El murciano triunfa en Mont de Marsan y se reivindica en una de las ferias más importantes del país galo
Dura “miurada” ante la que Rafaelillo abre la puerta grande y Robleño y Castaño se llevan dos lotes imposibles
La lluvia caída durante todo el día en la capital landesa de Mont de Marsan no influyó en los aficionados de tan taurina ciudad francesa, que llenaron la plaza al reclamo de los toros de Miura. Hicieron bien en no quedarse en casa ya que se encontraron con la entrega y magnífica actitud del murciano Rafael Rubio 'Rafaelillo' que derrochó valor ante un primer toro de Miura con muchas complicaciones que soltó la cara con pretendida intención de cornear al torero, quien burló con inteligencia y garra los latigazos de un cornúpeta que tuvo un muelle en el cuello y no regaló ni una embestida clara.
Rafaelillo ya puso de manifiesto sus intenciones en el saludo con dos largas cambiadas de rodillas. Tras el buen tercio de varas protagonizado por Agustín Collado y la meritoria actuación de sus banderilleros, brindó al público y de nuevo de rodillas inició la faena de muleta, que resultó un emocionante toma y daca, aguantando el diestro con firmeza y torería los tornillazos que le lanzaba en cada envite el miura, al que acabó dominando, lo que dejó patente en un desplante de hinojos previo a una soberbia estocada de la que cayó el astado patas arriba. Se le pidieron las dos orejas con fuerza, pero la presidencia solo concedió una, y el público le obligó a dar una segunda vuelta ruedo antes de abuchear al palco por no haber atendido la solicitud de un segundo trofeo más que merecido
Plaza de toros de Mont de Marsan (Francia)
Lleno. Toros de Miura. Serios y complicados.
Rafaelillo (de azul y oro), una oreja con petición de la segunda dando dos vueltas al ruedo, y oreja.
Fernando Robleño (de blanco y plata), silencio tras aviso en ambos.
Javier Castaño (de marino y oro), silencio y ovación de despedida.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario