Felicitación de Bojilla 1971
Esta fue una de las felicitaciones de Navidad que El Ruedo recibió en 1971 para esas fiestas y año 1972. Se trata de Enrique Bernedo "Bojilla Chico" (que terminó siendo El Grande). Por entonces apoderaba a José Julio "Granada", que él pensaba que era una bomba y que pudo haberlo sido, pero en su primera temporada de Matador de Toros, tras brillante alternativa en Granada en 1973 se lo dejó ir en todas las ferias importantes en que Bojilla lo puso. Al año siguiente las Empresas pensaron que lo dejaban a él. Cosas del Toreo donde nadie se puede dormir...
ENRIQUE BERNEDO, “BOJILLA”
Hace el paseo detrás
Pero se le ve el primero;
su figura magistral
es vecina de San Pedro.
Largas piernas, largos brazos,
Cintura de junco nuevo,
que se crió junto al Darro
soñando con ser torero.
Aire de Sierra <Nevá>,
brisa del Mediterráneo,
embrujo de su <Graná>,
la que los moros lloraron.
Ya va a <empezá> la <corría>,
el toro ya está en el ruedo,
hace el paso detrás,
pero ahora es el primero.
¡Qué manera de lidiar!
Con qué temple y con qué esmero,
que hace al público vibrar
y degustarse al torero.
¡Vale, Enrique, vale ya!
Y obedeciendo al maestro
suelta una mano y atrás
deja al toro colocado
para el mejor lancear.
Este es Enrique Bernedo,
un subalterno ejemplar,
que si es bueno en banderillas,
con el capote es impar.
Mi amigo Enrique <Bojilla>.
Miguel Flores Madrid, 1985
Recital de Miguel Flores con Luis Pastor a la guitarra
Es bueno recordar a estos personajes de época. Muchas son las anécdotas que se cuentan de Bojilla y poco lo que se ha escrito de él.
ResponderEliminarHabría que recogerlas y le gente que sepa alguna o historia del magnífico subalterno de Palomo Linares las podría contar en internet.
Lamentablemente los toreros de hoy al estar prácticamente desaparecidos de la calle, la vida social y taurina, apenes generan anécdotas que recordar.
Saludos.- Pepe Colmenar
Claro que es bueno recordar a estos personajes. Yo voy a recordar una anécdota de la que fui testigo y no precisamente para tocarle las palmas o reírle sus gracias a “Borjilla”.
ResponderEliminarEra el mediodía del 28 de septiembre de 1987 en el Hotel Wellington de Madrid, por la tarde estaba anunciado en Las Ventas una corrida de Joaquín Buendía para Rafael de Paula que sustituía a Julio Robles, José María Manzanares y Ortega Cano.
“Borjilla” que reconozco su gran sentido del humor y su enorme picaresca, en esta ocasión se paso de “gracioso” cuando en la cafetería-bar del hotel con voz rotunda para que se le escuchara su gracia, repetía a bombo y platillo el “sainete” que daría por la tarde Rafael de Paula.
De entrada me pareció una falta tan grande de respeto como el propio cuerpo de Bojilla, eso un torero que hable así de otro torero, dice muy poco del interprete de esas palabras.
Luego resultó que esa tarde cuando ya caía la noche sobre Madrid, el gitano de Jerez, Rafael de Paula cuajo a un sobrero de Martínez Benavides una faena que quedó para la propia historia de la plaza.
Pues yo creo que el que se equivocó esa tarde fue Paula que se le ocurrió estar grandioso...
ResponderEliminarPepe Colmenar