domingo, 21 de abril de 2013

Cara, cruz y canto / Por Pedro Javier Cáceres


Antonio Nazaré

"...A falta de la corrida de Miura, ha habido poca cara de la moneda que cotiza en la tauromaquia de hoy..."

Cara, cruz y canto

Pedro Javier Cáceres

Crítico taurino y periodista
Domingo 21/04/2013
Moneda al aire.....
En ferias que miden se lanza la moneda: todos. Toreros, ganaderos, empresa, autoridad, facultativos, prensa, cronistas de ocasión (también) y aquellos que se tienen por aficionados.

A falta de la corrida de Miura, ha habido poca cara de la moneda que cotiza en la tauromaquia de hoy.

La más feliz la de Antonio Nazaré, con dos orejas de un toro cuajado, sin excesos,-extraordinario, por cierto, de Victoriano del Río- y una Puerta del Príncipe interruputus: le faltó una oreja.
No sé bien si fue la de amarrarla, sin echar la moneda al aire, al bravo jabonero que le abrió turno y desengrasaba el cerrojo, o la del sexto, bueno (le faltó un tranco más), de muy buen toreo en redondo, pero al límite -de todo, extensión e intensidad- para asegurar el trofeo mínimo que sumar a los dos de su segundo.
Con todo y con ello Nazaré es el torero de esta feria. Clásico, templado, con gusto: sabe torear. Habrá tiempo, si los empresarios y las figuras le dan el cuartel que se ha ganado, para empezar a exigirle lo que no se ha exigido a dichas figuras en este serial.

Morante es la otra cara bella, profunda, de rasgos marcados de acusado arte impar, pero hablamos del "arte de torear con el capote". Cierto que con la muleta hubo fases de grandísima altura en el 1º de Cuvillo -toro a modo-, pero se entretuvo demasiado con la mano derecha hasta ver lo que ofrecía el pitón izquierdo. Con la de El Pilar, otro recital con el capote, si bien en sol menor, y poca opción con la muleta.
En cualquier caso se le ve con compromiso. Nos esperan grandes tardes, creo.

Ventura pasó con notable su gesto maestrante, con gran regularidad y se echó de menos otra faena de 9 como la postrera en la que Pegaso le dio alas.

Con buen color de cara, pero sin el rictus triunfador, por culpa de sus enemigos, no tuvieron, salen Castella (corrida de Cuvillo) Ferrera e incluso Gallo, aunque solo sea porque le sonó la música en el deslucido y gris encierro de Cuadri.
Padilla, cada vez más templado, sin renunciar a su personalidad, destacó en una mediocre corrida de Torrestrella; se mereció la oreja que le hurtó el presiente.

La cruz, de sangre torera derramada, ha sido la de El Juli. Una cruz soportada por el propio torero y por toda la afición que se frustró con su temprano percance.

Cruz de distinto signo, cruz de calvario, la de El Cid: hace poco se hubiera ido de la corrida de Victorino, que fue simplona, por lo tanto no buena, de otra forma con el 1º y sobre todo con el 5º e igualmente de la de Daniel Ruiz con más apuesta en el bravo 1º y administrar sin tanta ansiedad la nobleza del 4º de Parladé. Era su último cartucho.

Cruz de sufrimiento para Manzanares en su "encerrona", viendo pasar fruta madura sin comérsela en el de Cuvillo que abrió plaza, incluso en la tarda docilidad del Domingo Hernández que hacía 2º, para vencerse la tarde en prueba no superada ante un Victorino pidiendo demasiados papeles, el de El Pilar hueco, noblote, sin finales, el sobrero de Juan Pedro y por fin, en andas de todos darle oxígeno en un extraordinario ejemplar de Juan Pedro al que le cuajó una bonita faena más de continente que de contenido y maquillar la tarde con las dos orejas.
Mismamente pasó en el 5º de Victoriano del río, noble con un buen pitón derecho para cortar al menos una oreja.
Puestos a maquillar, sí apuntar que Manzanares es el torero que más orejas salda en este ciclo, tres... alguno lo despintará aduciendo que fueron obtenidas en 8 toros. Pues vale.

La cogida de El Juli es el señuelo del porqué en esta feria ha habido poca cara, cruz dolorosísima y mucho canto.
Su ambición y pasta de figura de época le llevó, a conciencia, a querer someter, sin trampa ni cartón, ni esconder la pierna de salida, a un toro (de Cortés) que ya había avisado varias veces.

De canto cayó la moneda tímida de Talavante con su primer Cuvillo, e igual, con algo más de disposición, acople y desparpajo en el bravo 6º fue el lote de la corrida.
También Perera, aunque este sin suerte en los sorteos de la de El Pilar y Daniel Ruiz, quizá no obligar tanto a su primero de Daniel y dosificarlo más. Pero es una opinión.
Perera está en son y nadie le puede reprochar que no saliera a todo o nada.

Luque cortó una oreja al 6º de El Pilar y pasó desapercibido con la de Victorino. Nunca está mal, pega muchos pases y pone ilusión juvenil, pero no convulsiona.
También se esperaba más de Jiménez Fortes, que de no ser por la espada lo mismo pasea un trofeo, otra vez en el 6º, un gran toro de Parladé. Hubiera sido, como la de Luque oreja de ITV, de esas de sumar para el empate.

En ese tono se movieron, Curro Díaz, sin toros en la buena corrida de Fuente Ymbro, y David Mora con lote propicio para exprimir más, incluso triunfar. Y cumplidor López Simón, si repruebe alguno de su entrega, pero con gran 3º que puede ser uno de los toros de la feria y un muy encastado 6º para tener mayor bagaje.
Leandro, sin toros propicios en el lote de Cuadri tuvo su talón de Aquiles en la impotencia que proyectó.

Y, de canto, cayó la moneda de una corrida muy esperada por el "pueblo", la del mal llamado cartel de mediáticos con Torrestrella que resultó deslucida.
En esta, tanto El Cordobés como El Fandi complacieron a ese público dentro de las posibilidades con más resignación que empuje.

Pocas orejas, y no entremos en detalles, una o dos vueltas al ruedo (especie en extinción), muchas salidas al tercio -las más voluntariosas- y silencios abundantes.
El silencio, en Sevilla, puede ser un activo si es de respeto; pero un alto porcentaje fue de indiferencia.

¡Esto es lo que hay!, La moneda de la tauromaquia actual, poca cara, cruz de distinto signo y canto, mucho canto. ¡Ea!

¡Y el toro no siempre tiene la culpa! Se puede comprobar.
***

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