"...Amparándome en el derecho a la libertad de expresión, recogido en el art.20.1.a de la Constitución vigente, afirmo: ayer David Mora, estuvo bien. Y a veces hasta muy bien..."
PUERTA GRANDE PARA DAVID MORA
Domingo Delgado de la Cámara
Fue una lástima que la corrida de Torrestrella no tuviera más fuerza, porque con algo más de potencia, hubiera sido una estupenda corrida de toros. Únicamente hubo un toro con guasa y mal estilo, el quinto, pero los otros fueron bravos y muy toreables. El único defecto, la fuerza escasa. En cuanto a presentación, la corrida fue algo desigual, pero todos eran astifinos y de variados y bellos pelajes. Comparados con los toros de los días anteriores, gloria bendita.
El toro de menos fuerza del festejo fue el que abrió plaza. Un toro débil con el que poca cosa se podía hacer. Francisco Marco, cortó una oreja del cuarto tras una estocada tendida y trasera de la que salió trompicado. Se puso muy encima del toro desde el principio, de haberle dado más sitio, la faena hubiera tenido más contenido, porque el toro quería embestir. Marcó cortó una generosa oreja paisana, que le deja exactamente en el mismo sitio en el que se encontraba.
Iván Fandiño, tiene un concepto del toreo tan hondo y profundo, que el medio toro no le vale. Fandiño necesita un toro fuerte y repetidor para poder hacer el toreo que siente. Ni disfruta ni se gusta con el toreo de media altura. Su primer toro fue deslucido, porque por su poca fuerza, se defendía mucho. El quinto fue un pájaro de cuenta. Muy mirón, muy violento y con la embestida muy corta. Aunque mucha gente no se diera cuenta, Fandiño estuvo tremendamente valiente y generoso con este toro. Otro torero se lo hubiera quitado de en medio y santas pascuas. Fandiño se puso delante de él como si fuese bueno y aguantó todas las miradas y derrotes que hizo falta. Dentro del deslucimiento impuesto por el toro, estuvo más que bien. En las manoletinas finales fue prendido y salió del trance conmocionado. Estando grogui se perfiló a matar y dejó media muy defectuosa y un golpe de descabello. Saludó al respetable. Quedan las espadas en alto para el próximo sábado.
Amparándome en el derecho a la libertad de expresión, recogido en el art.20.1.a de la Constitución vigente, afirmo: ayer David Mora, estuvo bien. Y a veces hasta muy bien. Parece haber superado dos de sus defectos más llamativos. Por ejemplo el alocamiento. Siempre ha ido al toro sin tener una idea clara de lo que quería hacer. Eran arrimones sin ton ni son y sin mando ninguno. Pues bien, ayer, construyó las faenas con mucha cabeza y reposo. Dio al toro exactamente lo que el toro demandaba. Otro defecto de él, era el retorcimiento. Siempre se inclinaba de un modo muy antiestético, lo que deslucía sus muletazos. Ayer toreó siempre derecho y sin descomponer la figura y su toreo lució mucho más, pues tiene empaque natural. Ayer Mora empezó a mostrar una dimensión hasta ahora no exhibida.
El tercero fue un toro, de muy buena condición, pero muy blandito. Mora administró muy bien la faena, dando los espacios necesarios y las pausas suficientes, para que el toro, en vez de ir a menos fuese a más. Después de una buena estocada, oreja indiscutible. El sexto tenía como cualidad principal, la prontitud y la nobleza. No tenía gran clase ni humillaba mucho, pero iba y venia con facilidad. Mora lo que hizo fue aprovechar esta prontitud para construir una digna faena. Hubo algún muletazo algo corto, pero el conjunto fue más que digno. Después de otra buena estocada, con la espada lo vio muy fácil, oreja y puerta grande. Parece haber encontrado el camino que estaba buscando. De lo que me congratulo. Todo lo dicho está dicho sin afán de provocar, que conste.
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