domingo, 1 de enero de 2012

VENEZUELA: EL PUEBLO TIENE LA PALABRA / Por Fortunato González / Primer artículo del año.



EL PUEBLO TIENE LA PALABRA 

"...Los rojos suponen que los venezolanos somos un pueblo sinvergüenza fácil de comprar, ligeros de dignidad y decoro. Pero se trata de la radicalización de un modelo tiránico y anacrónico frente a la alternativa democrática y modernizadora..."

Fortunato González Cruz 
Por la calle real 

Mérida, 1 de Enero de 2012.-
Este año es definitivo para los venezolanos porque se enfrentará un gobierno corrompido, ineficiente y tiránico pero forrado en dólares y con todo el poder, que tratará de imponerse a lo Jalisco. La oposición habrá escogido su candidato que tendrá que lidiar en un clima atroz, pero que tiene los votos de la mayoría de los electores. Si tiene los votos para ganar, como se sabe por los resultados de las últimas elecciones, la estrategia es clara: 

El primer desafío es el control electoral: No puede dejar una sola mesa de votación sin testigos que vigilen el proceso de votación y escrutinio, conserven las actas y las entregan donde deben procesarlas. La vigilancia extrema del voto desde la urna hasta la sala de cómputos en el Consejo Nacional Electoral es vital. La maquinaria electoral debe ocuparse fundamentalmente de eso, menos que de pegar afiches. 

El programa de gobierno debe basarse en los valores y principios de la Constitución, que encarnó en su momento un sueño de país y ha sido una gran frustración. Los fines del Estado son el bienestar y la prosperidad, negados ambos por quienes detentan el poder. Deberá conciliar su programa con el de los candidatos a gobernadores y alcaldes, y ofrecer coherencia en ideas y proyectos. 

El candidato debe cuidar con quien se retrata para sumar y evitar endosos negativos: La oposición tiene su cuota de Judas, en particular los que pretenden mantener cuotas de poder sin compromisos ni políticos ni éticos. El mensaje renovador que encarna puede ser desdibujado por apoyos inconvenientes. 

Los venezolanos estamos claros en lo que nos jugamos. Lo saben quienes han recibido y quienes les han quitado, los de arriba y los de abajo, los que han aumentado sus riquezas y los que la han perdido. Los rojos suponen que los venezolanos somos un pueblo sinvergüenza fácil de comprar, ligeros de dignidad y decoro. Pero se trata de la radicalización de un modelo tiránico y anacrónico frente a la alternativa democrática y modernizadora.
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**Fortunato González Cruz,
Catedratico de la U.L.A. de Mérida-Venezuela / Miembro de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales / Fundador y Director de la Cátedra de Tauromaquia "G. Briceño Ferrigni" de la U.L.A.

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