lunes, 24 de febrero de 2014

Córdoba: Homenaje de la Tertulia "El Castoreño" a Gabriel de la Haba "Zurito" en su 50º Aniversario de alternativa.



El nuevo presidente de la Tertulia, José María Portillo Fabra, recordó en su primer acto oficial, sus vivencias de aficionado relativas a Gabriel "Zurito", como su debut como "niño torero" en unión de "El Puri", una tarde en Córdoba con "Jerezano" y "El Pireo" en la que se concedieron 10 orejas y 5 rabos o el festival en el que, por conflicto sindical, un sólo subalterno, Manuel de la Haba, hubo de lidiar los 6 novillos y un novillero, Antonio Manuel de la Rosa, banderillearlos a todos.

Biografía de "Zurito"

Homenaje de la Tertulia "El Castoreño" a Gabriel de la Haba "Zurito"

Gabinete de Prensa
Fotografías de Cuevas
Córdoba, 22/02/2014.- Gabriel de la Haba "Zurito" celebra este año el cincuentenario de su alternativa como matador de toros, tomada el 24 de mayo en Valencia de manos de "El Litri" y en presencia de Joselito Huertas. Con tal motivo, la Tertulia Taurina "El Castoreño" del Real Círculo de la Amistad de Córdoba celebró el pasado 20 de febrero un homenaje en su honor que desbordó las previsiones de asistencia.

En un amplio turno de breves intervenciones, el Presidente del Real Círculo de la Amistad, Federico Roca de Torres, hizo referencia a la importancia del acto porque además de honrar a un gran torero, venia a ser como un refrendo de españolidad en unos momentos en los que se cuestiona la fiesta de los toros a pesar de que reside en las raíces de la nación.



El presidente de la Tertulia, José María Portillo Fabra, recordó sus vivencias de aficionado relativas a Gabriel "Zurito", como su debut como "niño torero" en unión de "El Puri", una tarde en Córdoba con "Jerezano" y "El Pireo" en la que se concedieron 10 orejas y 5 rabos o el festival en el que, por conflicto sindical, un sólo subalterno, Manuel de la Haba, hubo de lidiar los 6 novillos y un novillero, Antonio Manuel de la Rosa, banderillearlos a todos.

El vicepresidente de la Tertulia, Manuel López Conde, hizo consideraciones sobre el cordobesismo de la dinastía "Zurito", que es como un resumen de la tauromaquia, iniciada por el abuelo del diestro, el célebre Señor Manuel, uno de los grande picadores de todos los tiempos, y continuada por el padre de Gabriel, matador de toros, y otros miembros de la familia como picadores, banderilleros y novilleros.

José María Montilla relató algunas de sus actuaciones con Gabriel, como la de la inauguración de la actual plaza de toros de Córdoba, alternando ambos con "El Cordobés". De Gabriel "Zurito", dijo, había que admirar el temple y su extraordinaria categoría con la espada. Alcanzó a ser figura y sólo el castigo que le infligieron los toros le impidió continuar varios años en dicho puesto. 


Rafael Sánchez González, periodista y escritor, evocó la época de los años 60 en la que actuaba "Zurito", que siendo novillero llegó a contratar más de cien festejos en una temporada, no alcanzándolos debido a los percances. El toreo no es cosa de cifras, dijo, pero no está de más recordarlas para entender el puesto que llegó a ocupar "Zurito".


Manuel Vázquez Silva, representante en la Tertulia del toreo sevillano por ser hijo del maestro Pepe Luis Vázquez, dijo que en la época de Gabriel no sólo se aprendía de los toreros como Diego Puerta, Paco Camino o El Viti, sino que todos los diestros tenían tan asimilada su condición de tales, que dictaban, como Gabriel, lecciones de torería. 


Manuel Cano "El Pireo" se refirió con su gracia peculiar a las muchas tardes en que actuaron juntos, recordando especialmente una en Barcelona en la que "Zurito" resultó cogido y sin embargo, prosiguió la faena hasta obtener las dos orejas, mientras que él se fue de vacío. "Pero no pasó nada - continuó El Pireo -, porque a mi me pusieron también el domingo siguiente".



Fernando Tortosa dijo sentirse feliz de ser matador de toros por haberle permitido cultivar la amistad con los mejores de su época, como era de Gabriel de la Haba "Zurito", que en este caso se acrecentaba por la admiración que sentía hacia un matador de toros que hacia honor a su condición por sus grandes volapiés. 


Agustín Castellanos "El Puri", compañero desde los trece años de Gabriel de la Haba en aquella cuadrilla de "Niños cordobeses" de los primeros 60, comentó con gran sentimiento aquella etapa: 
"Te voy a llamar maestro, porque a pesar de ser sólo dos niños, yo me fijaba en ti para aprender, y te debo parte de mi éxito". 

Y recordó la presentación de ambos como novilleros en Madrid (plaza en la que "El Puri" saldría cuatro veces por la puerta grande): 
"Aquella tarde, yo quise imitarte con la espada y el resultado fue que me partieron la femoral y la safena, pero sentía orgullo al pensar que me habían herido como a Manolete".


Cerró el acto Gabriel de la Haba "Zurito", que comenzó diciendo que él no había hecho nada más que continuar la tradición de su familia, y que lo más importante de su carrera había sido saber superar el miedo al toro y a la responsabilidad. Admirando a todos por su la humildad de sus palabras, Gabriel confesó que su proverbial valentía se debía a su capacidad para superarse a sí mismo, pues a veces sentía incluso malestar físico antes de torear, sobre todo en plazas como Madrid o Sevilla, aunque luego, al ver los tendidos llenos y a los compañeros dispuestos, terminaba alzándose con el triunfo. El parlamento del torero de Santa Marina estuvo tan lleno de sinceridad como su propio toreo, ese que todavía recuerdan los buenos aficionados. 


El cuadro que ilustra estas líneas le fue entregado a Gabriel de la Haba "Zurito" como recuerdo de la Tertulia, y representa el momento más sorprendente visto en una plaza de toros, ocurrido el día de su presentación en Córdoba en la cuadrilla de "Niños cordobeses". "Gabriel" dejó tres cuartos de espada al primer novillo, que se irguió verticalmente, dio varios pasos hacia atrás en dicha posición y después rodó sin puntilla. El jovencísimo novillero - sólo 13 años - desorejó a su enemigo, difícil y encastado como todo el encierro de García Barroso. Alternó mano a mano con "El Puri" y salieron ambos por la puerta grande. Actuó por delante la rejoneadora Paquita Rocamora y el lleno fue de "no hay billetes". Fue el 4 de junio del 61. 



Gabriel de la Haba "Zurito" entre Diego Puerta y Rafael Peralta, y Jaime Ostos
Plaza de Toros de Albacete, feria del año 1964
Foto Mondéjar

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