jueves, 5 de junio de 2014

MADRID.- 27ª DE "SAN ISIDRO": EL PROTAGONISTA FUE EL REY Domingo Delgado de la Cámara / Fotos de Andrew Moore

 Aunque se cortaron dos orejas, el protagonista de la corrida estuvo sentado en el palco: Juan Carlos I, Rey de España.

"...El señor Julián  anda un poco loco últimamente. Se ha puesto a caciquear, sin darse cuenta de que un torero lo que tiene que hacer es torear y dejarse de políticas. El Juli de mayor quiere ser José Tomás. Y se equivoca, ése no es su camino. El señor Julián no necesita de los caprichos y las imposiciones absurdas del místico. Como el místico no puede prodigarse porque no puede con los toros, tiene que llevar una carrera intermitente y oportunista, pero El Juli no necesita de nada de eso..."

EL PROTAGONISTA FUE EL REY

Domingo Delgado de la Cámara / Fotografías de Andrew Moore
La corrida de Beneficencia de ayer ha sido la última a la que ha asistido el Rey como Jefe de Estado. La ovación con que fue recibido cuando asomó en el  palco, fue atronadora. Fueron cinco minutos de ovación unánime. Ni siquiera se podía oír el Himno Nacional, tal era la intensidad de los aplausos. Cuando finalizó la corrida se repitió la ovación. Han sido las ovaciones más sonadas de un mes de toros. La gente más que aplaudir a una persona en concreto, aplaudía a la institución. Una institución que encarna la permanencia y la unidad de la Patria. La gente aplaudía a España, a la que representa el Jefe del Estado. Se respiraba gratitud y simpatía por Juan Carlos I. Él fue el protagonista principal de la corrida. Vamos a ver cómo informan de todo esto los impresentables de la sexta, esos que han hecho la campaña electoral gratis a Pablito Iglesias… Ayer informaron con gran fruición que cuatro perroflautas se habían manifestado en favor de la República, pues ayer mucha más gente, 24.000 personas, se manifestaron a favor de la Monarquía, que tomen nota. 

La muy astifina corrida de Alcurrucén fue muy desigual de hechuras y juego. Hubo de todo, con varios toros con mucho que torear.

El primer espada de la tarde era el señor Julián. Anda un poco loco últimamente. Se ha puesto a caciquear, sin darse cuenta de que un torero lo que tiene que hacer es torear y dejarse de políticas. El Juli de mayor quiere ser José Tomás. Y se equivoca, ése no es su camino. El señor Julián no necesita de los caprichos y las imposiciones absurdas del místico. Como el místico no puede prodigarse porque no puede con los toros, tiene que llevar una carrera intermitente y oportunista, pero El Juli no necesita de nada de eso. El Juli representa el poderío, puede con todo lo que le echen. Por eso, es estúpida su actitud. Lo que tiene que hacer el señor Julián es torear mucho y muy duro, para que todo el mundo vea la diferencia entre él y los demás. Cuando se pone remilgoso y torea el torito de pitiminí, rebaja su condición torera. El señor Julián no tiene mucha clase, pero puede con todo, es una apisonadora. Y ese debería ser su camino, no el del medio toro, aquí no toreo ni allí tampoco, y con esta empresa me llevo mal y con esa otra también…el entorno de El Juli no destaca por la inteligencia. Me parece que es un hombre pésimamente aconsejado.

Me sorprendió la escasa presencia del primero de la tarde. Era un toro chiquito y corniapretado, era un toro ideal para Alicante, pero no para Madrid. Fue tan noble como falto de fuerza. El señor Julián estuvo como si estuviera en un tentadero, totalmente sobrado. Incluso abusando del toro, como si estuviese delante de una becerra. Hizo del toro lo que quiso. Faltaba oponente. Por su poderío, el señor Julián necesita toros de más casta y más envergadura. Faena maciza, contundente y variada. Después de una estocada trasera, típicamente suya, hubo una escasa petición de oreja. Aunque el torero había estado muy bien, aquello no tuvo importancia por la escasa fuerza y apariencia del oponente. 

Sorprendentemente, el presidente concedió la oreja. Ya he dicho que no había petición suficiente, pero es que además el presidente Don Julio Martínez se ha distinguido el pasado verano por negar orejas pedidas clamorosamente. A los novilleritos les niega orejas, pero con el Juli no se atreve. Muy mal señor Martínez, muy mal. Ni qué decir tiene que la oreja fue protestada ruidosamente.

El Juli toreó muy bien de capa durante toda la tarde. En su primero hizo un bonito quite por cordobinas, como contestación a unas expuesta gaoneras de Fandiño. Pero fue más importante el quite del cuarto toro. Para colocar al toro en el caballo dio unas cuantas verónicas macizas y templadas, la media verónica de remate la podía haber firmado el mismísimo Juan Belmonte. Este ha sido el mejor toreo de capa de todo San Isidro. El toro fue un manso de los que pasa sin humillar, El Juli estuvo muy templado y muy ajustado. Consciente de que estaba en Madrid, se pasó al toro cerca. También hubo ligazón. Estuvo muy por encima del toro. Si la faena no tuvo más trascendencia fue porque el toro se salía con la cara alta y así es muy difícil meter al público en la faena. Así y todo el señor Julián estuvo muy bien. Cuando un toro es tan soso y sale tan distraído de los engaños, es muy difícil ligar los muletazos. El Juli lo hizo. Mató de una feísima estocada en los riñones. En lo único que no ha evolucionado el señor Julián es con la espada, cada vez mata peor. El Siete se metió con él de forma moderada. Me atrevería a decir que atacó al señor Julián protocolariamente. El Juli es figura y el Siete tiene que meterse con las figuras, simplemente. A Manzanares le atacaron con más saña, con mucha más saña. Y es que ese destoreo ya está empezando a cabrear a mucho aficionado pacífico que no se sienta en el Tendido Siete precisamente…

Iván Fandiño no brindó ningún toro al Rey. Muy mal. Señor Fandiño, a mí sus ideas políticas me traen al pairo, no quiero saberlas, aunque me las imagino. Pero usted debe brindar el toro al rey como máximo representante de la gente que le ha hecho rico. Porque usted sin el pueblo español que paga para verle, no es nada. Por tanto debe actuar con el máximo respeto. Y después de haber soltado la reprimenda, hay que decir que Fandiño volvió a estar muy bien. Poco pudo  hacer con su primero, que se vino abajo después de la primera serie. En cuanto apretó las clavijas al toro, en cuanto le bajó la mano, el toro se acabó. 

El quinto fue muy manso en el caballo, pero llegó a la muleta embistiendo humillado y repetidor. En el principio de la faena el toro fue exigente. Había que aguantarle el tirón. Y Fandiño se lo aguantó en dos series con la derecha muy mandonas y muy ligadas. Con estas dos series Fandiño pudo con el toro. A partir de ahí, el toro siguió embistiendo con recorrido y humillando, pero ya sin continuidad. Fandiño, ora con la zurda, ora con la diestra, se asentó, echó la muleta al hocico y toreó con largura, limpieza y ligazón. Las bernadinas del final ya no tenían sentido. Estocada trasera saliendo con la taleguilla rota y oreja sin discrepancias. 
Fandiño ha cortado cuatro orejas en San Isidro, que podían haber sido alguna más. Ha tocado pelo las tres tardes y ha demostrado que no hay quien pueda con él. Además la tarde de ayer fue muy importante para él, porque actuaba por primera vez con la figuras. Demostró que esta situación no le acompleja (como les sucede a tantos), sale a triunfar aunque esté delante el lucero del alba, y esto es importante. Buena feria la de Fandiño.

Esta ha sido la tarde más espesa de Talavante en San Isidro. Tengo la impresión desde hace mucho de que Talavante es un torero puramente intuitivo. Las cosas le salen bien porque sí, ni él mismo sabe explicar la causa de su triunfo. Pero cuando la intuición le falla, esto es un desastre. En ese momento es muy torpe y no da una a derechas. Ayer no dio una a derechas. A su primero, noblote pero que embestía con la cara alta, nunca le cogió el aire ni le bajó la mano, aquello fue una sucesión de muletazos ligeros. El sexto fue muy manso en el caballo, pero tuvo mucho que torear en el último tercio. Embestía con casta y repetición. No era tonto, había que llevarle muy toreado. Cuando se le hacían las cosas mal, se vencía. Talavante se sumió en un mar de enganchones y no fue capaz de encauzar una embestida vibrante por fiera y repetidora. Con la espada muy mal, pero esto en Talavante ya no es noticia. Aunque se cortaron dos orejas, el protagonista de la corrida estuvo sentado en el palco: Juan Carlos I, Rey de España.





















2 comentarios:

  1. Al parecer, buen evento taurino, particularmente especial por la magna presencia del Rey. A mí me gusta mucho el toreo de Fandiño pero estoy totalmente de acuerdo con Vd. en lo del deber ético de brindar al Rey, máxime en esta ocasión. Sí señor. // Atte., Torotino.

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  2. Fandiño es un torero que siempre corta una oreja con toro de dos por su forma de gladiador en vez que de lidiador. Nunca ha cortado dos orejas en plazas como Madrid, Bilbao, Sevilla. Y lleva 9 años de alternativa.


    Pedro V.

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