martes, 5 de noviembre de 2013

ANÁLISIS DE LA TEMPORADA 2013 (IV) / Por José Antonio del Moral



"...De entre todos los que están aquí e incluso entre muchos de los ya analizados en anteriores análisis, David Mora destaca por su empaque y por su clase naturales. Lo que demuestra algunas veces al completo tanto con el capote como con la muleta..."

ANÁLISIS DE LA TEMPORADA 2013 (IV)
Actualidad y futuro de los rezagados más ilustres

José Antonio del Moral
Son los siguientes: Juan Bautista Jalabert, Alberto Aguilar. Saúl Jiménez Fortes, David Mora, Joselito Adame, Manuel Escribano, Juan del Álamo, Rubén Pinar, David Galván y Rafaelillo. Muy diferentes entre sí por que los hay clásicos, naturalmente valerosos y valientes arrojados. Unos más capaces que otros pero todos resolutivos. Y ningún gran artista. La mayoría españoles, un francés y un mexicano. Aunque casi todos podrían intercambiarse con los que hemos analizado en el capítulo anterior, por unas razones o por otras quedaron rezagados en la cola de la segunda fila. Pero no tanto como los que les siguen, que hemos dado en llamar el pelotón porque apenas torean aunque alguno, como Finito de Córdoba al que ya mencionamos muy elogiosamente en el capitulo segundo, si fuera capaz de arrancarse en serio estaría entre los más destacados e importantes del todo el escalafón. Más que repasar puntualmente sus actuaciones, en este análisis vamos a valorarles en su actual estado de cara a un cercano futuro.

Juan Bautista Jalabert

Este año vi muy bien, mejor que nunca la verdad, a Juan Bautista. Fue una extraordinaria faena en su ciudad natal, Arles, alternando con Ponce y El Juli en la corrida goyesca más espectacular que he visto en mi vida. Juan Bautista lleva ya muchos años como matador de toros y, aunque anduvo un poco alejado del toreo y de sí mismo durante algunos años, cuando volvió a su mejor ser, lo hizo con mayor afición y rotundidad. Mantiene su sitio y lo ocupa sin mayores apetencias. Pero se le ve con gusto. No estorba. Más bien decir que adorna cualquier festejo. Tiene el toreo metido en la cabeza desde que nació a la vera de La Camarga y quizá por eso peque de fácil – lo que no es malo – y de algo soso.

Alberto Aguilar

Aunque no es francés sino madrileño, a Alberto Aguilar le quieren en Francia tanto como si hubiera nacido allí. Y no es de chocar porque Alberto, al que hemos dado en llamar “pequeño gigante” es uno de los que mejor he visto desenvolverse en las corridas duras y hasta en las durísimas. Cuestión que en Francia llevan tiempo valorándolo mucho. Y en algunas plazas como la de Dax, más incluso que el toreo de las figuras con animales ad-hoc. Reproduzco un párrafo que escribí el pasado agosto sobre una de sus actuaciones galas, concretamente en Bayona, y no quito ni una coma de lo que dije: “Este pequeño hombre se agiganta ante los toros. A su continuo bullir, añade sabiduría, torería y eficacia. Se las sabe todas y logra cuanto se propone con graciosa habilidad y particular enjundia”. Lo mantengo. Si sigue así, hasta puede mejorar.

Saúl Jiménez Fortes

Esta temporada he visto mucho al malagueño Saúl Jiménez Fortes porque no hubo manera de no verle. Al menos en la mayoría de las ferias que he cubierto que, como siempre, fueron las más importantes. No se podrá quejar Saúl de que le hayan dado pocas oportunidades. Algunas, hasta alternando con los primeros y los con mejores. Es un torero de arrojado valor que se empeña en demostrarlo tan incondicionalmente que, con la mayoría de los toros que afronta, se le ve demasiado a merced y casi siempre dejándose atropellar cuando no coger y hasta herir sin que parezca importarle lo más mínimo. Su estilo es clásico de concepto, pero demasiadas veces este clasicismo se ve distorsionado por su aparentemente descontrolada entrega. Vamos, que anda más cerca del tremendismo que del toreo como debe ser. ¿Futuro? Incierto. No sé quien le protege. Pero debe ser alguien muy influyente porque ha toreado bastante más que muchos mejores que él.

David Mora

De entre todos los que están aquí e incluso entre muchos de los ya analizados en anteriores análisis, David Mora destaca por su empaque y por su clase naturales. Lo que demuestra algunas veces al completo tanto con el capote como con la muleta – buen aunque irregular matador – y otras no tanto por adolecer de la técnica que hay que emplear cuando los toros no se dejan con facilidad. Su gran error es llevar pensado desde el hotel lo que quiere hacer. David Mora podría ser mucho mejor de lo que es y eso es precisamente lo que más le obliga a conseguirlo. En ello anda y espero que lo consiga. 

Joselito Adame

El mexicano Joselito Adame es el más capaz de todos sus actuales colegas compatriotas. Se nota a la legua que se hizo torero en las plazas y en los campos de España, así como en los ruedos franceses. Cuando regresó a su México tras cursar provechosamente el bachillerato taurino, ya estaba cuajado. Y aquí, poco a poco, fue conquistando puestos. Este año pegó un serio aldabonazo en la feria de San Isidro de Madrid con la sola pega de sus fallos a espadas. Pero dejó huella y seguirá toreando. No solo en Las Ventas, por cierto. Es un todo terreno con capote, banderillas y muleta. Entre bullidor y artesano, con buen corte y no poca gracia. Tiene mucho por delante.

Manuel Escribano

Quizá Manuel Escribano haya sido, si no la única, sí una de las grandes revelaciones de la temporada y de qué modo. Lo consiguió tardíamente porque hace años que había tomado la alternativa sin lograr luego contratos ni continuidad por lo que tuvo que hacerse en otros, por cierto, alejados confines del toreo. La gran sorpresa la pegó en la corrida de Miura en la feria de Sevilla y de ahí en adelante se abrió hueco en otras ferias de España y de Francia. Pero sus crecientes éxitos fueron interrumpidos súbita e inoportunamente al sufrir una cornada muy grave y muy costosa de curar. Cayó en buenas manos médicas y ya está casi completamente restablecido. De cara a la próxima temporada, es uno de los más esperados entre los más nuevos. Escribano, entregado sin medida ni pausa, también es torero grato, alegre y bastante enjundioso en los tres tercios.

Juan del Álamo

Este enclasado salmantino que en su etapa novilleril hizo concebir grandes esperanzas porque desde los Viti, Capea, Robles no salía en las tierras charras ninguno que pudiera superarlos – fue una pena que José Ignacio Sánchez careciera de valor porque le sobró lo demás – quedó prácticamente oculto después de tomar la alternativa. Este año, sin embargo, despertó gratamente en Madrid y eso le valió para actuar en ferias tan determinantes como la los Sanfermines en Pamplona, en Santander y hasta en Bilbao cubriendo un buen papel. Esperemos que repita en año que viene en España. En Lima acaba de cortar dos orejas que es triunfo de peso al lograrlo en la prestigiosa plaza de Acho.

David Galván

David Galván es el que más orejas cortó de los aquí citados en proporción a las 23 corridas que sumó. 48 y 7 rabos, señores. Lo que pasa es que 18 las toreó en plazas de tercera categoría. Buena pinta y excelentes maneras tiene. Esperaremos a verle más cuando actúe en los grandes escenarios.

Rubén Pinar

Rubén Pinar es muy capaz y resuelve con temple e inteligencia. Pero todavía no ha conseguido que la gente se interese con él tanto como con sus más ilustres paisanos que siguen pesando como una losa en el recuerdo. Dámaso González y Manuel Caballero aunque Es un torero más que estimable.

Rafaelillo

Y finalmente, Rafaelillo que ya es un clásico con las corridas duras. Seguirá matándolas y eso que este año en su Murcia se destapó en a una altura artística insospechada por lo templado y relajado que toreó logrando indultar a un bravísimo y nobilísimo ejemplar de Fuente Ymbro. Precisamente, este toro marcó la recuperación del inesperado bache que durante parte del verano sufrió la prestigiosísima ganadería de Ricardo Gallardo. Pero del toro y del estado actual de la cabaña de bravo escribiré en el próximo y último capítulo, además de la preocupante situación de las novilladas y del pésimo estado del negocio taurino. 

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