viernes, 4 de abril de 2014

Por fin, la marca San Isidro / Ricardo Díaz-Manresa


Al final, llegó la sensatez y se ha impuesto la marca San Isidro. En este artículo se cuenta la historia de este final feliz

Por fin, la marca San Isidro

Ricardo Díaz-Manresa
Por fin, por fin. La marca San Isidro se ha abierto paso por fin. Han hecho falta muchos años y muchas peticiones para acabar con el absurdo de las Ferias del Aniversario y después del Arte y la Cultura, cuando había una marca conocidísima y prestigiadísima como la de San Isidro, única en el mundo.

La Comunidad ha entrado por la senda del sentido común y ha contagiado, u obligado, a Taurodelta a que también la tenga, pero el resultado es buenísimo, ya lo verán. San Isidro, Toros y Madrid, un trío de categoría conocido universalmente.

Lo del Aniversario pudo pasar el primer año o seguir con una corrida extra el mismo día o el más cercano del verdadero aniversario del nacimiento de Las Ventas. Pero ya fue el colmo lo del Arte y la Cultura, fuegos artificiales sin gracia y sin gancho. Y por lo menos en la del Aniversario, aunque era un desprecio para el aficionado de siempre (muy constantes en esta conducta tanto Comunidad como Taurodelta, en la que persisten) lo hacían comercialmente bien. El abono de San Isidro era casi por tradicion cortito de interés, pero después en la del Aniversario te ponían buenos carteles, eso sí de adquisición voluntaria. Y claro el abonado tragaba : si he comprado la morralla, ¿cómo voy a dejar a un lado lo bueno?

Después vino la del Arte y la Cultura y el desbarre empresarial. Carteles flojos y de compra voluntaria por el abonado que adoptó la decisión de pasar olímpicamente. ¿Resultado? Medias entradas en pleno junio y con el tufo de San Isidro. Y en consecuencia muy mala imagen. Ni en San Isidro viene la gente…

Menos mal que se adoptado el buen camino ahora. Nunca es tarde si la dicha es buena. Y estoy muy contento por ello. Primero, porque es un bien para el abonado fiel y para el aficionado disperso. Y segundo porque he visto cumplido uno de mis deseos.

Cada año insistía en que la marca San Isidro debía primar. Toros en mayo en San Isidro. Los archivos de AVANCE TAURINO están llenos de mis artículos, muchos, pidiéndolo con entusiasmo. Otros medios informativos generosos los reproducían. Llegaban también a los responsables de la Comunidad y Taurodelta. Y siempre caía mi petición en el vacío, igual que tantas otras.

Como era de sentido común, muchos aficionados y algunos periodistas estoy seguro que pidieron lo mismo, mientras que mis artículos, uno y otro año, iban en la misma dirección.
Mi insistencia llegó a que los recibiera el Presidente de la Comunidad de Madrid, con resúmenes de cada uno de ellos y una batería de lo que yo creía necesario. Y me acusaron recibo. Algo es algo.

Han hecho caso en lo fundamental : hacer brillar la marca San Isidro con 31 festejos seguidos. Quedan otras cosas en las que seguiré erre que erre pero el primer gran paso está conseguido porque es –supongo- lo que deseaban muchos aficionados, algunos pocos periodistas, algunas peñas y grupos y, por supuesto, el que esto firma.

Estas caricias de la vida, pequeñas, siempre vienen muy bien. Y también las sentirán la Comunidad y Taurodelta a los que hay que dar las gracias. Y a uno le llenarán el motor para seguir escribiendo y ver que algunas veces vemos la luz aunque la mayoría de los días haya más sombras de las deseadas.

Caricias como popularizar la denominación de “abono cautivo” para los files de las Ventas, que tras la crisis económica española y la taurina en particular ya no es tan cautivo, también insistiendo mucho en mis artículos de AVANCE TAURINO.

O conseguir que todos los informativos de España y otros muchos programas e incluso en otras actividades dijeran después de oir muchas veces en Radio Nacional en el diario que dirigí durante mucho tiempo: “Son las dos y media de la tarde, una hora menos en Canarias”, popularizado poco después a todas las horas.

En fin, en fin, que por fin llegó la marca San Isidro, marca completa y renovada, a Madrid, y espero que sin fin.

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