lunes, 25 de noviembre de 2013

Alcalá de los Gazules en honor de su Hijo Predilecto, Jesús Cuesta Arana.




















En la tarde del pasado día 23, se celebró en el centro Cultural Santo Domingo un acto literario flamenco en honor del recién nombrado Hijo Predilecto de Alcalá de los Gazules, Jesús Cuesta Arana. Artista de gran proyección y prestigio no solamente en ámbito nacional que ha cultivado diversas facetas como la pintura, la escultura, el grabado, el diseño de joyas y la literatura.

Participaron en tal evento en la parte literaria Serafín Galán (escritor y flamencólogo), Fernando Gallo (escritor), Agustín Coca (profesor de Antropología UPO) y Jesús Cuesta Arana que obsequió y firmó a los asistentes con su más reciente obra Del Aire al Bronce, un libro donde un escultor cuenta por primera vez los misterios o lo que se esconde detrás de una obra de gran formato como El retablo de la vida de Paterna de Rivera. 

El periodista José Antonio Medina recitó con fondo de guitarra poemas dedicados al artista Cuesta Arana de autores del prestigio de Antonio Murciano, Rafael de Cózar, Juan José Téllez, Ángel Vela, Emilio Jiménez Díaz, Rafael Belmonte, Rafael Alcazaba, Lola Peche, Ana Eslava, Gabriela Ortega.

Concluyó el acto con un recital de flamenco con Rufino de Paterna, Antonio Pérez “El Cachorro”, Marta Sevillano, Agustín García “Caracolillo”, José María de Alcalá, Chechi de Alcalá, Alba la Tiburona y al baile Carmen Noble. A la guitarra Niño de la Escalerilla, Caracolillo, Jorge el Pavero y Kiko Díaz y el Grupo Territorio Flamenco ( Papito, Celia, Toñi y Mariló). Todos los participantes actúan desinteresadamente.

Este acto ha formado parte de la serie de eventos culturales que se celebran en honor de Jesús Cuesta Arana, con motivo del nombramiento de Jesús Cuesta Arana, como Hijo Predilecto de Alcalá de los Gazules.






Jesús Cuesta Arana junto a su escultura en barro cocido con las figuras de Juan Belmonte, La Niña de los Peines y El Gallo que actualmente se expone en la muestra dedicada a Belmonte y Joselito en Sevilla. Curiosamente en la foto del fondo aparecen los tres personajes de la escultura.



2 comentarios:

  1. Yo también me siento un fiel admirador de este genial artista que vio la primera luz en Alcalá de los Gazules (Cádiz) y que para todos los alcalainos es un motivo de gran orgullo de tener entre sus hijos Jesús Cuesta Arana.
    El nombramiento como Hijo Predilecto de Alcalá de los Gazules no es nada más y nada menos que hacer justicia al soberano arte que de sus manos sale para ensalzar de manera magistral el toreo y el flamenco.

    Flamenco y toros siempre ligados como los muletazos de una buena faena. La sensibilidad, la pasión y el sentimiento siempre unidos.

    En mi particular homenaje a Jesús Cuesta Arana, quiero recordar aquel poema torero magníficamente recitado por la sevillana Gabriela Ortega, “Uno dos y tres”.

    Uno, dos y tres
    Tres banderilleros en el redondel
    Sin las banderillas, tres banderilleros
    Sólo tres monteras tras los burlaeros
    Uno, dos y tres
    Luego tres capotes en el redondel
    Puntos cardinales de una geografía de sol y de sangre
    Y el toro en el sur
    Una media luna sobre su testu
    Y uno, dos y tres
    El toro no sabe cómo obedecer
    Las manos en llama
    El uno lo llama pero no lo espera
    Tras un burlaero tiembla una montera
    Y el dos que lo cita ni lo quiere ver
    Coraje, coraje
    Cornadón de rabia, burladero al aire
    Y la voz del tres
    ¡Toro! ¡Toro! ¡Eh!
    Patas y pitones en busca del tres
    Pero el tres espera y...
    Uno, dos y tres
    Con tres capotazos le para los pies
    Punta de perca, mano burlaora
    Sal torero, sal ahora
    Y cuando el torero llamando... citando
    Fuerza la arrancada del toro
    Y parando temple a la embestida
    Mandando, marcando salida, burlando cornada y...
    Y uno, dos y tres
    Son de nuevo tres
    Tres banderilleros
    Solo tres monteras tras los burlaeros
    Uno, dos y tres
    Capotes al quite en el redondel.

    Aquí hay que recordar como anécdota la “gracia gaditana”. Ocurría en el Gran Teatro Falla de Cádiz, cuando en una ocasión actuando Gabriela Ortega, y recitando este poema, se escucho una voz de la parte alta del teatro que decía…”Señora Gabriela ¿cuantos banderilleros dice usted que había?”.

    Tampoco podría faltar “Cuatro puntales” de Juanito Valderrama.

    Cuatro puntales sostienen la catedral del toreo,
    cuatro torres andaluzas esculpidas por el genio:
    Juan Belmonte, Joselito, Rafael Gallo hechicero,
    y un Manuel, Manuel Rodríguez “Manolete”, ¡qué torero!
    Los cuatro grandes del toro, ¡ay que pena de no verlos!
    Cartel de feria exclusivo del empresario del cielo.

    El que quiera ver toritos que suba al cielo,
    que se han juntado lo mejor y más puro de los toreros.

    Apoderado del llanto, ven a firmar el recuerdo,
    que Juan, ciclón de Triana, el terremoto torero,
    ha desdeñado la carne para hacerse monumento.

    Apoderado del llanto, ven a firmar el recuerdo,
    que José, aquel Joselito catedrático torero,
    olvidó una asignatura y se hizo cartel eterno.

    La afición ha perdido cuatro toreros, cuatro toreros,
    de luto esta la tierra, de fiesta el cielo.
    De fiesta el cielo, ¡madre!, porque en la gloria, porque en la gloria,
    se juntó lo mas puro que dio la historia.

    Apoderado del llanto, ven a firmar el recuerdo,
    que se ha quitado la luna las nubes con un sombrero
    para hacerle a Rafael un brujo quite flamenco.

    No me firmes el recuerdo, ¡no me firmes el recuerdo!
    que aquello que vi en Linares yo no concibo creerlo.

    Dame por espada el rayo,
    dame por muleta el trueno,
    que quiero ver si consigo
    matar la sombra de Islero.

    “Torera”, José dijo a Rafael,
    “Dale una larga torera”,
    Y Juan le dijo a Manuel:
    “En nuestra fuente hay solera
    para el que quiera aprender".

    Enrique Castillo


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  2. Aunque sólo hayamos hablado en un par de ocasiones, un abrazo para Jesús, artista integral del que no se sabe qué admirar más, si la escultura, la pintura, la literatura o su cultura enciclopédica, por no hablar de sus conocimientos taurinos.

    Le mando esta página a Lolo Vázquez, quien se alegrará tanto como yo del honor que recibes.

    El Hombre Tranquilo

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