miércoles, 11 de diciembre de 2013

Colombia recuento de bajas / Por Jorge Arturo Díaz Reyes


Plaza de Bucaramanga

"...La política contraccionista, de ofrecer cada vez menos por más. De dar cada vez menos corridas, menos toro, menos torero y menos toreo por más plata es fatal. Destierra los espectadores, que no son bobos..."

Colombia recuento de bajas

Por Jorge Arturo Díaz Reyes
Cerrados los carteles de la temporada grande 2013 - 2014; Cali, Manizales, Medellín, Duitama, lo primero a revisar es el recuento de bajas, la triste lista de plazas, otrora pujantes, que han quedado fuera de combate: Bogotá, Cartagena, Bucaramanga, Popayán, Palmira, Armenia… no anuncian ni un festejo. ¿Las razones?

Excepto Bogotá, víctima del sabotaje leguleyo, que no prohibición, de un alcalde antitaurino y arbitrario, las demás han caído por acción o por omisión de sus propias empresas. Por impericia, desacierto, desatención o indolencia. Explicaciones, disculpas, atenuantes aparte la verdad escueta es esa. No nos digamos mentiras.

Que abandono del público, que desatención de los medios, que costos insuperables, que codicia torera, que desamparo estatal, que oposición antitaurina, que pérdida de afición, que prohibiciones, que… bueno, que lo que quieran. Sí, está bien, pero eso es lo que hay, esa es precisamente la problemática que debe afrontar y resolver un empresario para mantener su espectáculo funcionando y la clientela en él. Aquí, en España, en China y en la Conchinchina.

Porque no solo es en Colombia donde la fiesta retrocede, la cosa es general. ¿Qué hacer? No hay fórmula mágica, pero quizá sirva el sentido común. Cuando la oferta seduce llena. ¿No llenaba las plazas Manolete en época de hambre? ¿No comenzó a reventar las taquillas El Cordobés cuando la gente ya no iba? ¿No convoca multitudes Tomás las pocas veces que se anuncia? ¿No sigue siendo rentable Las Ventas con más de sesenta y cinco corridas al año?

La política contraccionista, de ofrecer cada vez menos por más. De dar cada vez menos corridas, menos toro, menos torero y menos toreo por más plata es fatal. Destierra los espectadores, que no son bobos. 

La cuestión es al contrario dar más por menos. Fortalecer la oferta, purificar el rito, acreditar la empresa, con más toro, más torero y más toreo por menos dinero. Es difícil, claro, si no lo fuera todos lo haríamos pero para eso están los empresarios ¿No?

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