PROBLEMAS REALES / Por Antolín Castro

Ejemplar de la ganadería de Partido de Reina, 

antes Pablo Romero

El toro, o mejor dicho, su falta, es el problema más real del momento actual

PROBLEMAS REALES

• En todo lo dicho sobre esos toreros, sin restarles mérito a cuanto han hecho, falta que el toro ocupe un lugar de privilegio, el lugar que le corresponde, no el de acompañante como pareja de baile.

Antolín Castro

No vamos a dedicar este espacio para hablar de los hechos Reales sucedidos en la pasada semana, que ya de por si han ocupado mucho espacio… y con toda la razón, no todos los días se produce un cambio en la Corona de España.

Pero si podemos hablar de los problemas reales que tiene nuestra fiesta, que anda en minúsculas aunque se acerque de vez en cuando a la mayúscula.

El rey Tomás apareció por Granada y se hizo real el dicho de ‘todo es posible en Granada’… si actúa José Tomás añadimos nosotros. Pero esa aparición, incluso resurrección después de entrar en la enfermería medio muerto, es pasajera. Llena la plaza, llena la ciudad, hoteles y calles, llena los periódicos, llena plenamente a cuantos fueron a verle, incluso a los que no fueron, pero es una aparición muy pasajera para la fiesta.

Es un problema real, no inventado, ese de que a su paso parece resurgir la fiesta que anhelamos, pero es un problema porque no tiene continuidad. Y no digo que la tenga él, sino que la fiesta necesita esa presencia, esa notoriedad, todos los días del año. 

En Alicante se apareció el Morante que todos deseamos, el mágico, el inspirado, el diferente, el espontáneo que se atreve incluso a apuntillar el toro en lugar de descabellar… y le sale bien. Cuando le ruedan las cosas al de La Puebla todo es bello en sus manos.

De Perera han hablado muy bien en León y Badajoz. Posiblemente con los tres citados se pueda hacer un gran cartel ahora mismo. Pero no nos engañemos es un problema real el poder anunciarlo. Demasiadas pretensiones tendrían cada uno para completarlo. Los aficionados de tres formas distintas de concebir el toreo se sentirían atraídos por esa terna. Un problema real, pues mientras el primero, JT, se basta para llenar, sus compañeros necesitan ir juntos -ejemplo de tres cuartos en Badajoz con Morante, Juli, Perera y alternativa de Tomás Campos- para llevar algo de gente y las empresas no necesitan anunciarlos junto al de Galapagar. Sus emolumentos no podrían ser atendidos a sabiendas de que el que llenaba no necesita de ellos y sí al revés. Uno de los problemas reales para hacer ese tipo de carteles.

También apareció el mismo día, así lo cuentan, un gran Ponce en Toledo o Pepe Moral en Sevilla. Pero, repito, no de un solo día del Corpus podemos vivir. Se necesita algo más. 

No vamos a soslayar el problema más real que afecta a todo lo relatado, el toro. Un problema real…mente grande, insuperable para la fiesta de hoy. En todo lo dicho sobre esos toreros, sin restarles mérito a cuanto han hecho, falta que el toro ocupe un lugar de privilegio, el lugar que le corresponde, no el de acompañante como pareja de baile.

Superar esa emoción, esa trascendencia, solo lo logra el primero al presentarse sin otra ventaja más. Aún así es una superación parcial, propia de su compromiso con el rito, pero que a muchos puede, y debe, parecer insuficiente. 

Un problema real este del toreo en plenitud sin el toro en la misma dimensión. A eso se le llama falta de autenticidad, una fiesta al 60 o 70% no es una Fiesta al 100%. Con los mejores y en los momentos mejores se alcanza ese 70, quizá con JT el 80%, pero es exigible pedir, y soñar, con ese 100%. 

Sin llegar a la total autenticidad, donde cada parte, toro y torero, aporten su cuota de integridad y verdad, iremos tirando pero no lograremos poder nombrar a la Fiesta, así con mayúsculas. Su continuidad no estará asegurada. No me digan que no es un problema real.

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Opinión y toros