jueves, 26 de enero de 2012

La temporada sigue en el congelador Por Álvaro Rodríguez del Moral


Valencia espera los carteles de las Fallas


La temporada sigue en el congelador

Álvaro Rodríguez del Moral

¿Ruptura?
El reciente plante de Simón Casas a los muchachos de All Sports Management, léase Rubén Amón y Javier Folqué, puede ser el reflejo del inmenso cabreo del planeta empresarial, que se siente ninguenado por la extraña actitud de los toreros que, bien cargados de razones, han errado por completo en el tempo y las formas de una reacción coral que ya está viviendo algunas deserciones, en especial en la clase media de un escalafón que no puede hacer frente en igualdad de condiciones. El tema está más o menos claro: los toreros quieren que las empresas se sienten a negociar con sus apoderados por un lado y sus representantes de imagen por otro, pero atendiendo a sus pretensiones económicas en bloque. La consecuencia es evidente: televisión y empresas tienen que renunciar a un buen puñado de duros.

Más comunicados
Mientras el asunto sigue más que enconado, los toreros han vuelto a emitir un comunicado con el que se pretende templar algunas gaitas. Este documento señala que “los toreros no pretenden reclamar más dinero a los operadores televisivos ni cuestionar la posición de los subalternos ni de los ganaderos. Tampoco se le discute al empresario su papel fundamental de productor, pero la Unión ya ha expuesto en otras ocasiones que el reparto vigente relativiza el protagonismo de quienes asumen los mayores riesgos y tiempo en las transmisiones”. De la misma forma, vuelven a reivindicar la vuelta de las retransmisiones a RTVE.

Sin novedad en Adriano

El jaleo montado tiene atados de pies y manos a Eduardo Canorea y Ramón Valencia, que han alterado su habitual ritmo de trabajo esperando la resolución de un conflicto que, más que nunca, parece encallado. La cuerda se rompera por la parte más débil y aunque dicen que el teléfono de Pagés no se descuelga para los emisarios de All Sports Management, el tiempo empieza a correr en contra y tarde o temprano tendrán que sentarse en la misma mesa. Mientras tanto, soñaremos con ese mano a mano de Morante y Manzanares con los toros de de Núñez del Cuvillo que se baraja en los corrillos como plato fuerte de un abono que mantendrá idéntica arquitectura a la que se ha ido conformando en los últimos lustros, que tendrá que luchar con los actuales condicionantes económicos. Hay quien apunta también a una hipotética encerrona en solitario del gran artista alicantino, protagonista de la mayor apoteosis vivida en la plaza de la Maestranza en las últimas décadas.

Río revuelto
Algunos aficionados demagógicos, esos que nunca se enterarán de nada, están aprovechando el famoso enredo catódico para despacharse agusto contra las figuras. Con o sin el tirón taquillero que sería exigible, ellos son los que dan sentido a un espectáculo que siempre ha zozobrado en manos de los mediocres. El personal está condenado a entenderse -Pablo Chopera también tiene su parte de razón- sin encarecer un espectáculo en el que el que más agujeros se han hecho en el cinturón ha sido el gremio ganadero. Lo que hace falta, lo decimos una semana más, es repartirse mejor un pastel que no da más de sí. Veremos si el experimento torista y alternativo que ha montado Patón en la feria de Castellón para regocijo de ciertos sectores de la afición -tres corridas consecutivas en las que alternarán reses de Cuadri, Miura y Victorino- da el resultado apetecido. Café para los muy cafeteros… Ah, de la Unión de Criadores hablaremos la semana que viene, después de la Junta General. Más curvas.
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De toros en libertad

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