sábado, 14 de enero de 2012

El alcalde de Bogotá, ex terrorista del M-19, quiere suprimir la muerte.....¡en la corridas de toros!

Gustavo Petro actual alcalde de Bogotá 

Sigue el modelo de Quito:

Miembro de la guerrilla del M-19, dice que los espectáculos deben girar «alrededor de la vida y no de la muerte»

EFE / Bogotá
El nuevo alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, renunció ayer al uso del palco que la Plaza de Toros de Santamaría tiene reservado a la máxima autoridad de esta capital y propuso negociar con los organizadores de la temporada taurina, que comienza el próximo fin de semana, una modificación en las corridas.

Petro, quien asumió el cargo el 1 de enero y antes fue senador por el izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA) e integrante de la desmovilizada guerrilla del M-19, se declaró así contrario a las corridas de toros en uno de los países de Latinoamérica con más afición.

«Creo que es conveniente que la ciudad empiece a discutir públicamente la presencia de este tipo de espectáculos», expresó Petro. Por esa razón, «hemos decidido no asumir el derecho del palco en la plaza de toros», remarcó el alcalde.

«Queremos iniciar una negociación con la Corporación Taurina de Bogotá con el fin de modificar las circunstancias que hacen de las corridas de toros un espectáculo alrededor de la muerte», apuntó.

Según Petro, la plaza de toros de Santamaría es un espacio público que «debería tener una utilización múltiple en la cultura de la ciudad, pero que debería cerrarse a cualquier posibilidad de espectáculo alrededor de la muerte».

El alcalde ha hecho pública su decisión a dos días del inicio de la temporada 2012 en Bogotá, que comienza el próximo domingo con una corrida en la que alternarán el colombiano Sebastián Vargas, el español El Juli y el francés Sebastián Castella. En ella se lidiarán reses de Las Ventas del Espíritu Santo, ganadería de César Rincón.
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2 comentarios:

  1. Otro hipócrita mas en el mundo, como muchos de los que tenemos en España, que dice y demuestra importarle mas la vida de los toros que la de los seres humanos, por su condición de miembro de una guerrilla. ¡¡Vivir para ver!!.

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  2. El Alcalde Petro ignora el fundamento de la fiesta. Los toros no se matan con un propósito criminal, como hacen los guerrilleros. ellos se crían con un fin: ser lidiados y jugarse la vida por su bravura. Algunos lo logran, otros no lo merecen. No es un sacrificio ni mucho menos una barbarie, existe un fundamento artístico y una razón histórica que va más allá de lo que acontece en el ruedo.

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