Toros en Burgos a pesar de su alcalde / Por J. A. del Moral

Lacalle, de camisa rosa, el pepero alcalde de Burgos que quiso demoler la plaza del Plantío y acabar con lo toros en las ferias de San Pedro. De momento el negocio se le vino a bajo por la presión popular que se olió la jugada inmobiliaria. /Fotografía de Salmonetes blogspot/

"...No está nada bien que el Ayuntamiento de Burgos haya intentado hacer un negociazo urbanístico a costa de la plaza de toros. Hay que tener mucho cuidado con la destrucción de los cosos taurinos porque se puede dar el caso de San Sebastián. Que echaron abajo la histórica de El Chofre y como no se había levantado otra antes de que llegaran las piquetas, la capital de Guipúzcoa se quedó sin toros durante 25 años seguidos..."

J. A. del Moral

Antes de que se desataran los desagradabilísimos incidentes en el barrio de El Gamonal del pasado invierno de los que, por cierto, ya no quedan ni rastro o así me pareció antier cuando llegue a Burgos, se dijo por aquí que la “moderna” plaza de toros de El Plantío iba a ser derribada y que la nueva se construiría en otro lugar. ¿Donde, todavía más lejos del centro de la ciudad? Ni se sabe. Mejor dejar la que existe y santas pascuas. No está nada bien que el Ayuntamiento de Burgos haya intentado hacer un negociazo urbanístico a costa de la plaza de toros. Hay que tener mucho cuidado con la destrucción de los cosos taurinos porque se puede dar el caso de San Sebastián. Que echaron abajo la histórica de El Chofre y como no se había levantado otra antes de que llegaran las piquetas, la capital de Guipúzcoa se quedó sin toros durante 25 años seguidos con lo que la tradición de dar corridas de toros en la fiestas mayores se perdió y, lo que fue peor, la cultura taurina que imperaba en Donosti con fuerza pasó a mejor vida. Se acabó el boca a boca de los abuelos y los nietos, de los padre a sus hijos y de los tíos a sus sobrinos…La prueba es que la actual nueva plaza de Illumbe que costó un dineral, ha terminado sin ser utilizada para festejos taurinos por motivos estrictamente políticos – la ETA ya increíblemente en el poder municipal ha sido la gran culpable con la ayuda cobarde del PNV y hasta del PP que no echaron los cojones que había que echar. Si hubieran vivido Manolo Chopera y Gregorio Ordóñez, la plaza seguiría dando toros. O no? Es lamentable que el grueso de la gran afición donostiarra se haya liquidado. No ha habido fuerza ni contrapesos suficientes que impidieran el dislate. Ya llevamos dos años sin toros en la Semana Grande donostiarra y veremos cuantos más pasamos sin toros junto a La Concha. Menos mal que el dislate municipal burgalés quedó aparcado y en Burgos continúan celebrando con toros sus fiestas de San Pedro. En ellas estamos con cierto retraso porque todavía manda la crisis y las carteras hay que guardarlas para los inminentes Sanfermines que con esa cita no hay quien pueda.

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