Camada 2013 de Hugo Domingo Molina para las plazas venezolanas
RUBEN DARIO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Variedad de pelajes, diversidad de cornamentas… Pero una
sola rama de sangre Domecq, un solo concepto.
Son los toros que el Lic. Hugo Domingo Molina y sus hijos, Hugo Alberto y Hugo Jose,
crian en la finca La Porquera, en las
proximidades de la población tachirense de La Grita.
Empinadas montañas, ante un marco incomparable de lo que es
el toro bravo en su habitad natural –del que deberían tomar en cuenta los
animalistas de oficio- acompañan los nobles astados que lucen la bravura y
nobleza de los hierros de Rancho Grande, El Prado y La
Consolacion como bandera de una meticulosa selección y un fenotipo ya
característico en las ganaderías de toro bravo más reconocidas de la historia
taurina venezolana.
El inquieto aficionado tachirense Reinaldo Manjarres nos lleva a los potreros donde pastan los
pupilos que harán el examen del 2013 para perpetuar el legado de una casa
ganadera con sello propio.
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