miércoles, 7 de agosto de 2013

También hay alegrías / Por Ricardo Díaz-Manresa


"...Y Maximino, que monta una corrida monstruo en la Feria de Cuenca con Ponce, Morante, Juli y Manzanares. Eso es echarle categoría, a lo que antes definían como tronío. Maximino, empresa en la ciudad de las casas colgantes..."

  • No todo es malo. También nos dan alegrías. Hay que fijarse en ellas y disfrutarlas. En este artículo se recuerdan unas cuantas cercanas y gratas. Y lo escribe uno que habitualmente es bastante clarito.
También hay alegrías

Ricardo Díaz-Manresa
Las hay, las hay, ya lo creo, pese a la que está cayendo. También nos tenemos que fijar en ellas y agarrarnos si fuera necesario. Por ejemplo, y es mi caso, o tengo más afición que nunca o disfruto más de lo bueno. O porque veo lo que veo y, como al hijo enfermo, se le cuida como nunca, se le dedica todo el tiempo posible, se le quiere al máximo…

Uno de mis refranes favoritos es el de “no hay mal que por bien no venga” y por ejemplo el mal de los mano a mano ficticios –y quedan unos cuantos- por el ganado y porque son dos toreros que no se enfrentan, sino dos torean juntos, sin más, nos trajo en El Puerto de Santa María, con este panorama, un enfrentamiento en quites Morante-Manzanares en un toro del alicantino que vaya alegría. Vaya obra del de la Puebla con el también gran capote de esta vez sí su adversario. Y Morante fue como el de aquella tarde con aquella media de Sevilla de este mismo año…Alegría. Y hablan de él en Huelva y le dan todos los premios, en Pontevedra y en ese Puerto mágico.

Estos toreros son los que saben y sienten el toreo y tienen enorme calidad y nos van a calentar la sangre en cualquier momento. ¿Por qué entonces hacen tantas cosas que nos irritan, que nos entristecen y que van contra el toreo e incluso contra su supervivencia? Pues viva la madre que los parió cuando lo hacen bien, que de ellas ya se acordarán unos cuantos cuando pinten bastos.

Y, mientras, Bildu no se sale con la suya ni en Azpeitia, que no puede, y en Vitoria que quiere eliminar los toros como en Donosti. Alegría por la afición y el ambiente en Azpeitia y más todavía porque siga el ciclo de la Virgen Blanca en Gasteiz. Y Cieza vuelve a dar toros. Y El Escorial lo mismo. Y en Utrera los niños podrán entrar a la plaza.

Y en Santander vimos a un Bolívar resucitado, mejor que nunca. Quizá las ganas le vinieron porque eran los finales de julio y no había visto un pitón desde San Isidro. Es tremendo lo poquísimo que están toreando casi todos. Y qué contentos nos pusimos viendo tanta gente en la cántabra Cuatro Caminos, especialmente los días de carteles toristas con los toreros no considerados figuras.

Y nos llega Bayona y otra vez Fandiño intentándolo con seis. Este es de los que lo que predican fuera lo hacen verdad dentro, en la arena, en el momento de la verdad. Aplausos por ser protagonista de la corrida como único espada con seis Ymbros. Y más todavía, y fuertes, por apostar por los jóvenes e invitarlos a su gesta, moda que empezó el Juli y que siguieron los demás: Perera, Talavante, Manzanares, Morante etc.

Y tenemos cercanas las ferias de Gijón y Bilbao. Y Maximino, que monta una corrida monstruo en la Feria de Cuenca con Ponce, Morante, Juli y Manzanares. Eso es echarle categoría, a lo que antes definían como tronío. Maximino, empresa en la ciudad de las casas colgantes. Que le den paso. Debe acabar ya la herencia -como en las familias reales- de hijos que tuvieron muy buenos padres y ellos no dan la talla, pero les ponen por sangre el poder en sus manos.

Y en Logroño quieren ofrecer una corrida-concurso en San Mateo con toda la sangre santacoloma. Y Aranjuez organizará para el Motín una de novilleros, que falta hace. Ejemplo para imitar. E incluso Taurodelta dio oportunidades desde mayo-junio a algunos que se lo merecieron en el ciclo madrileño.

Y nos da mucha alegría ver a Perera en su temporada impecable, ya definitivamente maduro pero en camino de encontrar la conexión que le falta con el público para que lo valore bien.

¿Y qué decir de las clases de las grandes figuras en las plazas de las ciudades y en los cosos taurinos para que los niños descubran y disfruten de la enorme belleza que tiene el toreo? 

Estamos en un momento grave y por eso hay que celebrar, jalear y saborear las alegrías que nos depara este planeta de Díaz-Cañabate, al que tanto queremos, que es nuestro y que lo están destrozando. En este artículo he recordado unas cuantas.

Y lo hace uno que escribe claro siempre que es necesario.
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