viernes, 14 de diciembre de 2012

CENTENARIO DE “CANITO” UN FOTÓGRAFO DE LEYENDA: Por Rafael Dupouy Gómez



Caricatura realizada por Rafael Dupouy Gómez, obsequiada al gran fotógrafo y mejor persona Francisco Cano en el Centenario de su nacimiento.

CENTENARIO DE FRANCISCO CANO “CANITO”
UN FOTÓGRAFO DE LEYENDA

Rafael Dupouy Gómez
Caracas, 12/12/2012.-Caricatura realizada por Rafael Dupouy Gómez, obsequiada al gran fotógrafo y mejor persona Francisco Cano en el Centenario de su nacimiento. 

El 18 de diciembre de 2012, se estará celebrando un día muy especial, el cumpleaños número 100 de mi querido amigo Francisco Cano “Canito”. Pocos han llegado a lidiar tantos años con la admirable vitalidad y entereza del gran fotógrafo taurino.

Desde muy niño, gracias a las referencias descritas por mi abuelo Florencio Gómez Núñez en amenas tertulias familiares, pude enterarme quién era el curioso personaje. Nada más y nada menos que el único reportero gráfico presente en la Plaza de Toros de Linares que logró captar las fotos de la cornada y fatídica muerte del “Monstruo” de Córdoba, Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”.

Representaba un auténtico deleite poder observar la gran cantidad de fotografías históricas taurinas que mi abuelo conservaba de diferentes épocas del toreo, donde indudablemente sobresalía en la mayoría de las fotos una firma pequeña y simple que representaba cuatro letras: CANO.

El popular “Canito” le hizo a mi abuelo muchas fotografías durante su estadía en España en 1962; una de ellas, presenciando un festival taurino que se celebró en la placita de la Feria del Campo en Madrid, acompañado por su hijo Florencio Vicente Gómez Arráiz, su hermano Juan Vicente Gómez Núñez y su sobrino Carlos Martínez Gómez. Era un festival a beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer, organizado por la Presidenta de Honor, la Excelentísima Señora Marquesa de Villaverde, a quien le brindaron la muerte de sus novillos todos los participantes. Le acompañaban su madre, Doña Carmen Polo de Franco, el Marqués de Villaverde, los Ministros de Asuntos Exteriores, Hacienda, el Secretario General del Movimiento y otras personalidades.

Fueron lidiados cuatro novillos de la ganadería de Luis Miguel Dominguín, el día 4 de junio de 1962 a las seis y media en punto de la tarde. Integraron el cartel Domingo Ortega, Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana” y Luis Miguel Dominguín. Los tres, como es natural, torearon a placer, mataron muy bien y cortaron orejas. En cuarto lugar, se soltó un novillo, que rejoneó primero, muleteó y mató a estoque después don Álvaro Domecq y Díez que fue premiado con las dos orejas y el rabo aquella tarde. También participó Antonio Ordóñez, quien toreaba en público por primera vez después de la cogida que sufrió en Tijuana, que le hizo perder un buen número de corridas, pero demostró que estaba en condiciones de reaparecer pronto.

 (Foto: Cano). (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Festival a beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer. De izquierda a derecha: Florencio Gómez Núñez, Juan Vicente Gómez Núñez y Carlos Martínez Gómez en la Feria del Campo (Madrid). Al fondo, Doña Carmen Polo de Franco y los Marqueses de Villaverde.

Conocí personalmente a Francisco Cano “Canito” en mi país, Venezuela. Nuestro encuentro ocurrió en enero de 1990 durante un acto celebrado en el hotel Caracas Hilton con motivo del 60º Aniversario de la Línea Aérea Aeropostal Venezolana, la primera Línea Aérea Comercial de Venezuela, cuyo fundador y primer propietario fue mi abuelo Florencio Gómez Núñez, durante el gobierno de su padre, el General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República.
“Canito”, curiosamente fue invitado a ese acto por el gran aficionado taurino venezolano, Boris Piñero quien siendo Capitán de la Línea Aérea Venezolana Viasa, lo trajo al país para que presentara una exposición de fotografías taurinas que realizó con mucho éxito en Caracas.
Al concluir el acto de celebración durante el brindis, en compañía de mi madre y hermanos, se acercó a saludar a mi abuelo un simpatiquísimo y cariñoso hombre de pequeña estatura, entrado en años y con acento español. Mi abuelo, con una gran sonrisa, luego de abrazarlo, porque no lo veía desde hacía mucho tiempo, nos presentó al personaje preguntándonos: 

“¿No saben quién en este señor que me saludó con tanto cariño? Pues es nada más y nada menos que mi amigo el célebre fotógrafo Francisco Cano, el único que retrató a “Manolete” en la tarde trágica de Linares”.  
Sorprendidos saludamos a “Canito” con profunda admiración, sintiendo que estábamos conociendo a una auténtica leyenda viva de la tauromaquia. Toda esa noche la pasamos conversando de toros con Cano, escuchando sus anécdotas, coincidimos en que Rafael de Paula había sido el torero con más arte y pureza que mejor había toreado con el capote en la historia del toreo. “Canito”, sin palabras, me respondió con un fuerte apretón de manos corroborando lo dicho. El famoso fotógrafo taurino nos dijo que le habíamos salvado la noche, porque él fue invitado al acto, pero no conocía a nadie. Estaba maravillado con la belleza de la mujer venezolana.

Compré su precioso libro “Mitos de Cano”, escrito por el buen amigo don Andrés Amorós, catedrático, intelectual y experto conocedor del mundo del toro. El lujoso libro, de 331 páginas, es un verdadero deleite para la vista por las imágenes que contiene, donde se aprecian vivencias inolvidables captadas por el oportuno lente de Cano con gran profesionalismo. Figuras del toreo, artistas, Jefes de Estado y grandes personalidades del mundo entero, fueron inmortalizadas con su cámara.

El decano de los fotógrafos taurinos Francisco Cano, representa un ejemplo de constancia y amor a su profesión. En la Feria de Sevilla del año 2011, le pude ver en el albero de la Maestranza, con su peculiar gorra blanca esperando el inicio del paseíllo para captar con su cámara, como si el tiempo se hubiese detenido, las imágenes de los diestros actuantes. 
Su valioso e importante archivo fotográfico debe ser preservado para las futuras generaciones.

(Foto: Cano.-Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
 Florencio Gómez Núñez, a su hijo Florencio Vicente Gómez Arráiz y a Juan Vicente Gómez Núñez en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid. Año 1962 .

Conservo como oro en paño un afectuoso saludo de Año Nuevo de “Canito” de su puño y letra, fechado el 31 de enero de 2011 que dice lo siguiente:

“Don Rafael y familia. Este amigo le desea a usted y a toda la familia salud y suerte (Feliz Año 2012). Recuerdo en “Los Corales” a don Juan Belmonte y Rafael “El Gallo”. ¡Dios mío, ya pasó unos años! Yo el 18-12-2011 cumplí los 99 años y ya empecé los 100. Que Dios nos de lo mejor. Con todo mi afecto, Francisco Cano”.

Queridísimo amigo “Canito”, que Dios, “El Jefe” como tú le llamas, te bendiga con mucha salud y felicidad. Estas cumpliendo 100 años de una vida plena, digna y ejemplar. 
Gracias por transmitirnos siempre la alegría de vivir con tu envidiable vitalidad y cariñosa sonrisa llena de sencillez y bondad.
¡Feliz Cumpleaños!
Rafael Dupouy Gómez

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