lunes, 13 de enero de 2014

“Puerta” a El Puerto ¿Vuelve el ladrillo? / Por Pedro Javier Cáceres


Plaza de toros de El Puerto de Santa María

“Puerta” a el puerto ¿Vuelve el ladrillo? 

Por Pedro Javier Cáceres
Madrid, 12/01/2014. ¡Enhorabuena!. Me la doy yo a mi mismo, como vengo haciendo con los regalos, típicos-tópicos- de reyes.

En el trabajo del pasado domingo abordaba la frustración, a las primeras de cambio, de las ilusiones que había despertado el Plan de Fomento del Ministerio (PENTAURO) atendiendo al estado actual de la Fiesta en general y en particular en cuanto se han ido conociendo pliegos de condiciones y borradores e intenciones para el arrendamiento de cosos taurinos.

Recuerden: Alicante, El Puerto, Zaragoza… http://www.elimparci...)" target="_blank" style="color:#125BA3;">(elimparcial.es 14.01.05. http://www.elimparci...)

Esta columna es avanzadilla, en 24 horas, de su siamés “La Divisa”, el programa de radio-online en Onda Cero (lunes) que además de su página web queda reflejado con mayor riqueza de ilustración en la revista en la red del mismo nombre y que todos los jueves llega a más 20.000 direcciones.

Una de las denuncias publicadas era la perversión de las servidumbres de acompañamiento a canon desmedido y programación desmesurada. Servidumbres que, generalmente pasan desapercibidas, pero que en el caso de El Puerto eran de un descaro difícil de enmascarar, salvo una.

Una vez analizado el pliego, hasta su letra más pequeña — gracias a EUROTORO, que como es habitual lo publicó en toda su extensión- el programa “La Divisa”contó con los testimonios de testigos de cargo que se habían interesado por el citado concurso: Maximino Pérez y Carlos Zúñiga.

Ambos relataron, en primera persona, su desagradable experiencia cuando “in situ” comprobaron que los asequibles 20.000 euros anuales de canon no eran el solitario oro que relucía; ni siquiera que ad hoc se debería satisfacer un plus del 3%.

La perversión está en el techo de ese porcentaje que asciende al 6% al que todo licitante se agarrará como clavo ardiendo para no perder 1.5 puntos por décima de incremento hasta los 45 puntos.

Un “techo” del 6% que obliga en la misma proporción a satisfacer los posibles derechos por retransmisiones televisivas.
Otro factor distorsionador es la asunción del IBI.

Dentro de las múltiples servidumbres habituales (publicidad, promoción, actos, escuela taurina, museo, guías de turismo para visita de la plaza etc.) se encuentran una serie de obras de mejora de difícil cuantificación para el profanopero que se estiman costosas por su envergadura.
También para mantenimiento del museo y varios el tener una serie de empleados (se habla de 3) en plantilla a su cargo.

Y, algo más: Maximino proyectó que el pliego no contemplaba en su capítulo de recursos las cerca de 1.400 localidades que se pierden en virtud de la legislación vigente.

Y más. Hasta éste lunes, con el preámbulo de esta columna, en que en “La Divisa”sigamos con el debate, sosegado, en busca de soluciones de futuro.

La mecha estaba prendida con la dinamita justa para alertar antes que alarmar. Pero este, el del toro, es un sector que se retroalimenta de la bulla, del escándalo, de la declaración y la contra, del enfrentamiento. Quizá mirando en el espejo de un periodismo hoy generalizado en algunos diarios y televisiones y que no solo les aporta éxito puntual proporcionalmente al ruido sino intentar la monopolización del conflicto en origen,desarrollo y resolución.

El ciclo semanal de Elimparcial.es-La Divisa concluyó el jueves.

El viernes comenzó el incendio con profusión de combustible.

Las declaraciones de presuntos licitantes como Simón Casas, el propio Maximino,José María Garzón, Carmelo García poniendo negro sobre blanco la realidad de un pliego inasumible con datos y cifras han provocado la réplica del Concejal Delegado, Millán Alegre, que muy alegremente se ha entretenido, tan solo, en descalificar a los empresarios denunciantes, sin aportar tan solo ningún dato sobre la veracidad o no de la inviabilidad del pliego y sus cláusulas semi-veladas, quizá porque no se le ha preguntado por ello o seguir provocando la réplica, contrarréplica y la réplica a la contrarréplica, etc.

Peregrina explicación-acusación del edil a estos empresarios, principalmente a Simón Casas (que al parecer pretendía concursar con su socio en Málaga, José Cutiño): “quieren desanimar a otros empresarios, no existe ningún maquillaje en el pliego”

Acusación en la que, a lo peor sin pretenderlo, ha dado con el dedo en la llaga por la que se duele el sector: la seguridad en que habrá licitantes suficientes que le justifiquen el tal pliego.

Con uno es suficiente. Y quizá en esa “calle mayor de Torrelavega en día de mercado que en los últimos día ha sido El Puerto en busca de información o algo más, un peregrinaje de empresarios de todo pelaje y condición recibidos con gran hospitalidad por brokers y padrinos”, ese uno ha podido ser parte de la inspiración o el seguro de caución para el envalentonamiento del edil y acuñar el lema “el pliego lo tomas entero…o lo dejas”; incluidas las obras, (además de más) costosas que son fundamentales.

¿Vuelve el “ladrillo” a pulular en el mundo del toro?

O ¿grandes capitales- de aquí o de allá- al asalto? Esos que no les importa perder lo que les cuesta un “pelo de elefante” en cacería africana para su vanidad e inmersión arrollando pero que al primer balance negativo su problema no es el económico y sí que en el espejo se vean cara de tonto; que en una carrea de uno solo, quede segundo. Y luego pasa lo que pasa.
Es lo que ha dejado caer Maximino (lo de “luego pasa lo que pasa”).

Con los auto descartes anunciados, los Martínez Labiano que no están para bromas, Matilla y Erice sin intenciones previas, los Lozano siempre con los pies en el suelo, Ángel Bernal sin intención de leer el pliego pasando de El Puerto y Canorea Pagés (que alguna ilusión tenían por aquello del sentimentalismo familiar) estigmatizados-por ahora- por las 5 grandes figuras necesarias para cumplir el pliego de condiciones ¿quién puede ser empresario de El Puerto con garantías? Sr. Alegre.

Ante esta situación surgen preguntas, más.

¿Alguna vez la ANOET— asociación empresarial-se va a embarcar en hacer un inventario previo, testado, de las condiciones límite en que se puede recibir una plaza de toros con rentabilidad adecuada y no dejar damnificados?

¿Va a recomendar la ANOETa sus asociados la conveniencia o no de acudir a dichos concursos y cómo va a depurar tener en su seno a irresponsables?

Y en el supuesto que el “inversor” no sea miembro de ANOET (un ladrillero, un milloneti al que cualquier taurino le preste su carnet o su currículo):
¿Cuándo ese inventario sería consensuado con los futuros damnificados (asociaciones de toreros, subalternos, ganaderos, etc.)?
¿Cuándo entre todos van a crear un “sello de garantía” para responsabilizarse del buen o mal fin ante las propiedades y legitimarse con esa Q de calidad del toreo evitando, sutilmente, la audiencia a “visionarios y paracaidistas” mediante recomendaciones previas y posteriores advertencias de no asumir, todos juntos, planteamientos descabellados que desemboquen en futuro harto conocido?

Péguense (aunque está muy feo) por el convenio, por los mínimos, por la seguridad social, por los puestos de trabajo, por los derechos de imagen…
Pero por favor arreglen esto:“PUERTA” a EL PUERTO…todos juntos, el sector.

El momento es tan bueno que puede ser pica en Flandes.

Y si no, si dejan pasar esta oportunidad, escuchando cantos de sirena, creyendo las figuras que el “milloneti” les va a mantener el caché y que ellos a su vez aseguran el plus a sus ganaderos de cabecera, que el “modesto” va a tener más que los mínimos, que los subalternos no van a pasar fatigas con honorarios y derechos de imagen, etc., no solo serán, o seguirán siendo, coleccionistas de pagarés (para enmarcar) sino habrán evidenciado que esto no tiene arreglo.

Como sancionaría un parte médico: “cornada grave, otra más, por egoísmo insuperable que hace muy difícil la continuidad de la lidia”.

Firmado, el equipo médico habitual.

***

No hay comentarios:

Publicar un comentario