jueves, 20 de junio de 2013

¡Ay los jurados madrileños! / Por Ricardo Díaz-Manresa


Jurado del Centro Riojano de Madrid
XI Trofeo "Vestido de Luces Rioja y Oro"
Triunfador Joselito Adame

"...Ser jurado en Madrid es muy difícil. Hay muchos y llenísimos de gente que no puede dejar todo para ver un mes de toros, pero después opina. Y en un año como este en el que no hubo rompedores...quedó todo muy repartido como en algún sorteo de la Lotería Nacional. Han contentado a pobres y a ricos.
¡Ay los jurados madrileños!..."

Ricardo Díaz-Manresa
Estar en un jurado madrileño es difícil aunque algunos cuantos estén en casi todos y no sé si
en algún caso en todos. Son muchas las tardes de ir obligatoriamente a los toros y nadie que esté medianamente ocupado o que pida vacaciones puede hacerlo. Si tiene compromisos ya adquiridos o imprevistos, familiares o sociales, que siempre se dan en personas importantes o bien relacionadas, todavía menos.

Los únicos, o los pocos, que las ven todas son los críticos. Es su trabajo, su ocupación y su obligación.

Por ello, en los jurados numerosos, que suelen ser casi todos para atender compromisos y vanidades, llevan la voz cantante los que teóricamente saben más, hablan más o convencen más y el resto los siguen (aunque hayan visto la mitad, unas pocas, alguna o ninguna. Este caso no se dará, supongo, pero figurar es para muchos irresistible. Verse en la lista del jurado es un completo orgullo para fardar).

Estoy escribiendo mucho de San Isidro, pero es que no ha sido una feria ligth como se esperaba, sino interesante, con resultados, con análisis de futuro y con muchas aristas. Y con algo muy difícil para los jurados de este año : no ha habido un triunfador entre los de a pie sino varios mediotriunfadores o algotriunfadores y eso dificulta la elección. Y así ha salido todo. ¡Ay los jurados madrileños!

Puede que alguno patrocine ese jurado o que pague la cena de entrega de premios.

Individualmente cada uno de los integrantes de estos jurados son respetabilísimos y muchos de ellos saben mucho de toros, pero algunas decisiones globales suenan a chufla o a intereses. O a simpatía. O a poca justicia.

Tengo anotadas las decisiones de 7 de ellos : Comunidad y Ayuntamiento, Empresa Taurodelta, Círculo Bienvenida, Telemadrid, Bayona, Casino de Madrid y Unión de Abonados y Aficionados Taurinos de Madrid. Pocos han coincidido, lo que demuestra que unos pocos estuvieron bien pero no muy bien, o excelentemente bien y, por supuesto que rompedores no.

Comprendo que es muy difícil nombrar triunfadores si no los hay. De ahí la dispersión. Buscamos matrículas de honor y sólo hay algún sobresaliente raspado o, en el mejor de los casos, notables altos. ¿A quién se lo damos, por tanto?.

Hay dos casos aparte. El de Castaño y su cuadrilla, que ha recibido 4 menciones de los 7 (es decir, el único con mayoría), uno como Triunfador de la Feria, otro como Mención Histórica y otros dos como Adalid y Sánchez como mejores banderilleros y otras dos para el picador Tito Maldonado (los dos jurados que tenían este premio en su palmarés)

Muchos han tirado por la calle de en medio y no diferencian San Isidro de la del Arte y la Cultura. Premian la feria, en conjunto, o el ciclo ferial (buena idea de la Unión de Abonados). Pues bien, ahí sale el primero Joselito Adame (que no llevó a nadie más a su segunda corrida de los que lo habían visto en la primera, detalle a tener en cuenta.)

Segundo, Talavante. Premio de Taurodelta (que lo apoderan) y del Casino de Madrid. La tarde de las orejas hubo coincidencias : pese al día de los victorinos, que los mató sin agobios y en tiempo normal, la afición le estaba agradecida por el gesto y quiso valorarlo así. Hubo sobrecarga emocional y además estaba Manzanares en el ruedo y había que fastidiar.

Buen detalle con Perera al que le han hecho así un poco de justicia. Sólo dos jurados mencionaban la mejor faena y los dos la han reconocido en el de la Puebla del Prior.

Ferrera fue el triunfador para un solo jurado de los siete, el de la Comunidad y Ayuntamiento, y después la plaza presentaba, en su corrida del Arte y demás, un aspecto mucho más pobre que en la suya de San Isidro. Otro le otorgó el de Mejor Director de Lidia.

Para rejoneadores había uno solo en juego y ese se lo llevó Diego Ventura. No había duda.

Es una pena que los jurados no tengan entre sus preocupaciones las buenas estocadas. Sólo tres las contemplan y han elegido dos veces a Robleño y la otra a Uceda.

Y el toro, también importante. Los de la mejor ganadería fueron tres de los cuatro destacados para Adolfo Martín y el otro para José Escolar. Han desechado a todas las demás y hubo algunas buenas. ¿Es justo?

Y en el mejor toro, también dispersión : cuatro menciones que se reparten Alcurrucén, Carmen Segovia, José Escolar y Sánchez Dalp. ¿Ninguno de Bohórquez, la gran sorpresa?. Pues no.

Así que vean la de triunfadores claros que ha habido. Reconozco que difícil lo tenían los jurados pero declarar premios desiertos no es delito. Esto ha sido como algún premio de la Lotería Nacional : ha estado todo muy repartido. Contentaron a pobres y ricos. Han dado alegrías a casi todos.

Como yo sí veo todas las corridas del serial madrileño mayo-junio (y las otras ferias grandes de Primera) propongo a los jurados que van a la plaza de vez en cuando y después opinan apoyando a los demás, que me pidan un informe profesional para que les diga lo que pasó. Sólo me quedo con lo que me llegó y además la memoria no es mi fuerte, pero apunto, apunto mucho y tengo los datos. 

Lo digo para facilitarles la labor. Ser jurado en Madrid es tan difícil que no puede uno quedarse con el culo al aire y menos en años como éste que los titulares de prensa no te pueden chivar el nombre del buscado héroe de la feria.

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