David Mora soberbio con el encastado de Cebada Gago
"...Justicia ya, aquí y ahora, para un torero de una pieza. David Mora, en Arles y ante una corrida brava, encastada, con mucho fondo y magníficamente presentada ha impartido una lección magistral sobre el estado actual de la Fiesta. Y ha hablado como deben hacerlo los toreros de raza y categoría; con el capote, la muleta y la espada. .."
¡¡Justicia ya!!
Y no hay peros que valgan. Solo ustedes, por acceder a las imposiciones de los que ni siquiera les llenan sus plazas por mucho que lleven el marchamo de figuras, serán los culpables de que el toreo como espectáculo...
Por Paco Mora
Justicia ya, aquí y ahora, para un torero de una pieza. David Mora, en Arles y ante una corrida brava, encastada, con mucho fondo y magníficamente presentada ha impartido una lección magistral sobre el estado actual de la Fiesta. Y ha hablado como deben hacerlo los toreros de raza y categoría; con el capote, la muleta y la espada. Señores empresarios, pásense de una vez por el arco de triunfo las exigencias de los toreritos de Lladró, y abran los carteles para que un torerazo como el madrileño-toledano pueda circular en el circuito de fórmula uno del toreo. Sólo en perjuicio de ustedes y de la Fiesta irá seguir con el cerrojo actual.
En el quinto de la tarde, un cárdeno prototípico de lo que debe ser un toro bravo, David Mora ha mostrado su auténtica dimensión. Quieto y vertical como un poste, firme como un roble y a la vez flexible como un junco, el castellano de lujo del toreo actual -manes de Domingo y Marcial- ha toreado como los que lo vimos en sus momentos de novillero ya presagiábamos que podía torear el día que cuajara y fuera capaz de desarrollar lo que llevaba dentro. Ha sido hoy, en Francia, ese reducto de buena afición que a veces nos puede dar sopas con onda a los que aquí nos consideramos aficionados, donde David ha soltado su estentóreo quiquiriquí. Suerte del Plus, que si no todavía algunos encogerían los hombros y dirían si, pero…
Y no hay peros que valgan. Sólo ustedes, por acceder a las imposiciones de los que ni siquiera les llenan sus plazas por mucho que lleven el marchamo de figuras, serán los culpables de que el toreo como espectáculo de masas siga languideciendo. El David Mora de esta tarde en Arles no desentonaría en el mejor cartel de los de la billetá y el garcichico, más bien al contrario, su ejemplo les obligaría a aceptar otros envites ganaderos. Porque lo de Cebada Gago, cuando sale difícil es más peligroso que una víbora en un bidé, pero tiene su lidia. Mora lo demostró en su primero, como lo demostró Bolívar en los dos suyos, pero hay que rendirse a la evidencia: de seis al menos cuatro fueron desorejables, claro que apostando y siendo y sintiéndose torero con ellos. Y el vecino de Borox toreó al quinto de la tarde tan despacio como hacia tiempo que no habíamos visto torear a nadie. Y con un ritmo y una cadencia al alcance sólo de los que nacieron para ser toreros de postín.
Así es que, señores empresarios: ¡Abran sus carteles! Porque sólo ustedes, cediendo a los caprichos de los diosillos del toreo, son los culpables de que no se ensanche el círculo cerrado de los que llevan gente a las taquillas.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario