domingo, 9 de junio de 2013

¡POR FIN LLEGÓ…! / Por Antolín Castro

No se puede montar una feria en Madrid para esto...e irá a peor si no rectifican

¡POR FIN LLEGÓ…!

Antolín Castro
Demasiados carteles vacíos que han vaciado la plaza. Tres semanas, 21 festejos, sería mas que suficiente. Evitaríamos muchas ganaderías, muchos toreros sin ganas y habría menos tiempo para aborrecer una fiesta aburrida, a salvo media docena de tardes.

Porque puede hacerse de otra manera. Sabemos que hay toreros que sin feria tan larga no podrían venir y es su única salvación el paso por Madrid para gozar de oportunidad. Lo sabemos. Peor mismamente si no hubiera existida esta última feria Joselito Adame permanecería casi en el anonimato, pero se puede hacer de otra manera, programando de distinta forma. Los mismos precios con los toreros de la Beneficencia que con los de tantos días es directamente un engaño. No se pueden programar festejos para compensar los más caros. La empresa se compensa y ¿al aficionado quién le compensa? 

Hoy esto ha tenido un triste final, por los toros, por lo hecho con ellos y por tan floja entrada. Cerrar los ojos es cerrarse a la realidad, ignorarla y además cargar contra los aficionados con todo el peso. La empresa, con tardes aburridas o no, una vez hecho el paseíllo, hace la misma caja, pero muchos juran no volver más tras morir todas sus ilusiones.

Triste el encierro de Baltasar Ibán, con muy desigual presencia, con mucha mansedumbre, descastados, con comportamientos rebrincados, cabeceando y sosos en general. Quizá fuera el que presentó mejor tarjeta con el capote el que se partió el cuerno en el caballo y fue sustituido. Tampoco fue el peor Bastonito, un nombre de leyenda en esta ganadería, pero demasiada sosería que los espadas no han sido capaces de superar con algún argumento para entretener a los aburridos espectadores.

Ni Diego Urdiales, ni Juan Bautista, ni David Mora han logrado una ovación en la tarde. Hoy ni los banderilleros han lucido como otros días. Más al contrario, todos se han visto envueltos en la misma sosería del ganado y la tarde se ha ido despeñando por los derroteros por los que han ido casi todas las tardes de este largo mes de toros… mansos concluyamos.

Mejor no entrar en más detalles, no merece la pena. Me conformo con que no me den los lectores un aviso en este último día de corridas de toros por ser tan pesado como muchos de los diestros nos han dado casi todos los días. Hemos echado de menos a Juan Mora y su capacidad y torería para saber que bastan veinte muletazos para poner la plaza en pie. Los que dan muchos más condenan sin remisión a los aficionados a un soberano aburrimiento. Por eso hoy acabó mi tiempo. 

¡Por fin llegó…! el final de tanta tortura

A. y C. Un final deseado, a falta de los rejones de mañana, tras tantos, tantísimos días de acudir a diario a Las Ventas. Ni toreros, y mucho menos los toros, justifican tan largo serial dividido en dos partes. Con una basta… y sobra.
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