miércoles, 15 de agosto de 2012

Tres motivos para pensar / Por Álvaro R. del Moral

Plaza de toros de Illumbe de San Sebastián

Tres motivos para pensar

Por Álvaro R. del Moral

Bildu: matando cadáveres. La Semana Grande de San Sebastián ya ha comenzado. Desgraciadamente podrían ser las últimas fiestas donostiarras que contaran con corridas de toros si Bildu consuma su intención de excluir la Fiesta de la programación del coso multiusos de Anoeta. La moderna plaza se estrenó en 1998 y venía a sustituir el añorado coso del Chofre que se llevó por delante la piqueta junto a un tiempo, unas gentes y una ciudad añorada que aún no había sido emponzoñada por el nacionalismo. La plaza actual fue el sueño del recordado Manolo Chopera, uno de los empresarios taurinos más importantes de toda la historia que habría sufrido al comprobar que el gran público ha ido dando la espalda a un coso taurino que no ha logrado instalarse en los gustos actuales de la sociedad donostiarra. Ésa es la pura verdad: Bildu no habría osado meterle mano al asunto en vida del gran Manolo Chopera pero tampoco habría sacado pecho -tal y como pasó en Cataluña- si los toros fueran una realidad consolidada en el día a día de San Sebastián. Aquella afición que bebía de la alta burguesía madrileña se fue con el derribo de El Chofre, hace demasiados años. La cosa pinta bastante mal.

Pepe Luís Vázquez

De la despedida de Pepe Luís. 
Zorro viejo y genial, Paco Dorado tenía guardado en la talega aquel mano a mano entre Pepe Luís Vázquez y Morante que la lluvia abortó un 28 de febrero de 2009 en la bombonera de Antequera después de ser presentado por ambos protagonistas en una rueda de prensa celebrada en Sevilla. El comandante, que anda desempolvando la guerrera, ha recuperado aquella idea para dar carácter oficial a la despedida de Pepe Luís en la plaza de Utrera y estrenarse por todo lo alto como empresario del controvertido coso de la Mulata en la Feria de Consolación. Por ahí van los tiros aunque aún no hay nada cerrado y la empresa se deja querer filtrando que el tercero en discordia podría ser Talavante mientras cada vez cobra más fuerza la idea de ese mano a mano que se confirmará en breve. Morante siente una especial debilidad por Pepe Luís y no ha tenido nunca empacho en reconocer que ha sido uno de los espejos de una tauromaquia que bebe de muchas fuentes y un único venero.

Francisco Ruiz Miguel


El caso del León de la Isla. 
El suceso recordó, de alguna manera, aquellas imágenes penosas de un Antoñete axfisiado por el tabaco y la vida el último día que se vistió de luces espoleado por ciertos intereses que no vienen al caso. Fue en Burgos, el primer día de julio de 2001 con 69 años a las espaldas; se lo llevaron a puñados, casi sin respiración, y hay quien afirma que la cadena de pago que retransmitía el evento había previsto focos en el túnel de la enfermería en previsión de ese lance trágico que se antojaba irremediable. Han pasado once años. En esta ocasión era Paco Ruiz Miguel el que enfrentaba su larga carga de trienios -sesenta y tres palos bien conservados- a un torete de Cuvillo, gacho y escurrido, que tenía que servir para que el viejo León de la Isla pasara un buen rato y disfrutara -ese nefasto neologismo taurino- en el coqueto coso de Tarifa matando el gusanillo vestido de torero para gozar esa familla renovada que le ha prestado la tele. Pero el bichejo escogido para la ocasión salió respondón y le hizo pasar fatiguitas antes de propinarle un porrazo brutal que pudo mandarle al otro barrio en el acto. Esta vez ha podido contarlo aunque aún permanece ingresado en estado grave en la UVI del Punta Europa de Algeciras mostrando la verdadera crudeza de una profesión que no admite bromas por muchas palmas huecas que las alienten. El mejor gesto del gran diestro de San Fernando sería no volver a ponerse un traje de luces.
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