El toro de Bilbao
"...Lo que tiene que hacer José Tomás es lo que nunca hizo ni hará jamas: torear aunque solo sea un año en todas las plazas y ferias de primera categoría, desde la de Valencia en Fallas hasta la de El Pilar en Zaragoza, pasando por la de San Isidro en Madrid, la de San Fermín en Pamplona y en las Corridas Generales del Bilbao. Esto sí que sería motivo más que suficiente para celebrarlo sin reparos..."
Cualquier cosa o invento sirve para hacerle propaganda a José Tomás
Por José Antonio del Moral
La última fue que este año no se podrá celebrar la tradicional corrida conmemorativa de la fundación de Bilbao porque José Tomás no podrá torearla. El pobrecito está lesionado hasta que pasen los primeros grandes compromisos y salga de nuevo, si sale, para limitar sus comparecencias a no más de tres corridas. Quizá una de ellas será en la agosteña feria de Málaga y otra en Francia.
La corrida bilbaina de marras se empezó a organizar con motivo de la liberación de Bilbao por las tropas nacionales contra las republicanas. De ahí que, hasta que cambió el motivo, fue llamada Corrida de la Liberación. Yo vi muchas de estas y algunas ciertamente memorables. Luego la llamaron Corrida de la Prensa y, últimamente, como ha quedado dicho.
José Tomás la toreó una vez alternando con Enrique Ponce y El Juli nada menos, y creo que otra más también con Ponce. No triunfó en ninguna de las dos. En las llamadas corridas generales, José Tomás solamente actuó un par de veces, también sin triunfar. Para colmo, de la última en que estuvo anunciado se quitó, temeroso del baño que le hubiera dado Ponce, poniendo como excusa una supuesta lesión en una mano que no fue tal porque, el día siguiente, actuó precisamente con Ponce en Málaga para matar una gatada de Osborne. La que no quiso torear en Bilbao fue un corridón de don Atanasio Fernández y Ponce triunfó clamorosamente como tantas veces en Vista Alegre desde aquella en la que cortó tres orejas a una corrida de Sepúlveda.
Es por lo menos inaudito, por tanto, que se aproveche la crisis – la verdadera razón por la que este año no se celebrará el tradicional festejo – para hacer propaganda de un señor que en Bilbao siempre pasó de puntillas en las poquísimas ocasiones que allí compareció.
Cualquier día de estos se va a mear un gato en la puerta de la casa de José Tomás y algunos lo aprovecharán para seguir con la matraca.
Lo que tiene que hacer José Tomás es lo que nunca hizo ni hará jamas: torear aunque solo sea un año en todas las plazas y ferias de primera categoría, desde la de Valencia en Fallas hasta la de El Pilar en Zaragoza, pasando por la de San Isidro en Madrid, la de San Fermín en Pamplona y en las Corridas Generales del Bilbao. Esto sí que sería motivo más que suficiente para celebrarlo sin reparos.
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