sábado, 2 de marzo de 2013

Que el cielo lo juzgue



"...Como no han leído a nadie, ni siquiera a Foxá, no saben que todo el misterio de los toros es su anacronismo..."

Ignacio Ruiz-Quintano ABC - Madrid
01 de marzo de 2013
Quisieron ser como dioses del tapadillo (primero no había licencia, luego no hubo tiempo) y la maldición sansónica de los toros les echó abajo el plan de convertir Las Ventas en un chiringuito.

Dijeron que no había sido nada, pero ha debido de ser muy gordo.

Fue un vientecillo nocturno (un céfiro infecto de olímpico embate) lo que tiró el templete: la cubierta de la plaza de toros para convertir la plaza de toros en un zoco constantinopolitano. Cuatro noches más, y les cae todo el hierro encima a los convidados del festolín.

La cúpula de San Pedro fue su modelo.

Esto que un camión se llevaba esta mañana es la copia de aquel modelo.

De Julio II y Miguel Ángel a Abella y Cerveró.

–¡Es la modernidad!
(Al dinero le llaman modernidad.)

Como no han leído a nadie, ni siquiera a Foxá, no saben que todo el misterio de los toros es su anacronismo.

En virtud de la modernidad, ¿por qué no torean los toreros en chándal?
Un chándal colorado, como el de El Fary cuando salía por su urbanización a practicar “footing” en botines de tacón cubano, con gran sofoco de Javier (el rubio de los Pecos), su vecino.

Santa Compaña de la Modernidad: Abella, Choperita… El toreo es casto y sensual. ¿A dónde vais vosotros con esa cobertera de ingeniería de carnaval?

2 comentarios:

  1. Sr D. Juan Lamarca, con su permiso y si usted me lo permite quisiera aprovechar el titulo del post que ilustra el artículo del Sr Ruiz-Quintano, para hacer visible un comentario que no se me ha publicado en el blog LOS TOROS EN EL SIGLO XXI.

    “Del toro al infinito” blog que se prodiga como su propio nombre indica a los toros y al infinito de las variadas formas de ver el mundo taurino y de la política, encierra esa “infinita” idea de que algo no se termina, pero es obvio que antes hay que empezar.

    Valoro justamente en su medida, y de esto tiene bastante culpa el Sr Lamarca, el sentido democrático de aceptar en este blog TODOS los comentarios que en el se vierte y que muchos no son del gusto, la forma de ver o sentir de su director D. Juan Lamarca, pero se mantienen colgados para que puedan ser leídos por todos.

    Volviendo al comentario suprimido, este tenía que ver con las posibles subvenciones al mundo del toro y decía así:

    “Esperanza Aguirre aumenta las subvenciones a los toros con nuevas ayudas.

    Precisamente el pasado 7 de mayo de 2012 se publicaba en el Boletín Oficial de la CAM la convocatoria de ayudas que la Comunidad de Madrid otorgará a los municipios de menos de 20.000 habitantes que realicen actuaciones dirigidas al apoyo y fomento de actividades taurinas, por un importe total de 256.871 euros.

    Según la última encuesta realizada por SIGMADOS en julio de 2011, el 74,5% de los madrileños considera que estos espectáculos deberían ser suprimidos y el 67,7% se muestra en desacuerdo de que las corridas de toros reciban ayudas económicas de los fondos públicos.

    Así mismo el diputado valenciano de UPyD Toni Cantó, realizó el pasado martes 12 de febrero unas declaraciones sobre las subvenciones al toreo.

    Al PP le acusó de no preocuparse por el sector cultural, al que está dejando sin ayudas y sin alternativa ante la falta de subvenciones.

    A ustedes los toros les importan un bledo, y mucho menos la cultura, dijo Cantó, para quien es patente que la iniciativa es un parche para luchar contra los nacionalistas catalanes”.

    Este era mi comentario, y ahora parecido al título de este post “Ustedes juzgue”.

    Muchas gracias y saludos cordiales

    David Reina



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  2. Tiene razón el Sr. Ruíz-Quintano. La corrida de toros tendrá valor mientras mantenga su anacronismo. Bastantes concesiones se han hecho ya a la seguridad y comodidad (peto caballar; alivios y ratimagos varios por diestros y siniestros (espadita simulada; manipulación físico-química del toro, etc. etc.) como para querer transformar la Tauromaquia en una planta de invernadero.

    No se debe estar excesivamente cómodo en un lugar donde actúa la Muerte, la segura del toro y la posible del hombre.

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