lunes, 9 de junio de 2014

Serenidad en la crítica / Por José María Moreno Bermejo


  • Muy mal, Sr. Zabala de la Serna. Lo grosero no tapará nunca su incapacidad para juzgar debidamente una sola faena taurina.

“Si alguien me viene con que allí nadie se aburrió, se encontrará con el vozarrón de Fernán-Gómez: ¡Vaya usted a la mierda!”


José María Moreno Bermejo
Así termina la crónica de un periodista taurino sobre la corrida de Victorino del pasado 6/VI/2014. Está claro que la educación del crítico brilla por su ausencia. También parece diáfano que sus gustos taurinos no van por la épica que aporta la lidia y que justifica la muerte de un animal bravo, como debe ser el toro. Y es plausible también que sus conocimientos taurómacos no son eclécticos, precisamente. El “piñón fijo” de su tauromaquia requiere rutas llanas, sin cuestas ni resaltes que impidan un tránsito quedo, dulzón. Para él, la corrida sólo puede ser arte; la lid, el valor, el dominio del bravo con conocimiento y gallardía le parecen cosas de tiempos lejanos.

No le diré que se vaya a ninguna parte que no sea a las bibliotecas en las que se puede leer cómo se legitima este espectáculo en el que el torero ofrece su valor y conocimientos para domeñar al animal. Tampoco le mandaré a alguna escuela en la que pueda aprender educación, templaza y mesura; en la que puedan liberarlo de esa soberbia sin límite con la que transita por el mundo oscuro del “taurineo”. Sí le recomiendo que lea, y aprenda, de su vecino de página, D. Javier, ese que bien sabe de toros, de ética y de caballerosidad.

Obviar en una crítica las nefastas actuaciones de los picadores, como la masacre a que se sometió al 4º; la desastrosa lidia de algunas cuadrillas, y de algún matador, como en el 5º, al que para “aliviarlo” se le llevó a toriles; no constatar la bravura y calidad del 3º, “Vengador”, uno de los 3 toros más importantes de la Feria; las embestidas que regaló el 1º por el pitón derecho… Podríamos seguir citando cosas positivas de la corrida de Victorino, pero ya es suficiente. Las cosas malas, que las hubo, estuvieron muy condicionadas por los defectos de las lidias adecuadas; hubo dificultades, sin duda; pero ante ellas se debe exhibir serenidad y preparación técnica. Echar la culpa a los toros de forma total, absoluta, única (redundo), es injusto, o peor, desconocimiento.

Es curioso que éste mismo crítico, cuando quiere defender a un toro de sus afectos, reclame la mala lidia que recibió, los puyazos alevosos o la falta e preparación del torero. Es curioso que le dé tanto “repelús” admitir la casta de los toros de ganaderías que buscan conservar la emoción que es el motivo último de la Corrida. Es deprimente el uso sesgado que da a sus críticas por filias y fobias adquiridas… La mesura es algo que le falta a quintales; la objetividad le es ajena; y la soberbia, repito, le embebe: “Soberbia será / de cualquier modo / querer saber uno solo / más que todos”, que dijera Calderón de la Barca. 

Respeto a la opinión de otros, es el mejor camino para que uno sea respetado. Admitir que otros puedan estar en lo cierto, aún en opiniones contrarias a nuestro juicio, es signo del hombre inteligente. Insultar a los que no opinamos como él, o mandarnos a la mierda, es un despropósito. Y el estar en un estrado de responsabilidad cual es la tribuna de un periódico de ámbito nacional, debe hacerle medir sus palabras en tanto éstas puedan herir a los demás. Pero todos estos pensamientos, que escribo para serenar mis deseos de contestar vehementemente, como creo que se merece el crítico, seguro que le parecerán filfa; paniaguados criterios de un ser inferior, desconocedor del arte de la Tauromaquia y del cómo se hace uno un nombrecito en la crítica taurina.

Muy mal, Sr. Zabala de la Serna. Lo grosero no tapará nunca su incapacidad para juzgar debidamente una sola faena taurina.

A sus pies; por lo de la m…


2 comentarios:

  1. Este la Serna, zabalita, lasernita, telefónica tomasista, nunca escribió bien y según pasa el tiempo sin aprovechamiento, recurra a lo fácil del lenguaje grosero y sentido escatológico de sus seudo crónicas taurinas. Pero resulta curioso su alusión a la mierda como lugar de destino a los aficionados discrepantes de su teoria de lameculos y chupamindas, cuando la tiene encima rebosante que embadurna el sucio chaleco que viste según se aprecia en la foto de este pot. Lávese primero usted señor la serna, lasernita o zabalita y de paso la ropa que visite ¿y por qué una bandera de EEUU?

    Al Sr. Moreno bermejo le sobra razón en su alegato contra el presunto periodista de El Mundo y lo explica muy bien.
    Le felicito.

    Melchor Díaz F.

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  2. Muy oportuno y muy mesurado. Enhorabuena, don José María.

    JRM

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