"...un día un espectador, desde el muro de acceso al puente, me llamó para darme un duro y decirme que yo sería torero..."
TOREO RONDEÑO
En el toreo se daban las análogas características diferenciales: el toreo que se hacía en Triana no era el que se veía normalmente, sino un toreo imaginario que debía de haberse transmitido, quizá por tradición, del de Ronda, porque era pausado, lento y sin adornos. De este toreo y del otro se hablaba en la tiendecilla que mi padre tenía en el Mercado y se tenía como representante de este toreo trianero peculiar a Montes, al que nunca vi, porque la entrada más barata costaba alrededor de la peseta, que pocas veces tenía. Yo me arrimaba a la tertulia y de todo aquello que oía sacaba mis conclusiones y empezaba a hacer yo solo mi toreo ante el espejo, frente al que daba mis lances y luego se lo hacía a mis hermanos, puesto que siempre tenía alguno en edad de embestir; de ellos, Manolo fue el que tuvo que aguantarme más. Por todas las calles de Triana toreaban los chiquillos y yo tenía mi “plaza” en el Altozano, donde, precisamente, un día un espectador, desde el muro de acceso al puente, me llamó para darme un duro y decirme que yo sería torero.
TOREO EN TRIANA, 1958 / JUAN BELMOTE
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006
Ignacio Ruiz Quintano / Salmonetes ya no....
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