miércoles, 14 de marzo de 2012

FERIA DE FALLAS: Novillos de El Parralejo para premio en Valencia


 Novillos de El Parralejo para premio

Andrés Amorós / ABC
Valencia, 13/02/2012
Hace un par de años, cuando Mario Vargas Llosa ganó el Premio de periodismo taurino Manuel Ramírez, del ABC de Sevilla, me dijo que nunca había asistido a un tentadero. A través de Álvaro Rodríguez Guitart, nos invitó Pepe Moya a su ganadería, El Parralejo: pasamos un estupendo día de campo.

A esa ganadería pertenecen estos novillos, que obtienen un triunfo clamoroso; salvo el primero, flojo, los otros cinco, bien presentados, son encastados, repiten, dan espectáculo. Al tercero y cuarto se les concede justamente la vuelta al ruedo; para este último, además, se pide el indulto.

Para los novilleros, es una gran oportunidad pero también un riesgo: con estas reses, no cabe excusa. Conchi Ríos y Román cortan una oreja; Fernando Adrián da dos vueltas. Pero me temo que los novillos merecían más...

Conchi Ríos ha triunfado ya en Madrid; es una joven atractiva, de aspecto moderno. El primer novillo se cae demasiado. El cuarto repite incansable, humilla. La novillera lancea muy decidida, abriendo el compás. Con la muleta, le planta cara, se queda quieta, se hincha a torear. Antes de que lo llame, lo tiene encima. Aunque sufre dos desarmes, la faena ha calado y el público reclama el indulto del novillo. No lo concede el presidente pero saca a la vez dos pañuelos, blanco y azul: oreja y vuelta al ruedo a la res.

Muy vistoso
Lo mismo había sucedido en el tercero. Román, de la Escuela de Valencia, es rubio, de cara aniñada, se maneja con facilidad. Torea muy vistoso pero con ventajas, conecta fácilmente con los paisanos: adelanta mucho la muleta, engancha bien al novillo, liga naturales pero abusa del pico. Concluye con las inevitables manoletinas. Corta una oreja y le piden la segunda. Gana también apoderado: a partir de hoy, la empresa de Valencia. El sexto se mueve mucho pero es más pegajoso. Román trastea con soltura pero sufre desarmes y enganchones: la petición de oreja es minoritaria.

Fernando Adrián, formado en la Fundación «El Juli», es alto, se le nota muy puesto, con oficio; le falta depurar su estilo y ajustarse más. En el segundo, muy bueno, liga en corto naturales pero pincha. El quinto mansea en varas, se viene luego arriba. Adrián se muestra voluntarioso pero acelerado, no le coge el ritmo. No nos libramos de las manoletinas. (Las desacreditó Montalvo, un futbolista del Real Madrid, por darlas fácilmente. El ejemplo de José Tomás las ha vuelto a poner de moda. Por desgracia).

De Conchi Ríos se ha ocupado un periódico hebreo: para la Fiesta, ¡qué bueno sería que cuajara una torera!

El gran espectáculo lo han dado los novillos del Parralejo, los hermanos de los que vio tentar Mario Vargas Llosa: dignos de un Premio Nobel.

El triunfo de Román le deparó apoderado apoderados:
Simón Casas y Santiago López

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