miércoles, 7 de noviembre de 2012

El límite de la dignidad / Por José Utrera Molina


El genocida....

"...La conducta de los responsables del Partido Popular que han tomado esta decisión –incluso contra la opinión de algunos de sus concejales- me resulta a mí como español, verdaderamente vergonzosa y creo tener la obligación moral de denunciarla..."

Muchos españoles estaríamos de acuerdo en que el rótulo de la calle que se piensa ofrecer a Santiago Carrillo tuviera esta connotación: 
“calle de Santiago Carrillo, ejecutor de miles de españoles en Paracuellos del Jarama”.

El límite de la dignidad
José Utrera Molina
Abogado 
ABC.- Aunque nuestras almas están ya bien saturadas de lo que podíamos denominar sorpresa y asombro, no lo están tanto como para admitir sin protesta alguna, hechos que producen una honda herida en la memoria de muchos españoles que aún viven y recuerdan en su frágil memoria hechos calificados de deleznables. Me refiero a la decisión de dedicar a quien fuera Secretario General de Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, una calle o espacio público en la capital, que ayer se adoptó por mayoría en el Ayuntamiento de Madrid, merced a la abstención del Grupo Popular.

Nadie en la historiografía contemporánea ha logrado desmentir a estas alturas la responsabilidad de quien presidía la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid en los tremendos fusilamientos de Torrejón de Ardoz y Paracuellos del Jarama donde fueron masacrados miles de españoles, muchos menores de edad, por el solo hecho de su credo o condición. Tampoco su responsabilidad, como ejecutor de las órdenes de Stalin, en la eliminación de muchos de sus camaradas en la posguerra. Se trata ya una verdad comprobada, algo que nos sacude el corazón aunque sean ya muchísimos años los que han trascurrido desde aquella tragedia y ha dejado de ser, afortunadamente, actualidad.
Puedo entender y no censuro el proceder de quienes han propuesto la concesión de tal dignidad desde los partidos en los que militó quien murió orgulloso de ser comunista. Pero la conducta de los responsables del Partido Popular que han tomado esta decisión –incluso contra la opinión de algunos de sus concejales- me resulta a mí como español, verdaderamente vergonzosa y creo tener la obligación moral de denunciarla. El Partido Popular está en su derecho de contribuir con su voto a que tal propuesta sea aceptada pero no puede olvidar que hay muchos españoles que se sienten abochornados por una conducta tan cobarde de quienes habían recibido su representación mayoritaria. Muchos españoles estaríamos de acuerdo en que el rótulo de la calle que se piensa ofrecer a Santiago Carrillo tuviera esta connotación: “calle de Santiago Carrillo, ejecutor de miles de españoles en Paracuellos del Jarama”.

Mientras contemplamos cómo se alzan las estatuas de Azaña y Largo Caballero, adalid de la dictadura del proletariado y principal impulsor del asesinato de José Antonio en palabras de Indalecio Prieto y se derriban por el contrario todos los monumentos que hacen referencia a quienes combatieron al comunismo en nuestra contienda civil no podemos por menos que clamar contra lo que estimamos una injusticia histórica al dedicar una calle de Madrid a tan siniestro personaje. Que conste que no todos los españoles compartimos esta vergüenza ejecutada de manera poco sensible y olvidadiza por parte de la alcaldesa de Madrid.

Pienso que es hora de enterrar en nuestra memoria colectiva episodios tan siniestros y significativos, pero de ahí a enaltecer a quienes fueron sus autores hay todo un abismo. Porque hay una obligación moral de lealtad con la memoria de los que dieron su vida por una España mejor y que están allí enterrados, sin que sus cuerpos martirizados puedan alzarse ya como acusación a quien jamás se arrepintió de permitir y autorizar estos asesinatos. Si el autor de aquella matanza hubiera luchado a campo abierto con su fusil en mano para defender sus ideas y hubiese caído en el campo del honor, yo me descubriría con respeto y tal vez con el orgullo de hacerlo. Pero no es este el caso de quien planeó y dirigió la mayor masacre que se ha cometido en España sin arrepentirse jamás públicamente de ello y ahora aparece póstumamente glorificado a pesar de su cobardía. Hay un reclamo vital del olvido de estos acontecimientos que envilecieron el alma de España. Yo me afilio a los que pretenden no mostrarse ya partidarios de las dos Españas que se enfrentaron en nuestra guerra civil pero me niego en rotundo a olvidar el heroico sacrificio de quienes hace ahora 76 años, ofrecieron su vida por Dios y por España.

Que queden estas palabras escritas en una mañana de octubre como testimonio de disconformidad y como limpia acusación de quienes han cometido esta desdichada e increíble decisión histórica.
Ana Botella, alcaldesa no electa de Madrid

"...Que conste que no todos los españoles compartimos esta vergüenza ejecutada de manera poco sensible y olvidadiza por parte de la alcaldesa de Madrid..."

4 comentarios:

  1. Ana Botella no llega a los miles de muertos del asesino de Paracuellos pero ya lleva cuatro, que pronto serán cinco por desgracia. Pues ya veremos si no ocurre alguna catástrofe más en Madrid debido a la mamandurria que se trae con concejales de la calaña del tal Villanueva.

    G. Alvear

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  2. Hay que ver lo que es el sectarismo. Como Utrera ha sido ministro de Franco, siéndole un hombre leal a él y a la Patria pues hay que descalificarlo y ya está. Poca costumbre hay hoy en día de ver personas tan honradas y al servicio de España desde los cargos públicos como José Utrera Molina.
    Al asesino de Paracuello no hay descalificarlo, a ese no, pelillos a la mar y pensarán que encima se quedó corto en sus beneméritos quehaceres al servicio de Stalin.

    A. Satrústegui

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  3. Como asiduo lector de este blog, entre otras cosas porque estoy identificado en el contenido de sus editoriales, tanto en los taurinos como en los políticos, tengo que manifertasme en total desacuerdo con la portura que observo por parte de la direción del blog.

    Pero antes de continuar con mi comentario me encuentro en la obligación de descubrirme ideologicamente con mi simpatía política. Yo soy una persona de derechas, mi vocación a esta actitud viene heredada por mis padres, dicho esto que creo que es bastante significativo, tengo que decir que mi simpatia hacia el Partido Popular no puede obligarme a cerrar los ojos para no ver la autentica realidad del momento actual por el que está atravesando nuestra querida españa.

    Una vez que me desnudado políticamente, tengo que decir que la libertad de expresión siempre que no se pierda las formas más elementales como puede ser la educación, tienen que ser válidas en un estado de derecho como gracias a Dios y a la democracia disfrutamos.

    No entiendo y me sorprende mucho que sea Don Juan Lamarca, el que haya suprimido los comentarios que he tenido la oportunidad de leer y que para nada ha dicho cosas 2que estubieran fuera de lugar. Quiero pensar conociendo el estilo democratico de este blog que el suprimir ciertos comentarios habrá sido una cosa pasajera y que no mantendra de una forma habitual este blog.

    Otra cosa bien distinta es que la linea habitual del blog pueda ser metese con todo el mundo, es decir que se puede meter o criticar actitudes del Gobierno del PP, del Ayuntamiento de Madrid o de la Comunidad madrileña, pero queda vetado hacerlo con la extrema derecha, entonces si es así, flaco favor le estamos haciendo a nuestra democracia.

    Me gustaría saber por parte de algún directivo de este blog cual debe de ser la actitud de los comentaristsas del blog para de esa forma saber yo como debe de ser mi proceder a la hora de destacar "Del toro al infinito" de otros blogres.

    Un saludo cordial

    Juan Pedro Linares

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  4. Sr Lamarca, con el máximo respeto que usted me merece y acogiéndome al Artículo 20 de nuestra Constitución, sobre la libertad de expresión, dice en su apartado a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

    Dicho esto y paralelando un poco lo expuesto en el último comentario por el Sr D. Jusan Pedro Linares, quisiera entrar un poco en el fondo de mi comentario que tanto parece haberle molestado.

    Trato de dar una opinión basada en la objetividad de unos hechos como demuestra muy bien las palabras del Sr Utrera Molina, sobre lo dicho repecto a Cataluña.

    Empiezo mi comentario diciendo "El que esté libre de pecado que tiré la primera piedra" es obvio que esto es aplicable a todo el mundo y en ese todo el mundo entrá el Sr Utrera Molina y yo, por tanto esto no tiene que molestar a nadie.
    Continúo diciendo "Pues tanto en un lado como en el otro, los hay muy buenos, buenos, regulares, malos y muy malos", esto lo apunto después de decir "Porque aquí parece que los malos pertenecen a una ideología de izquierdas y los buenos a la de derechas".

    ¿Qué a podido molestar? Quizás llamar al Sr Utrera Molina, "cristiano hipócrita" entre esto y llamar "hijo de puta" a alguien como se ha dicho en varios comentarios por parte de un habitual de este blog, creo que siempre es más censurable esto último y sin embargo nunca ha sido suprimido.

    Yo estoy casi seguro que si este mismo comentario se lo hubiera dedicado al presidente del Gobierno Sr Rajoy, no se habría suprimido por lo que sospecho que es intocable la derecha que está más a la derecha.

    Atentamente

    Juan Carlos Reina

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