SAN ISIDRO 2014: MIRA QUIÉN… / Por Antolín Castro

Mira quién... va a la puerta de chiqueros. Iba Abellán y se marchó con una oreja /Fotografía de Andrew Moore/


"...la corrida de El Montecillo ha brindado mucha emoción por sus inciertas embestidas y su juego tan desigual. Emoción que reclamamos y de la que hoy no nos podemos quejar..."

MIRA QUIÉN…

Antolín Castro

S.I.14.- La tarde comenzó con ese mensaje ‘mira quién… es’ o quizá ‘mira que hace’, o ambas cosas a la vez. Lo cierto es que era Miguel Abellán quien se dirigía a la puerta de chiqueros para recibir allí al primero de la tarde.

Mucha de la gente que poblaban hoy los tendidos le habían visto durante el pasado invierno en el popular programa de televisión ‘Mira quién baila’ y ese ‘mira’ llevaba implícita una publicidad, un conocimiento del torero como no le sucedía en temporadas anteriores. Y es que esa televisión que reclamamos para la Fiesta, hace milagros. Aquí la prueba.

Pero Abellán no venía a bailar, todo lo contrario, venía a quedarse muy quieto para dar rienda suelta a la interpretación de su concepto torero, con el añadido del compromiso que le suponía no defraudar a esos seguidores nuevos que le han salido. 

Efectivamente, se iba a la puerta de chiqueros, a ponerse de rodillas y esa imagen martilleaba la cabeza de todos como algo terrorífico dado lo sucedido días atrás a David Mora. Tantas veces, esa televisión de la que hablábamos ha pasado las imágenes del percance de Mora, que la gente contuvo la respiración y Abellán, como nunca, se hizo héroe solo con un gesto. Después vendría la larga cambiada, los lances genuflexo y para rematar una larga rodillas en tierra. Toda una declaración de que no venía a bailar.

La plaza se hizo abellanista en breves segundos, no llegó ni a un minuto del toro en el ruedo y el que vestía totalmente de blanco, que le gusta en los toros pero no en el fútbol, había reforzado su imagen y quitado un peso de encima a quienes vivieron esos momentos como algo no deseado por las imágenes que recordaban.

Pero no quedó en eso. En la faena, entregado, sufrió una voltereta impresionante, de la que se levantó conmocionado, y volvió al toro visiblemente mermado y tras acabar con él ingresó en la enfermería entre una cariñosa ovación. Tras ser atendido, y tras correr un turno, salió en quinto lugar a matar su segundo y dio otra lección de pundonor, con una faena llena de pasión aunque no todo fuera de calidad, pero la gente se le entregó como él se entregaba en su afán por dejar clara su disposición, que no era otra que la de triunfar ante sus paisanos en esa vuelta a Las Ventas. Había perdido su primer compromiso en la feria por una intervención quirúrgica y en este parecía que tenía que hacer lo que le correspondía de los dos. Oreja a la entrega y el valor pedida mayoritariamente.

Pero no solo Abellán hubo de ir a la enfermería, también lo hizo el murciano Paco Ureña, tras ser sorprendido por su segundo, aunque aguantó hasta acabar con él. Después supimos que la cornada era de 25 cms. Y de pronóstico grave. Y es que la corrida de El Montecillo ha brindado mucha emoción por sus inciertas embestidas y su juego tan desigual. Emoción que reclamamos y de la que hoy no nos podemos quejar. Ureña, quien hubiera debido de cumplir su segundo compromiso este domingo será baja. El de Lorca mostró con capote y muleta la firmeza por la que se están abriendo puertas pero hoy no era el día de trofeos, sí de mostrarse como ese torero que merece atención. Él, como Abellán, se fue por su propio pie a la enfermería entre una cerrada ovación.

Joselito Adame no pudo mostrar nada más que voluntad en sus trasteos. Le vemos con menos fuelle que en otras ocasiones y pasó un quinario con su primero, al que al final recetó la medicina de tocarle los costados que pedía. Atento en los quites pero la exigencia del encierro de Paco Medina no pudo superarla.

Al final, mira quién... cayó herido, mira quién... cortó una oreja, mira quién... vendrá el domingo por Ureña.

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Opinión y toros