Aniversario de César Rincón & "Bastonito"

¡AVE CAESAR!, “BASTONITO” EN LA ARENA.

José María Sánchez Martínez-Rivero

Junio de 2014, en Collado Villalba

Crónica, a la antigua usanza, de un acontecimiento taurino histórico del que se cumplen 20 años en este mes de junio de 2014.

Feria de San Isidro 1994. Día 7 de junio. Seis toros de Baltasar Iban para Emilio Muñoz, César Rincón y Juan Mora. De los seis solo se lidiaran cuatro.

Segundo toro de la tarde del hierro titular para César Rincón, de nombre “Bastonito”, negro mulato, número 25, de 501 kilos. Toro con trapío suficiente aunque es protestado. El presidente con buen criterio lo mantiene en el ruedo.

Rincón trata de recogerlo para estirarse de capote, lance y cinco más rematados con dos medias, la última sensacional. Salen los montados. Primera vara, se arranca “Bastonito” galopando con alegría. El toro empuja con los riñones, no cabecea, humilla, hace pelea de bravo. Encelado con el caballo lo saca a los medios. El picador no aprieta. Cuesta quitar al toro. Vuelve a llevar al caballo contra las tablas. Por fin, a los 2 minutos y 28 segundos logran que el toro salga del caballo. Quite breve del matador que lo deja enfrentado para la segunda vara con una larga que no llega ser cordobesa. El picador Antonio Pinilla, vista la bravura del toro, mueve el caballo con torería para encelarlo. Cita. “Bastonito” está lejos, acude galopando, empuja, cabeza abajo del peto, no tira cornadas. Vuelve a ser difícil sacar al toro. Al fin lo consiguen. Pelea en el caballo de toro bravísimo.

Quite de Juan Mora. Artístico. Tres lances y revolera.

Banderillea Vicente Yesteras, el primer par extraordinario con arte y torería. Ovación. Saluda montera en mano.

Brindis al público del torero colombiano. Empieza la epopeya.

Muleta en la mano derecha, piernas flexionadas, seis derechazos hasta dejar al toro colocado en el centro del redondel con un sensacional pase de pecho alejándose toreramente.

Cite. Otros cuatro derechazos con la mano muy baja y de pecho. Continúa con la derecha y liga cuatro pases obligando al toro, que le rebaña, tratando de cornearlo. Cinco derechazos más y de pecho.

Mano izquierda, ocho naturales extraordinarios y remate. Vuelve a torear con la mano derecha pase de pecho y toro colocado. Cinco derechazos y de pecho.

El toro pide pelea y Rincón toma, otra vez, la muleta con la mano izquierda. Cinco naturales y el obligado de pecho, en el remate el toro derriba al torero con su pata derecha al tropezar con la pierna izquierda del colombiano. Hace por él. Le tira varias cornadas, pero Rincón, sale ileso. Los banderilleros acuden prestos al quite.

Vuelve con rabia a la cara del toro. Pase natural y remate. Suena un aviso. Han transcurrido 10 minutos y 59 segundos. Trincherilla bellísima. Ovación. Cambio de estoque. Pase de adorno con la izquierda para cuadrar al toro. Suerte contraria, pinchazo. ¡No importa! El pinchazo en lo alto también cuenta. Vuelve a cuadrar al toro entra recto y con verdad. Gran estocada saliendo prendido de la suerte por la pierna derecha. “Bastonito” al ver al torero tendido en la arena hace por él vendiendo cara su vida. Le cornea sin piedad. La cabeza y la cintura del torero están entre la cuna de los pitones del toro. Acuden Monaguillo de Colombia y Vicente Yesteras al quite. El de Iban no suelta a su presa. Le tira otra cornada con el pitón derecho. Juan Mora trata de llevarse al toro. Casi lo consigue; pero “Bastonito” vuelve sobre el torero y trata de cornearlo con su pitón derecho. No lo consigue. Monaguillo de Colombia, definitivamente, se lleva al toro que, herido de muerte, cae en escasos segundos. César presencia, lleno de rabia y orgullo como apuntillan al toro.

La imagen del torero es patética. Taleguilla ensangrentada. Sangre en la cara, afortunadamente del toro, sudor, lágrimas de alegría. También, al fin y al cabo, satisfacción de haber ganado la pelea. La mano derecha del torero, ensangrentada, la apoya sobre el vientre, ¡parece cornada!, pero no; solo fue un corte en la mano producido por una banderilla. 

El presidente otorga la oreja tan merecida y concede la vuelta al ruedo al ejemplar bravísimo de Baltasar Iban. Paco Santos, su mayoral, rebosa de orgullo, así es un toro bravo enfrentado a un torero de valor seco, sereno y consciente.