Uno de ellos, quizá el más flagrante, es el de David Mora
Toreros maltratados
Víctor Soria
Mientras el taurineo se entretiene con noticias como la de Utrera, siguen fastidiando en un segundo plano a un grupo de toreros que se ganan el puesto en las plazas y no obtienen casi nunca la justa recompensa a su esfuerzo. Como en Fuenteovejuna, raudos y veloces, acudieron al sonido de las campanillas sin reparar en el fondo de la cuestión de un tema más complicado de lo que parece. Es verdad, prohibir la entrada a los menores de 7 años en una plaza de toros, supone un atentado contra la libertad de quien educa a sus hijos con los valores que determine pero, ¿alguien se ha parado a pensar en la situación de Utrera?
La realidad es que el problema se encuentra en la raiz y poco vamos a solucionar matando moscas a cañonazos. Lo más probable es que este año no hubiera ninguna corrida de toros en la localidad sevillana tras una dudosa gestión años atrás. Eso sí es grave, porque al final no podrán ir a los toros ni los menores de 7, ni los mayores de 18. Mientras mantienen entretenidos a los alborotadores, presentan ferias en las que maltratan a los toreros triunfadores en Sevilla o Madrid. O lo que es más grave aún, no hacen valer un triunfo de un año a otro. No se nos ha olvidado y existen varios casos en el aire. Sólo Pamplona cumple lo prometido.
Uno de ellos, quizá el más flagrante, es el de David Mora. Un torero que ha dado la cara en Las Ventas con tres ganaderías exigentes, jugándose los muslos sin mirar en el calendario la siguiente fecha. La realidad es que ha estado casi un mes parado y no se va a vestir de luces hasta hacer el paseíllo en Segovia mañana, sábado 29 de junio. Ver para creer. La pasada temporada salía a hombros en Gijón tras una brava actuación con la corrida de Alcurrucén. Pues, El Bibio no verá a uno de los triunfadores por un escueto "no hay sitio". Más llamativo todavía es lo ocurrido en Albacete, donde tiene un cartel importante desde sus tiempos de novillero. De poco valió cortar un orejón a otro toro de los Lozano y pinchar la puerta grande para los empresarios manchegos. La oferta para torear en La Chata es para pensárselo, créanme. La independencia con la que trabaja este matador de toros molesta en los despachos, pero no se dan cuenta de que tarde o temprano le van a tener que abrir las puertas y que jamás aceptará una oferta por debajo de su valía.
Otro de los casos sonados del verano es el de Damián Castaño. Tres orejas el día de su alternativa, bordando el toreo, llevándose varios premios otorgados por los aficionados asturianos, no han servido para tener un lugar en la atractiva Feria de Begoña. Duele ver cómo el esfuerzo diario de un torero es machacado en los despachos. Y más cuando cuesta tanto arrancar, lo haces y te ponen la zancadilla a las primeras de cambio. No es comprensible.
Antonio Nazaré tocando pelo en Madrid y Sevilla se queda fuera de algunos carteles porque sus compañeros de profesión no respetan los mínimos, Ángel Teruel acabará aburriéndose de esto al ver que su presentación en Las Ventas no ha tenido la repercusión que merecía, Joselito Adame se abre camino a empujones tras resultar triunfador de la temporada venteña, los mexicanos se las ven y se las desean para entrar en un cartel... Y así todo.
Mientras tanto, los de arriba, sin llenar una plaza, defienden su terreno con uñas y dientes para no dejar entrar a nadie en su parcela. Dan por válido la trampa y el medio toro, perjudicando los intereses de la tauromaquia. Proliferan estúpidos mano a mano repetitivos, sin ningún interés y continuan los cambios de cromos entre las empresas acartelando a toreros insulsos que han terminado por aburrir al personal. La realidad, nos echan de las plazas.
Por cierto, todavía estamos esperando una clase de toreo de salón en la Plaza Catalunya de Barcelona. Allí, sí los prohibieron y casi nadie movió un dedo.
Proliferan estúpidos mano a mano repetitivos, sin ningún interés y continuan los cambios de cromos entre las empresas acartelando a toreros insulsos que han terminado por aburrir al personal. La realidad, nos echan de las plazas.
Y alguien que corta tres orejas en Madrid, en la feria de otoño (2 al primero de la tarde, lo que ya es difícil) y es premiado por todos los jurados del mundo, incluidos Londres y Paris. Le sirvió para torear 20 corridas en 2011. En 2012 ni se vistió. En 2013 una tarde en Cáceres, siendo declarado por el jurado del diario Hoy, triunfador absoluto de la feria. Y ahí está, que no torea porque no quieren darle lo suyo (ni agua quieren darle) no sea que vuelva a hacer lo de 2010 y ponga a todos (empresas y figuras) a pensar. JUAN MORA.
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