sábado, 13 de julio de 2013

FERIA DE SAN FERMÍN: Insustancialidad / ANTONIO LORCA



Insustancialidad
  • Ya se sabe que los tendidos de esta plaza están más atentos al ruido y a las viandas que a la pureza. Pero esta vez, lo insustancial sucedió en el ruedo

Pamplona 12/07/2013
La corrida, toda ella, careció de sustancia, que es algo así como el fondo y la esencia. Ya se sabe que esta plaza está más atenta al ruido y a las viandas que a la pureza del espectáculo. Pero eso ocurre en los tendidos; ayer, lo insustancial sucedió en el ruedo.

La corrida, por ejemplo, tuvo fachada y poco más. Con las fuerzas muy justas, —otra tarde más holgaron los picadores—, los toros derrocharon nobleza —razón por la cual los eligen las figuras— y carecieron de casta, de raza, de codicia…

Y la terna de toreros, insustancial hasta la desesperación.

Seguro que será ciencia-ficción, pero sería bueno que un día, un hombre de estos al que se considera maestro, dijera no, no me merezco la oreja y me niego a salir a hombros porque mi labor ha sido insulsa, aunque los pañuelos opinen lo contrario. Sería bueno para él y para la fiesta, que ganaría la credibilidad que está perdiendo a toda prisa.

Ayer, si El Juli no canta la gallina a la hora de matar al quinto echándose fuera con descaro, corta la oreja de ese toro y lo sacan a hombros por la puerta grande como si tal cosa. Pues es de suponer que el señor Julián sabe que su actuación ni fue de oreja en su primero, ni lo fue en su segundo, y, por supuesto, no hizo mérito alguno para salir a hombros.

Su tauromaquia ante el primero, flojo y descastado, fue anodina e insulsa; todos los pases los dio muy despegado del toro y citó siempre fuera de cacho. La estocada provocó una hemorragia que precipitó la muerte del toro, y el torero paseó una oreja tan campante. En el otro, noblote y soso, se despegó y aceleró aún más, y si no llega a ser por la pésima forma de matar… En fin, que, si tanto ama la fiesta, sería bueno que un día renunciara a las orejas regaladas quien, como él, no las necesita.

Otra oreja insustancial le concedieron al joven Jiménez Fortes, animoso y valentísimo toda la tarde, pero su labor como enfermero cariñoso ante el nobilísimo tercero no justificó ni la vuelta al ruedo. Pero el chaval se hincó de rodillas al final de faena para torear por redondos, y la plaza se vino abajo. Total, que tuvo buenos detalles y poco más. Ante el sexto, el toro que se cebó por la mañana con un mozo en la calle Estafeta, el más deslucido del encierro, demostró que le sobra valor. Cuando tenía otra oreja inmerecida en la mano, no mató bien, y su gozo quedó en un pozo.

Y el ídolo y el protagonista de esta feria, Juan José Padilla, no tuvo su tarde. Es todo corazón, pero entre la poca clase del primero de la tarde y la suya propia, todo quedó para lo que sucediera en el cuarto. Y en ese toro, noble y soso, estuvo tan fácil como superficial, y sus devotos prefirieron la opípara merienda antes que aguantar pases y más pases insustanciales.Ficha

EL PILAR / MUÑOZ FRAILE. PADILLA, EL JULI, FORTES

Cuatro toros de El Pilar, y dos, —segundo y sexto— de Muñoz Fraile, bien presentados, muy blandos, nobles y faltos de casta. Deslucido el sexto.

Juan José Padilla: media tendida y un descabello (silencio); estocada caída, un descabello y el toro se echa (ovación).
El Juli: casi entera (oreja); pinchazo, media estocada y dos descabellos (silencio). 
Jiménez Fortes: media estocada (oreja); media tendida y dos descabellos (silencio)

Plaza de Pamplona. 12 de julio. Sexta corrida de feria. Lleno.

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