miércoles, 12 de febrero de 2014

Democracia..... a la española: El cachondeo de los asesinos en el Congreso


Bajo los etarras, complacidos los separatistas catalanes

Los vascos de Amaiur llevan las pancartas de la banda terrorista ETA al Congreso de Diputados

Asesinos de ETA excarcelados por el gobierno de Rajoy
Celebrando su libertad en el antiguo matadero de Durango el pasado 4 de Enero

Detalle de las caritas....

Los 'caras' benefactores....

Las caras de los asesinados


1 comentario:

  1. En el pie que ilustra la foto del post, podemos leer “Bajo los etarras, complacidos los separatistas catalanes”. Y detrás de los etarras podemos ver un rótulo de salida y la consiguiente puerta. Por lo que yo invitaría a tomar la salida y dejar de marear la perdiz con la leyenda “Euskal Presoak Etxerra” (presos vascos al País Vasco).

    ¿Y porque digo esto? Porque recién estrenado en el poder, el Partido Popular se enfrentó al secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara por ETA (enero de 1996) y al asesinato de Miguel Ángel Blanco (julio de 1997). El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, hablaba entonces de flexibilidad, y en los meses siguientes a la llegada al Gobierno del PP, con atentados de ETA, hubo acercamientos de presos al País Vasco. Con la tregua, esa medida favorable afectó a 135 reclusos.

    El Gobierno popular decidió acercar a presos etarras a cárceles del País Vasco en pleno secuestro de Ortega Lara. Interior hizo un análisis individualizado de los 150 presos de ETA en segundo grado. La decisión del acercamiento de 32 de ellos se produjo durante la tercera semana de junio de 1996, en la que ETA dictó una tregua de siete días. Aznar rechazó la relación entre ambos hechos: "El acercamiento que se ha producido nada tiene que ver con la tregua de ETA. Era una decisión tomada con anterioridad por el Ejecutivo".

    El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso, declaraba por aquellos días que el Cuerpo de Seguridad que dirigía no se oponía al diálogo con ETA. "No sé si en la Guardia Civil hay gente que se opone a un final dialogado, pero la Guardia Civil no se opone a nada". Según declaró entonces López Valdivielso, al terrorismo "hay que combatirlo, neutralizarlo y aniquilarlo, pero hay distintas salidas, distintas políticas a aplicar para llegar a ese mismo resultado".

    En febrero de 1997, el Ministerio del Interior decidió el traslado a la prisión de Nanclares de Oca (Álava) y Burgos de cinco reclusos de la organización terrorista ETA, debido "exclusivamente a la evolución positiva" que se aprecia en su actitud. Según Interior, no se trataba de un plan global, sino basado en "el principio de la individualización". Dos meses después, el PP se reunía con el resto de partidos en torno al Pacto de Ajuria Enea y reafirmaba la posibilidad de abrir un diálogo con ETA si dejaba las armas. Un día después, la banda contestaba asesinando a un inspector de policía en Bilbao de un tiro en la cabeza.

    En julio de 1997, ETA secuestró al concejal del PP Miguel Ángel Blanco y amenazó con matarlo, cosa que hizo finalmente, si no se acercaba a los presos de la banda a las cárceles del País Vasco. El Gobierno no cedió.
    El secretario de Estado de Seguridad dijo:"El proceso será largo. No podrá haber nunca ni vencedores ni vencidos". Esta frase la pronunció Ricardo Martí Fluxá el 27 de noviembre de 1997, casi un año antes de que ETA dejara de matar. Y añadió: "La palabra rendición total es profundamente ajena a lo que puede suponer la posición del Gobierno en torno a ETA".

    Aznar apoyó los contactos con ETA a finales de 1998 después de que la banda dictara una tregua en septiembre de ese año (la tregua se rompió en noviembre de 1999). "Esta decisión obedece a la percepción de los cambios registrados en el entorno del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), que se han traducido en intentos de aproximación a los que el Gobierno quiere ahora responder", señaló. Antes del contacto, el acercamiento de presos se hizo de forma casi masiva. Hubo al final 135 etarras que dejaron la prisión en la que estaban y se acercaron a otras más próximas a Euskadi. Entre esos presos estaban algunos de los más sanguinarios, como Domingo Troitiño, autor de la matanza de Hipercor. El PSOE, en la oposición, apoyó el acercamiento de presos. Todas las fuerzas parlamentarias también respaldaron la medida, que tuvo como precedente una resolución aprobada por unanimidad en el Congreso.

    Enrique Castillo



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