domingo, 19 de febrero de 2012

Enredo y desenredo del toreo en las primeras grandes ferias / Por José Antonio del Moral


Enredo y desenredo del toreo 
en las primeras grandes ferias

José Antonio del Moral
Valencia, Castellón y Sevilla dejarán fuera de sus ferias a varias figuras con el El Juli a la cabeza mientras el gran torero amaga con retirarse. Casi nadie lo ha creído porque en Madrid contratarán a todas las estrellas y ya se verá después si las corridas del abono isidril se televisan o no. 

El conflicto creado por el grupo de grandes figuras llamado G-10 tras haber entregado la negociación de sus derechos de imagen a una empresa especializada de cara a las ferias y corridas televisadas, está deparando muchos problemas a los más directamente implicados ante el estupor de los aficionados que, a la postre, serán los más perjudicados. Las dos primeras ferias de la temporada 2012, Fallas y Castellón, han sido las primeras seriamente afectadas y la que les sigue de Sevilla parece que tampoco contará con algunos toreros importantes entre los que destacan El Juli y Miguel Ángel Perera quienes, por ahora, son las principales víctimas. Por el momento, el diestro que parece intocable es José María Manzanares. Y es que Manzanares es mucho Manzanares y Matilla, su apoderado, mucho Matilla… Tampoco estará Ponce en Sevilla, pero por propia voluntad tras 22 años sin faltar pese a lo poco que siempre le quisieron en La Maestranza.

Por negativo, el caso de El Juli es el más llamativo por tratarse del matador de toros que más viene triunfando en las campañas anteriores aunque, lógicamente, cada vez con menor fuerza taquillera. Como las carreras de ambos son dirigidas por apoderados independientes que no tienen nada que ver con las empresas que, además, se dedican al apoderamiento de toreros – varios pertenecientes al G-10 -, a no pocos extraña que el grupo de los grandes no esté actuando con total solidaridad porque otro gallo cantaría si hicieran piña sin tolerar que unos fueran contratados y otros no. 

El año pasado, El G-10 consiguió de los poderes públicos que la Fiesta pasara a depender de Cultura, algo realmente importante. Pero su posterior y comprensible empeño en gestionar conjuntamente sus derechos de imagen, no les está saliendo como pretendían. Las empresas de las plazas de toros de Valencia y de Sevilla han aceptado pagar por estos derechos, pero el alto coste que supone les ha llevado a no contratar a varios de los más caros para compensar las pérdidas.

Seguro que esta decisión afectará a la venta de abonos y de entradas sueltas en mayor o menor grado porque, dada la carestía de los precios y en plena crisis económica, los públicos elegirán asistir solamente a las corridas que cuenten con la participación de toreros atractivos. No obstante, habrá que ver qué sucede al respecto en la ferias de la Magdalena y de las Fallas que este año coinciden para saber hasta donde llega la sequía. En Castellón predominan los carteles toristas con diestros en su mayoría modestos. Solo hay un festejo de cierto lujo en el que figura Enrique Ponce que llevaba cuatro años sin actuar en la capital de la Plana. En las Fallas también actuará Ponce por partida doble por ser quien es su tierra, así como José María Manzanares, Sebastián Castella, El Cid, Alejandro Talavante y Daniel Luque. Pero no El Juli, ni Morante, ni Perera, ni por supuesto Cayetano.

Por lo que ya se sabe, en Sevilla tampoco estarán presentes El Juli y Perera, pero sí Morante que actuará en tres festejos, al igual que Manzanares. La única corrida cerrada es la del Domingo de Resurrección: Toros de Núñez del Cuvillo para Morante, Manzanares y Daniel Luque, incluido en este cartel en vez de El Juli que es quien debería actuar por derecho propio tras sus grandes triunfos en la Maestranza los dos últimos años.

Sin embargo, este derecho natural de la jerarquía en el torero se ha visto alterado como nunca a raíz del conflicto televisivo. El Juli, que ya temía no ser llamado por las empresas de plazas importantes al llegar a México, protagonizó una actuación a la desesperada el pasado 5 de febrero en La Monumental de Insurgentes logrando un triunfo que casi le cuesta un par de cornadas frente a dos pésimos toros de los que sacó partido a base de entregarse totalmente como si estuviera empezando sin contratos a la vista. Pero esta vez, su incondicional disposición no le ha servido de reclamo sino solamente de protesta. El derroche de valor de El Juli en México provocó que su apoderado, Roberto Dominguez, gritara a los que estábamos cerca de él en el callejón que íbamos a ver lo que pasaría después: “!Será el toro será el que ponga a cada cual en su sitio”. Pero tan no está siendo así, que hace pocos días filtró la posibilidad de que El Juli decidiera retirarse a “descansar”… Ya veremos si se trata de un amago en forma de globo sonda o qué. En cualquier caso, también habrá que esperar a que se celebre la feria de Sevilla y a cual será su resultado económico. Buscando remedio, la empresa de la Maestranza ha intentado que José Tomás figurara en el abono aunque sin actuar en los carteles feriales y el de Galapagar ha dado la callada por respuesta después de haber logrado un principio de acuerdo para regresar a Sevilla tras diez años ausente. Si actuara por fin, ya veríamos si tira del abono o no. La gente no está para bromas ni dispendios. 

Menos mal que, a la vista de tan mayúsculo enredo, los que comandan actualmente los destinos de Las Ventas tomaron la acertada decisión de organizar la feria de San Isidro contando con todas las figuras y, una vez contratados, verán si conviene o no televisar las corridas del abono. Se hacen apuestas y va ganando el no.
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