"Granero", fotocomposición de Luis López
El 7 de Mayo de 1.922 Manuel Granero toreó su última tarde en Madrid. Camino de la plaza el infortunado diestro pasó por el estudio del fotógrafo "Kaulak" dejando para la posteridad una instantánea en la que el rostro del torero presagiaba su final. Esa foto es el hilo argumental del siguiente relato corto
"Manolo sujeta el capote sobre el hombro contrario atendiendo a la abertura del obturador. Sostiene una mirada melancólica. No sabe qué almorzará ni qué dos toros sorteará a mediodía. Como tampoco que al caer la tarde, cerrará los ojos ahogado en cloroformo para no abrirlos jamás.
“Manué” no sabe que su última foto vestido de luces caerá, años después, en manos de ese cronista que la mira pensando con qué frase cerrar la reseña de la corrida del día. Que no intuye, como ni tú mismo sabes atento lector, qué ocurrirá al levantar la vista de esta palabra. Desconozco adonde te empujará esto que lees, pero de algún modo trato de expresar que todos somos como Manolito. A todos nos sigue el morlaco final y un último almuerzo. Así pues, mira directamente a la cámara y ¡sonríe!"
Juan...
ResponderEliminargracias por publicar este relato corto que escribí hace algún tiempo. El toreo de la Edad de Oro es fuente inagotable de inspiración.
Un saludo para ti y todos tus seguidores.
Luis
Gracias tambièn de Pedrito por este homenaje a un grande que un toro mató en Madrid
ResponderEliminarSoy Pablo Duque y agradezco si me podeis describir el color "bromuro" en el traje de torear (en la muestra fotográfica se observa un color violáceo).Ese detalle es hoy dia poco tomado en cuenta por los narradores, comentaristas y cronistas de una corrida de toros, cuando ha sido un elemento de tanta importancia en la fiesta, como es el observar, cómo se ha vestido el torero para su cita en la plaza.
ResponderEliminarEstimado sr. Duque,
ResponderEliminarrealmente no tomé el término 'bromuro' como un color. Si repara en ello el relato tiene como eje central una fotografía, que para revelarla analógicamente emplea unos reactivos químicos. Uno de esos reactivos halogenados es precisamente el 'bromuro de plata', y de ahí tomé el título de mi relato original. Simplemente me limité a adaptarlo al tema que trataba dando un toque taurino. Sé que es algo complejo, si, pero necesita una explicación.
Gracias por su interés pues como lector demuestra con ello haberlo leído y profundizado en ello.
Un cordial saludo,
Luis