornos que ello conlleva?
Por cierto que sería clarificador que la Diputación de Valencia diera alguna señal indiciaria sobre su parecer, incluso una toma de postura.
Los derechos son compañeros de viaje de obligaciones.
Cambiando las reglas del juego en mitad de algunos partidos como son las ferias con contrato en vigor
¿cambiarán los empresarios y la operadora el sistema?
Me explico. Entre otras cosas
¿pasarán a ser los jefes de cuadrilla, los tenedores globales de su derecho de imagen principal, quienes tengan que negociar con sus subalternos según sus distintas circunstancias, y no colectivamente de forma directa de la operadora, como ahora?
Sin duda que a Canal Plus y a los empresarios, este asunto les está dando más de un quebradero de cabeza y muchas noches de insomnio.
A los aficionados la impresión de desbarajuste y ocurrencias que merman la ya delicada credibilidad de la Fiesta.
El verdadero problema se lo han creado los toreros a ellos mismos, y por la variante este “ruedo”, más que barbecho, es melonar sin amo.
Porque muchos no saben lo que han firmado.
Porque los que no lo han hecho, amén de la marginación potencial, puedan sentirse represaliados en compartir carteles y demás.
Porque todo apunta a una improvisación total, poco trabajada, y menos explicada.
Pero no a nosotros, Sr Juli, sino a Vds. mismos.
Y porque no hay peor cuña que la de la misma madera.
¡Al tiempo!
El Imparcial
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