martes, 18 de febrero de 2014

UN GOLPE DE SUERTE / Por Pla Ventura


"...Sin duda es preocupante que, ante todo, venga todo por un golpe de suerte. Muchos se preguntarán en su fuero interno, el por qué de dicha suerte. Como los hay que maldicen su mala suerte, por supuesto. Pero el último gran golpe de suerte en todos los sentidos se llama Manuel Escribano, al que no le quito ni un ápice de todo lo que ha hecho en los ruedos que, dada su honradez, hasta se dejó matar en Sotillo de la Adrada..."

UN GOLPE DE SUERTE

Pla Ventura

Si tras todo el dolor, sufrimiento, entrega, pasión, dedicación, entereza, entrenamiento, y vivir solo para el toreo a cambio de nada; mejor dicho, todo lo expuesto a la espera de que un día llegue el milagro, es algo preocupante. Sin duda, si lo analizamos todo, es para ponernos a temblar. Pensar que todo lo enumerado, por importantísimo que sea, apenas vale nada, es para morirse uno de la penita. Que al final todo dependa de la suerte que un diestro determinado pueda tener, eso se llama crueldad por parte del destino.

Siempre es así, de que te caiga un golpe de suerte que todo lo demás que hayas hecho para fortalecer tu carrera, en definitiva, no valdrá para nada. Sin aquella tarde agosteña en Madrid de hace muchos años, Paco Ojeda no hubiera sido nada; si no le ofrecen a Enrique Ponce matar aquellos seis toros en Valencia porque se había caído del cartel Paquirri, Roberto y El Soro, posiblemente, ahora no le conocería nadie. Como nadie sería El Cid sin aquel toro, Guitarrero, de Hernández Pla que le encumbró en Madrid. A Yiyo, le ofrecieron una sustitución de Roberto Domínguez en Madrid y se convirtió en el amo de la feria.

Sin duda es preocupante que, ante todo, venga todo por un golpe de suerte. Muchos se preguntarán en su fuero interno, el por qué de dicha suerte. Como los hay que maldicen su mala suerte, por supuesto. Pero el último gran golpe de suerte en todos los sentidos se llama Manuel Escribano, al que no le quito ni un ápice de todo lo que ha hecho en los ruedos que, dada su honradez, hasta se dejó matar en Sotillo de la Adrada.

Y aquí Manuel Escribano tiene hasta un “padrino” que, sin pretenderlo, le encumbró a la fama y, lo que es mejor, hacia el respeto por parte de los empresarios que, como explico, el pasado año, de no haber tenido aquel cruel percance, Escribano hubiera terminado la temporada con cincuenta corridas de toros. Su suerte se llama El Juli que, el hombre, herido, no pudo comparecer ante los Miuras en Sevilla y, la empresa, por lógica, echó mano de un valiente, Manuel Escribano y que, dicho toro miureño le encumbró para siempre. Y en dicha tarde todos quedaron contentos; Escribano por el éxito logrado y la empresa por la fortuna que se ahorró con dicho diestro; ambos hicieron un gran negocio, cada cual a su manera.

Hasta aquel momento, Manuel Escribano, dicho con cariño, pasaba más hambre que el perro de un afilador y, el torero era el mismo; pero nadie le hacía caso. Tenía que llegar la suerte puesto que, sin ella, no somos nada. El propio Manuel Escribano pensará como era su vida, su futuro, su carrera, hace justo un año y, seguro que se vuelve loco; no lo hará porque el hombre estará muy metido en su papel de hombre de suerte pero, si lo analiza, es para ponerse a llorar.

Sigamos con Escribano. Ha toreado ya dos tardes en Valdemorillo, Casas lo ha contratado, como apoderado y como diestro interesante, para Valencia; ya tiene firmado el contrato para el Domingo de Resurrección en Sevilla, una feria en que toreará tres tardes más; le contrataran dos tardes de gloria en Madrid y, de tal modo, se paseará por todas las ferias de España y Francia.

Justamente, tal día como hoy, hace apenas un año, ¿conocía alguien a Manuel Escribano? Era muy conocido en su casa a la hora de comer, pero le llegó la suerte y hoy es la esperanza para miles de aficionados que, a no dudar, no defraudará a nadie.

1 comentario:

  1. Yo tengo la fundada sospecha que las Empresas Taurninas de nuestro tiempo casi, casi, escogen a dedo a quien va para figura y quien no. Hay muchos que, sin el "golpe de suerte" de que habla con razon el periodista, se quedan rezagados por decision de las empresas taurinas y actuan solo en las Ferias de su pueblo, como el gesto "generoso" del empresario de turno para demostrar que trata bien al torero de la tierra. Estos toreros, algunos con condiciones extraordinarias patra llegar a lo mas alto, son, sin el "golpe de suerte", relegados a torear dos o tres corridas por temporada, con el remoquete de "torero local", porque asi lo deciden los empresarios. Se puede hacer nombres, pero seria muy largo y cansino. Sin querer llover sobre mojado, ya que lo he dicho en varios comentarios, la Fiesta esta en muy malas manos y si se acaba algun dia, los que la acabaran son los malos taurinos y no los enemigos conocidos de la Fiesta.

    Patricio Maldonado
    Aficionado Ecuatoriaano

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