viernes, 27 de julio de 2012

EN EL CASTILLO DE LOS CASTILLO / Por El Bardo de la taurina




EN EL CASTILLO DE  LOS CASTILLO 
El Bardo de la taurina
México, 26/07/2012.-
  Desde siempre me he propuesto solo darle uso a esta ‘calumnia’ para dirigirme a personajes del entorno público como lo es el caso de Don Héctor Castillo Abreu, hombre sin el cual no se podría entender completa la historia de los tendidos de las plazas de toros del mundo y es que ahora que se echó al lomo ochenta almanaques de los cuales cuando menos ha dedicado setenta a labrarse primero y luego a cimentarse un prestigio taurino que hoy lo sitúa como autoridad en el medio pero sobretodo como un hombre cuyo sólo nombre, escribe el presente de los ayeres, de siempre y por siempre, y por ello se puede reflexionar tomando este referente, el ¿Por qué la fiesta está tan carente de seres como éste? tan apasionado, tan entregado a su fiesta y la respuesta es bien simple y es por carencia de taurinísimo o incluso pa’ decirlo claramente porque hoy muchos se dedican usar a la fiesta como aparador de exhibicionismo y esto sea dicho en el más amplio de los sentidos, lo cual nos conlleva a rincones tan lamentables y censurables como el valerse de los medios de comunicación modernos e incluso las redes sociales para jugarle disque al  ‘periodista’, al ‘escritor’, al ‘cronista’, al ‘fotógrafo’, al ‘camarógrafo’ o al ‘editor’ y esta es la razón para quienes preguntan el ¿Por qué se está trabajando en el proyecto de parir un libro que será titulado ‘¿Quién es quién en la crónica taurina mexicana?’ el cual desde luego no se ocupara de los seudos, gilipollas,  o de los arribistas y si en cambio valorara el real nivel de los comunicadores,  sobre el proyecto que ya camina, solo decir que no es una idea del todo novedosa pues hace años en el ámbito ‘Social’ ya la implemento el legendario ‘Duque de Otranto’ a través de su influyente tarea clasificatoria que denominó ‘Los Trescientos y algunos más’ y bueno adelantar que esta biblia no sólo abarcará a los profesionales como tales sino también a los que no perciben paga por su trabajo, pero que este es digno de tomarse en cuenta, aunque a final de cuentas los que cuentan en número casi no cuentan.
Y ya en términos de polémica voy con Héctor Castillo García taurino de opiniones radiofónicas quién no está de acuerdo con que buen número de aficionados sobre todo los de solera discrepen en  etiquetar a Manolo Martínez como un ‘ídolo’ cuando lo que fue, fue un ‘Mandón’ al respecto solo expongo que los ídolos deben de reunir varias condicionantes de mucho peso y por supuesto una de ellas es la identificación con el pueblo o -dicho de otra manera- el ‘tuteo’ con las multitudes, sin que esto tenga nada que ver con la franciscana palabreja de ‘humildad’ tan distorsionada hoy en día, pero tampoco con la altanería que es el veneno que destilan  los soberbio,   ¡nada de eso!, el ídolo es un ser que torea en faena de carismática sencillez  y que en sí se convierte en ese espíritu pleno de fantasía que todos llevamos dentro.

 ¿Pues quién no ha cantado en  complicidad con la regadera ‘Amorcito corazón’ al más puro estilo de ‘Pepe El Toro’?, ¿Quién no le ha pegado un ‘Trincherazo’ a un trolebús emulando al ‘Compadre’ Silverio?, eso es la identificación  o hasta el amalgamamiento del pueblo con el ídolo y viceversa, sin que esto le reste un ápice a la maestría, respeto y reconocimiento que se les profesa a los fuera de serie como lo fue el caso de Manolo Martínez cuya genialidad era imán de convocatoria y por siempre su recuerdo es presente, pero de eso a que el público lo haya ‘querido’ o ‘idolatrado’ al grado de imitarlo en sus conductas y modales (salvo una excepción), hay un abismo de diferencia incluso hay quienes aseguran  que ‘daba miedo acercársele’ lo que confirma que no necesariamente los más grandes son los ídolos.

¡Ídolos! ‘El Chango’ Casanova, ‘El Ratón’ Macías, ‘El Santo’, ‘Cantinflas’,  y desde luego los ya citados, Silverio Pérez y  Pedrito Infante ‘El ídolo de ídolos’ y  bueno como a los banqueros importantes no hay que quitarles el tiempo más que para pedirles lana, solo me apuro a preguntarle a Castillo García ¿Cree, usted en la premonición? y esto se lo consulto para dar pie a indagar si conoce mi amigo y desde luego los lectores las palabras que le receto el matador Lorenzo Garza a Manolo Martínez al cederle el toro de la alternativa (Traficante de Mimiahuapan) ‘-Que cuando triunfes , no te dejes llevar por la soberbia;…. y se pregunta el literato ¿Habrá  seguido el consejo?’- *Crónica de Sangre, autor José Alameda, Editorial Grijalbo.
Y para no salirnos del castillo de los Castillo, Eduardo el de la voz  enterada y halagoza cuando de chanelar de bureles se trata, pues por algo es quien escribió el libro ‘Nuestro Toro’ nos confirma, que estuvo al tanto de lo publicado recientemente en esta columna sobre los expresadores radiofónicos cosa que agradecemos por venir de un hombre dedicado de tiempo completo a la Fiesta Brava (y a preparar exquisitos riñones, hígados y moronga de toro bravo) lo que nos da pauta para comentar lo importante que es el que el público asista a la plaza capitalina con su radio portátil pues ahora que tantas voces están al servicio de la información una vez que se escoja la de la predilección de cada quien se podrá vivir las novilladas más a fondo y percatarse de aconteceres  interesantes y hasta trascendentales y no solo de ver lo que se ve desde el tendido como lo fue el hecho de constatar y admirar el domingo pasado durante el tercer festejo de la Temporada Chica, como están preparados en España los novilleros actuales como lo demostró el sevillano Borja Jiménez, quién sin mucho ruido llego a la Plaza México y nos enseño lo que es un torero completo desde que parte plaza hasta que desoreja en función de invitación a volverle a ver, Ricardo Frausto en cambio aposto por aceptar el reto de la evaluación ante novillos que si bien no eran sinodales pues cuando menos  algunos eran dignos de ser interpretados o más bien descifrarlos lo cual no logró el hidrocálido, pero como tiene tanta planta pues ya lo veremos ahora que se vuelva a plantar en la maceta monumental en la que de los tricolores  hasta ahora va a la cabeza taurinamente sin siquiera haber mochado una oreja  y  en cambio por su falta de academia  el de ‘negro’ le agujero la pierna aunque, lo bueno de ello es que esto le sirvió pa’ demostrar que por valor, seriedad y ganas no repara, en cambio a David Aguilar, que también tiene buena percha, la cuerda no le alcanzó para embraguetarse  y por ello no se embuchaco  una repetición  a corto ni a mediano plazo y todo porque los novillos requerían de toreadores, académicos y fajadores que obviamente no es la línea de este filigranero.

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