lunes, 30 de abril de 2012

El hombre propone, Dios dispone y el toro descompone… a las figuras también / Por Pedro J. Cáceres



El hombre propone, Dios dispone y el toro descompone… a las figuras también


Pedro Javier Cáceres / 30/0472012.-
 
No era, la de Sevilla, una gran feria sobre el papel. Las circunstancias están suficientemente explicadas y las sintetiza Campoamor: “….todo es según el cristal con que se mira”.

Pocos quieren convenir que la crisis en España es brutal, y en el “toro”, el espectáculo que se ofrece, su gestión y administración más.
Pero la crisis del sector es sólo (dicen) imputable a los empresarios; usureros, no saben hacer carteles, represalian a las figuras díscolas, desprecian a la afición, etc.

Que la gente no retire su abono o no vaya a los toros como antes, hace un lustro o más (porque la diferencia de lo que va de este año respecto de sus anteriores está por debajo de la ruina de otros sectores, ver datos) es solo cuestión de ausencias deliberadas de figuras (1, tan sólo, de las del catálogo actualizado) y no de economía; en un país con 6,5 millones de parados, una tasa del 24% y el panorama más negro que los gayumbos de un indigente y una amenaza de ERE y despidos en El Mundo (diario), por ejemplo, de 200 operarios.

Valencia ha sido rentable, al menos para asegurar una temporada de toros y una feria de julio deficitaria.
En Sevilla ha habido una ocupación media, con todas las adversidades críticas y soflamas rayando el boicot. de cerca del 75% con 19 espectáculos de abono y precios “altitos”. No nos olvidemos del tifus, pero hablamos de ocupación.
En Madrid, a cuya feria anunciada y la gestión de Taurodelta se les ha pegado puyazos carniceros, tapándole la salida, se ha renovado el 90% del abono de 17.600 y se ha incorporado nuevo más de un 5%. Total, sobre 16.700 abonados garantizan cerca de los ¾ de plaza antes de abrir taquillas para boletos sueltos.

Sin embargo, y habría que ponerlo en valor, antes que disparar a todo lo que se mueve por que tal o cual figura no está en el abono, los datos; que son los que son.

Y si no son más, al menos en relevancia para subir el porcentaje de asistencia, acháquese si se quiere a las ausencias (piadosa media verdad, que es la peor de las mentiras) la crisis, los precios, la longitud de los abonos que encarece el precio final del producto, pero sobre todo a la calidad del espectáculo que los actores ofrecen que está bajo mínimos: en competitividad, rivalidad, frescura, imaginación…emoción, en suma.

Con el panorama enrarecido por el SEPLA taurino (llamado G-10), Sevilla propuso —el hombre propone- una feria en base al toro, versátil: el de las figuras y el otro.

Entre los hierros adecuados a los gustos de los “controladores” se contrataron (¿O es que matan otra cosa?) a saber: Juan Pedro, Victoriano, Garcigrande, Daniel Ruiz, Cuvillo, El Pilar. Y Jandilla para los valientes.
Tenían FuenteYmbro para hacer una mueca, Victorino para hacer un mohín, Cuadri para hacer un gesto.
La de Ventorrillo entró como entra, hasta ahora, en las grandes ferias.

¡Por cierto! Ninguna de todas estas es barata, todo lo contrario. Y dicen, los que se contradicen, que el toro es el elemento básico. La única que cotiza en este TOREX 10 (o12,o14) y no se anunció es Alcurrucén, pero estará en San Miguel.

Si querían probaturas y salir del “clan” de hierros afines (que no sólo es atropellarse de tres en tres en carteles) tenían las corridas debutantes de Montealto y Torrehandilla, con buenos orígenes y no mal currículo. Y viceversa la de Torrestrella.

Para meritorios y guiños al “afisionao”, y méritos contraídos con anterioridad en El Baratillo, Conde de la Maza. Para cerrar la clásica de Miura.

Dios dispuso poner a prueba la feria y mandó agua, viento, zozobra y, cierto, una gran dosis de mansedumbre en las camadas elegidas ¿por quién? ¿o es que los veedores de los toreros se han apuntado al paro?

Y el toro descompuso.
Encierros completos ninguno. Quizá la corrida de El Pilar y Fuente Ymbro se aproximaron.
El resto tampoco es que aportaran un gran número de ejemplares sueltos, verdad; pero los ha habido, en menor número que otras veces, cierto.
Y apenas hubo una tarde redonda gracias a Manzanares.

Pero es que el toro, el del hierro que las figuras eligen, que son los que tiene que tirar del carro descompuso, también, un escalafón anodino y acomodaticio. De picar billete y seguir ruta.

Por arriba quitas Manzanares y Talavante (más por lo que proyectó que por hechos consumados) y tendríamos que escrutar la feria de Morante, El Cid, Cayetano (G-10), Castella. Luque, no ha sido, “lu que parecía”

La Feria de Abril se ha nutrido de la capacidad de Fandiño y Javier Castaño.
La versatilidad y adaptación de El Fandi.
La maestría de El Fundi, la emotividad del regreso de Padilla.
La calidad de David Mora con el mejor toro de la feria.
Las agradables sorpresas de proyectos en ciernes como López Simón o Jiménez Fortes. La feliz actuación de Joselito Adame y en tono menor, pero destacable, la evolución de Silveti.
Las orejas domésticas de Nazaré y Esaú que consten en acta.

Y esto es lo que hay. ¿Que hubiera pasado de estar El Juli y compañía en la feria?
Más redonda, más lujo, menos críticas, más lógica y que hubiera puesto el “no hay billetes” en las que faltaron 1.000 entradas, que se hubiese renovado algún abono más y seguro, seguro, que tal como se ha dado la feria Manzanares no estaría tan sólo y tan cómodo en la cúpula de los escasos triunfadores, porque han embestido pocos toros (dicen) -menos los toreros, las figuras- pero con esos que no han embestido, dicen, al 80% El Juli les corta las orejas… o los pincha, pero triunfa.
Por eso, sí, se le ha echado de menos.

Lo demás está por ver, o está visto.
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