Javier Beca Belmonte, Jesús Cuesta Arana, Pepe Luis Vázquez,
Miguel Ángel Laguna y Paco Laguna
**********
LA EMOCIÓN DE JUAN BELMONTE
Y PEPE LUIS VUELVE A LA MAESTRANZA
Jesús Cuesta Arana
Pintor y escritor
Organizado por la Cátedra Taurina, en la apertura del nuevo curso, se celebró en la Real Maestranza de Sevilla un homenaje a las figuras míticas de Juan Belmonte y Pepe Luis Vázquez. Abrió el acto Antonio Bustos, en calidad de director, con unas sentidas palabras las figuras de los inmortales homenajeados y a los componentes de la mesa. Acto seguido dio la palabra a Paco Laguna, quien desglosó de forma magistral la figura de Belmonte, en su carácter anárquico y creador de nuevas formas dentro y fuera de los ruedos. Incidiendo en la figura vigente del Pasmo, inimitable, pero que dejó una sustanciosa herencia a las generaciones venideras. A Toreo a partir de Belmonte tenía otro acento porque lo elevó a la categoría de arte. Hizo también el ameno e ilustrado escritor de Viila del Río, un interesante parangón entre El Pasmo de Triana y Manolete. Dos figuras ciertamente distintas en todo por dentro y por fuera. Dos concepciones distintas de la vida y por ende del toreo. Uno desde la línea curva otro desde la rectitud ; pero igualmente emocionaba, porque tenían un temblor nuevo. Una posición rebelde ante lo establecido. Salvando las distancias, hizo mención especial a Manuel Benitez (El Cordobés), que también, removió los cimientos de la Fiesta tanto en lo taurino como en lo social. Hechos cantan. La intervención de Paco Laguna fue largamente aplaudida por su caudal de conocimientos en la materia, por su amenidad y sobre todo por su brillante verbo. Oír hablar al escritor cordobés es penetrar en una enciclopedia en vivo. Una delicia escucharlo con tanto saber y tono.
A continuación interviene el pintor y escultor Jesús Cuesta Arana, autor de dos poemas dedicado a Juan Belmonte y a Pepe Luis que recita de viva voz. El artista crea a través de la palabra dos atmósferas distintas. Por un lado refleja el intenso dramatismo que emana de la figura del Juan Belmonte, con toda su barroca expresión y por otro el ángel o la gracia divina del torero de San Bernardo. Dos concepciones distintas para una misma fe en el toreo grande que viaja -sin solución de continuidad- desde la alegría a la tragedia.
Jesús Cuesta Arana, gran estudioso de la vida y obra de Juan Belmonte, se introdujo tanto en el personaje que no tardo en llegar la emoción. Es autor de una voluminosa biografía. Muy pronto,en abril, se va a presentar en el mismo escenario de la Maestranza un nuevo libro muy aumentado con nuevos datos, muchos inéditos, en torno al torero de Triana. Todo el mundo salió encantado con la actuación del artista Jesús Cuesta Arana, mientras recitaba entre el público se oían los sonidos tan maestrantes del “óle” y el “bien”. La voz del recitador estaba impregnada de mucho duende torero y flamenco, según se oyó decir. Fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos.
Para aumentar más la emoción el excelente guitarrista y profesor de guitarra flamenca del Conservatorio de Córdoba Miguel Angel Laguna, acompañó magistralmente el recital de Jesús Cuesta Arana. A Juan Belmonte por soleá de Triana. A Pepe Luis por alegrías. Se adentro pronto el joven guitarrista en la magia del momento. No en vano también es un magnífico aficionado práctico. Tiene muy buena percha torera y mejores sentimientos. De modo que por unos instantes transformó la guitarra en muleta y toreó con temple y ajustándose a la emoción incontinente del momento. Un gran guitarrista que camina a través de las cinco cuerdas hacia los grandes. Se pretende repetir tal acto en otros lugares. Un guitarrista con una gran proyección: Miguel Angel Laguna.
Pepe Luis Vázquez en sustitución de su padre Manolo Vázquez, nieto del celebérrimo y nunca bien ponderado Pepe Luis Vázquez Garcés. El joven de impresionante parecido con su abuelo de joven, que también anda en el sueño de ser torero, estuvo sensacional en su breve disertación sobre su visión del toreo inculcada desde pequeño a través de su abuelo, tíos. Dijo que pesaba sobre él una gran responsabilidad de dejar la marca de la casa alta. Sin duda el juvenil y rubio torero tiene sobradas condiciones para ser grande. Nació con el temple y la gracia. Lo demás se aprende. Cautivó si intervención en la mesa por su desparpajo y justa la palabra. Es simpático. Torea como es, con una alegría a flor de piel emocionando al mismo tiempo. Entiende el toreo como una caricia suave. Sin esforzar nunca lo que se lleva por dentro. El toreo por encima de todo es arte y más arriba duende o lo inexplicable. Esperamos ver pronto a Pepe Luis Vázquez por las plazas del mundo, siendo él mismo, pero con la inevitable carga genética. El joven torero fue largamente aplaudido. Toda la afición tiene puestas las esperanzas en él. Quiere verlo triunfar. El joven torero lo sabe.
Cierra el acto, Javier Beca Belmonte, nieto Juan el que pasmó al mundo, con unas breves palabras de gratitud hacia los miembros de la mesa, que habían logrado hacer una noche inolvidable con mucho sabor torero y flamenco. Manifestó su apoyo incondicional a toda muestra de cariño y respeto en torno a la figura de su abuelo, brindándose a colaborar en todo lo que sea posible. Hizo hincapié que el próximo año 1913 se celebra el centenario de la alternativa de Juan Belmonte y que se van a programas numerosas actividades culturales para celebrarlo. Para ello hay que contar con entidades importantes para realzar el acontecimiento. Concluyó que se está trebajando en firme para llevar la nave a buen puerto.
El Salón de Carteles de la Maestranza de Sevilla se llenó hasta la bandera. Todos los asistentes salieron comentando la brillantez del acto. Juan Belmonte y Pape Luis habían emocionado otra vez en la Maestranza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario