San Isidro: EL VIENTO MARCÓ LA TARDE / Antolín Castro

Antes de empezar las banderas se movían, al final no sabemos si seguían allí
/Fotografía de Javier Arroyo-AplausoS/

"...Mañana regresa Castaño y su cuadrilla y todas las esperanzas están puestas en ellos para volver a vivir una tarde como la de ayer. Robleño y Bolívar completan el cartel, con los toros de Cuadri, para cerrar la feria..."

EL VIENTO MARCÓ LA TARDE

Antolín Castro

Madrid, 31/05/2013.- S.I. La plaza conocía la lluvia, el frío y el viento, pero mientras los primeros marcaron muchas tardes, el viento solo les acompañaba, hoy se ha hecho el amo y ha logrado su protagonismo en la feria. De todo menos calor ha habido en este extraño mes de mayo, que ha hecho felices a los espectadores de las gradas y andanadas de sol. Precios baratos para pasar menos frío y no mojarse como los que pagan hasta quince o veinte veces más. Esperamos que los jubilados abonados, por deferencia en la andanada de sombra, no hayan tenido que guardar cama muchos de ellos en la feria.

Decíamos que el viento marcó la tarde, pero también, y de nuevo, la mansedumbre de los astados lidiados de Samuel Flores y el sobrero que hubo de salir. Hoy mas que nunca se pueden llamar astados, ya que sus arboladuras eran apropiadas a ese nombre. Mucha leña, otras tardes y en otros lugares se les denominan así sin ningún sentido de la oportunidad. 

Un viento huracanado que por momentos ha sido un vendaval, ha marcado la corrida. Muy difícil les ha resultado a los toreros sujetar capotes y muletas, viéndose descubiertos y desarmados de los trastos con frecuencia. Se hizo imposible, por momentos, torear en esas condiciones. 

Habrá sido imposible torear por ello y por la mansedumbre, pero los diestros han sorteado esas dos malas suertes con distintas fortuna. Antón Cortés se ha mostrado incapaz de sobreponerse a las adversidades, y tras intentarlo más en su segundo que en su primero, ha desistido desilusionado matando de cualquier manera. Se agradece la brevedad pero también es exigible el decoro sobre todo en la suerte suprema.

Se podía suponer aquél dicho de 'días de mucho víspera de nada', pero los otros dos diestros se han encargado de que la afirmación de nada no se cumpliera. Rubén Pinar, que se ha llevado un susto importante al ser levantado y volteado por su primer oponente, pasó un mal rato bajo sus astas sin que, por fortuna, resultara herido. Le hemos visto decidido y entregado en esta su única oportunidad, los tres espadas solo ‘gozaban’ de ésta en la feria, no arrugándose en ningún momento y mostrando capacidad profesional. No ha estado mal el de Tobarra y por ello se le ha ovacionado en su primero, silenciándose en el que cerraba plaza y mes de mayo.

Confirmaba hoy un gaditano, Pérez Mota, quien liderara hace años el escalafón novilleril. Dispuesto y por momentos lucido ha estado el diestro, con muletazos muy meritorios por las dificultades ya expuestas de aire y mansos. No parecía tan lejos del circuito de las ferias, mostrándose preparado para las pocas oportunidades que se le dan. También fue ovacionado en su segundo, nos gustaría volverle a ver.

A falta de un solo festejo, al que creo que llegaremos dado lo poco que falta, hay que hablar con los meteorólogos para, caso de que se repita este tiempo tan inclemente, cambiar la feria a junio o julio. En agosto no van a querer los empresarios pues tienen ocupadas a todas las figuras y preferirán torear en esos pueblos que enfrentarse al toro de aquí. De ahí que nos pidamos esos meses, para que no pongan excusas de que tienen las fechas ocupadas.

Mañana regresa Castaño y su cuadrilla y todas las esperanzas están puestas en ellos para volver a vivir una tarde como la de ayer. Robleño y Bolívar completan el cartel, con los toros de Cuadri, para cerrar la feria del frío, la feria de San Isidro labrador, ventoso y lluvioso. Que sea un buen final de toros y toreros para que pueda ser eso lo que se recuerde de ella y no las bufandas y los abrigos.

*** Opinión y toros