Fernand
Horrible gesto de dolor cuando el pitón se hunde en el abdomen de Fernando Cruz / Foto de Paloma Aguilar |
***
Firmeza y encanto de Delgado, estética de Leandro y mala suerte de Cruz
Juan Miguel Núñez
Madrid,15/08/2012 (EFE).- Una corrida hoy en Las Ventas con muchas cosas buenas, como la firmeza y el encanto del confirmante Miguel Ángel Delgado, la estética de Leandro Marcos, que a la postre paseó la única oreja de la tarde, y en el otro extremo la mala suerte de Fernando Cruz, herido muy grave.
En la enfermería fue operado Cruz de "dos cornadas, una en hipogastrio con trayectoria ascendente y penetrante en la cavidad abdominal, de 20 centímetros, que contusiona colon y mesenterio, observándose hematoma retroperitoneal. Y otra en cara anterointerna tercio superior del muslo derecho con una trayectoria ascendente de 10 centímetros, que alcanza al fémur y se extiende hasta el arco crural y retroperitoneo, de pronóstico muy grave".
POCA GENTE PERO MUCHOS ARGUMENTOS
La festividad de "La Paloma", la Virgen del Madrid más popular, otrora muy significada en el calendario taurino, ha perdido mucho. Quizás ya no hay tanta gente en la Villa y Corte por el mes de agosto, o la que hay con afición a los toros prefiere festejar la fecha acompañando a la Virgen en su paseo en procesión por las calles del viejo y castizo Madrid a la misma hora de la cita en Las Ventas. Poca gente en el tendido en fecha tan tradicional. No obstante, la tarde tuvo argumentos tan destacados como el buen toreo del confirmante Delgado, su actitud y magnífica aptitud, y la bonita expresión de Leandro Marcos en un toreo de mucha plasticidad. Lástima de la contrariedad por la cornada grave de Fernando Cruz. Delgado confirmó con el toro más potable del desigual encierro de Gavira, mostrándose muy firme y enterado, haciendo un toreo sentido y limpio, de mano baja y con ritmo.
El animal, que en los dos primeros tercios se había mostrado brusco, respondió bien en la muleta, sobre todo en la distancia corta. Una par de series a derechas y otra por naturales fueron muy jaleadas. Delgado embarcó al toro de cerca con lentitud, llevándole lejos y gustándose en una ajustada interpretación. Perfecto el toreo fundamental, con las oportunas "alegrías" de un cambio por delante y un par de circulares invertidos en el epílogo. Lo justo -no dio más de si el toro, que al final pidió las tablas-, pero muy intenso. Quizás por la frialdad de ser el primero, o porque faltó más contundencia con la espada, el caso es que no le dieron la oreja que en otras circunstancias hubiera sido muy justo reconocimiento.
En el cuarto no cabía más opción que estar valiente dada la condición del toro, que protestaba con la cara arriba y recortando, "midiendo" constantemente al torero. No tenía un pase, pero Delgado intentó dárselos, aunque esta vez el valor no fue suficiente. Al final dio la vuelta al ruedo.
El sexto fue un toro desrazado, que no terminaba de desplazarse, con el que el confirmante estuvo digno sin más.
Leandro, que no se centró en el que hizo segundo, entre dudas y con escaso compromiso a pesar de que el toro apuntaba cosas buenas, sin embargo, toreó con mucha prestancia y empaque al quinto. Todavía con el defecto de no llevarse al toro para adentro, el trasteo resultó fino y elegante. La faena, más que aroma y redondez estuvo preñada de "cositas", con muchos detalles de esa estética preciosista que tanto gusta en Madrid. Sobre todo en el fin de fiesta hubo ambiente de triunfo, con un exquisito ayudado por alto, la trincherilla y un desmayado, por dos veces estos dos últimos. Rodó el toro a la primera y eso contó también para que paseara la oreja.
Fernando Cruz cayó herido por su descompuesto y rebrincado primero, que "se metía" por los dos pitones, cazándole cuando intentó acompañarle la brusca embestida. La impresión por la doble cornada fue tremenda. EFE jmnb/car
FICHA DEL FESTEJO.-
Toros de Gavira, bien presentados y de muy distinta condición. Los mejores, los dos primeros -sobre todo el que abrió plaza, con un buen fondo de nobleza- y el quinto, más encastado y con mucha "transmisión". Los otros, más complicados. Especialmente malos, tercero y cuarto.
Leandro Marcos: dos pinchazos y casi entera caída y atravesada (silencio tras aviso); pinchazo y media en el que hirió a Cruz (silencio); y casi entera (oreja).
Fernando Cruz: herido por su primero.
Miguel Ángel Delgado: más de media algo trasera y tendida (aviso y gran ovación tras petición insuficiente); estocada caída (vuelta); y casi entera (ovación).
La plaza tuvo menos de un cuarto.
¿Se quejará ahora el Juli de que los toros de Madrid tenían cuernos? Eso hizo sobre alguna novillada de este verano y claro, es que como la cosa siga así corre el peligro de que cuando vuelva a Las Ventas tenga que enfrentarse a un toro-toro. Los toros pueden dar cornadas en cualquier momento y los que son fuertes, serios y en puntas pues con más probabilidad, por eso el Juli y sus secuaces procuran que esto no se produzca, y exigen el becerro desmochado, entonces ¿por qué se meten a toreros? Esto le ha ocurrido a Fernando Cruz que por querer ser torero por seguir luchando contra este trust del G10 que no le permite contratos, tiene que venir a Madrid a compromisos de esta envergadura sin torear desde hace tiempo, sin rodaje, sin sitio, porque la cogida del madrileño fue por esa causa además de sus ansias y vergüenza torera. ¿Cuantos hay como Fernando Cruz?
ResponderEliminarAyer también actuó en la misma corrida Miguel Ángel Delagado, otro caso sangrante de torero inédito que tomó la alternativa en Córdoba después de una brillante carrera de novillero y con 6o novilladas en esa temporada y después apenas ha toreado. Ayer se la jugó y se libró por casualidad, otra injusticia más de esta Fiesta de estructuras caducas y sucias.
La dignidad del toreo, su esencia y futuro radica en el Toro y en los toreros de verdad que se enfrentan a él, lo demás lo de los Juli y Cía. es una estafa continua que lo está llevando a una profunda sima.
Que se mejore pronto el valiente torero.
Saludos. Pepe Colmenar