"...Deberían premiarse con orejas los quites excelsos de capote y los grandes tercios de banderillas. ¿Por qué no?. Por medio, la tradición de sólo premiar muleta y espada. Y el trámite de que el público la pida para dar la primera..."
Orejas por capote y banderillas
Ricardo Díaz-Manresa
Me lo he planteado mil veces y supongo que otros muchos lo han pensado antes, dicho o escrito : ¿por qué las orejas sólo son por la faena de muleta siempre y cuando esté bien rematada por la espada?. Los toreros tienen capote, banderillas, muleta y estoque. Y es un conjunto. ¿Por qué no premiarlos por todo o por parte, como ahora, si es excepcional? La mesa de cuatro patas.
Hoy llega Morante de nuevo a Madrid, por ejemplo, y si está como en Sevilla y si repite esa magia con su capote, algo casi imposible, ¿por qué no premiarlo?. Y es que el público está maleducado y tiene que sacar los pañuelos para la primera oreja. ¿Quién los va a sacar si como en Sevilla no continúa lo grande? O si alguno, después de hacer lo excepcional con capote y/o banderillas, tira cuatro líneas y lo mata prontito, ¿quién pide el trofeo? Pues la justicia sería que la pidieran y se la dieran. Y lo escribe uno que cree que con las orejas, sobre todo en las plazas de primera, no digamos en Madrid, hay que ser riguroso. Rectifico: muy justo.
Qué pocos hay y ha habido buenos con el capote. Y con este sistema menos. Y con el toro que tenemos que se agota pronto, nadie. ¿Quién se va a jugar un triunfo de orejas por un capote divino?. Hay pocos y habrá menos. Como Morante, Rafael de Paula, Curro Romero y Ordóñez (así le gustaba llamarlo su hermano Pepe : sin el Antonio., aunque naturalmente todos eran Ordóñez, pero él siempre más Ordóñez que los otros.)
Quizá Gitanillo, en la lista siempre Manolo Escudero y hasta aquel que citaba Curro cuando le preguntaron quién había visto torear mejor con el capote : en tercer lugar se acordó del novillero que nunca tomó la alternativa Antonio Gallardo.
Capote que tan bien domina el de la Puebla y que ha sido esplendoroso en Sevilla, sobre todo en aquella media verónica inolvidable. Van a ver pocas de esas en la vida. ¡Esa sí que fue buena!
Lo ponen como el mejor artista que vieron nunca. Desde luego el más valiente y el más regular, tan lejos de aquel asustado de hace tantos años en Bilbao. ¿El mejor? No tiene el tipo de Paula ni su capote. ¿Se acuerdan de aquel de Paula en Madrid en la confirmación de Galloso? Saluda apoteósicamente montera en mano y cuando va Galloso con espada y muleta a pedir permiso al presidente llega lo insólito : obligan al jerezano ¡¡¡a salir de nuevo a la arena y recibir otra extraordinaria ovación y tener que saludar de nuevo montera en mano!!! Y eso que Paula fue una anécdota en el toreo, anécdota elevada a categoría suprema cuando se entregaba.
Con la muleta puede que José Antonio haya toreado más veces que Curro, pero las del de Camas fueron tan escasísimas como inolvidables.
El caso es que Morante saluda pocas veces tras sus quites, ¿por costumbre? ¿porque la ovación no es tremenda? ¿Ha hecho faenas históricas? ¿Cuántas se recuerdan?. Menos que al de Camas y con menos fuerza que las poquísimas de Paula. Y es raro pero así es. Que alguien me lo explique.
El tipo físico de Morante (que torea mejor con el capote desde que estuvo con el jerezano) es inferior por estatura y formas al de Curro y no digamos al de Paula, que parecía una escultura salida de la mejor gubia.
Morante es un caso raro de artista. El único que tenemos, pero no olvidemos a los anteriores a él, que supieron hacer sus cosas y se convirtieron en inolvidables.
Pero lo que yo quería plantear en este artículo es cómo premiamos el capote de Morante. O las banderillas de algún genio. Esplá, Víctor Mendez y El Fandi se las han merecido alguna vez por los palos. ¿Sólo con ovaciones, con crónicas, con bellas palabras, con prestigio? ¿No es merecedor de orejas por la labor con capote y/o banderillas? ¿No tendría el presidente que valorar todo desde que sale el toro? ¿Por qué el público sólo premia con trofeos las faenas de muleta? ¿Qué hace falta para ser justos?
Vamos a acordarnos de esto en San Isidro y, si lo hace como en Sevilla, pedir y conceder la oreja. Que esta costumbre es tan nefasta como la de no dar vueltas al ruedo, especialmente en Madrid. Oreja o nada. Muleta o menos que nada. Pues no. Es injusto. Y es que el público debería tener memoria, pero el español nunca la ha tenido. En nada. Gran faena de capote, pues oreja. O las dos. Lo que se tercie.
Así se animarían a torear con el capote, tiempo bellísimo y cada vez más raro, convertido en trámite hacia la muleta.
Creo que en esto tendré el mismo "éxito" que en mi lucha para que los papagayos dejen de llamar encerronas a las corridas de único espada. Más que una moda es ya una plaga. No piensan. Repiten lo que oyen.
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